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Claude da órdenes por doquier, los guardias liberan a los esclavos, decomisan los productos y encierran a todo aquel dentro del lugar.

—Magnus Dunne, ¿Te burlabas de mi todo este tiempo?

El rubio observa el cuerpo del hombre mientras está en el suelo y el pie del emperador lo mantiene aprisionado. Extiende su mano y un soldado le entrega un documento.

— malversación de fondos, tráfico de esclavos, manipulación en los reportes enviados a Roger, ahora puedo acusarte de homicidio y mucho más. ¿Acaso tengo que mostrar más pruebas que esto?

Claude hablaba de manera neutral pero el tono usado era lleno de furia.

—fui piadoso en no haberte arrestado a pesar de no existir pruebas, pude utilizar mi sola palabra y enviarte al infierno. Pero no te preocupes, lo haré como lo deseas.

—¡Majestad, discúlpeme! ¡Haré lo que sea, si me permite podré serle de ayuda! ¡Esos son solo un estorbo a la sociedad, que importa si nos deshacemos de ellos!

Esas palabras iban dirigidos a los esclavos, pero el Conde Dunne miraba a los niños que habían Sido torturados y luchaban por mantenerse con vida.

—¿Sabes porqué asesine a la familia de mi actual esposa? Me dijeron algo similar, para ellos, sus hijas no eran más que objetos, que serían desechados, pero lo peor, para ellos, nadie más importaba que ellos y el poder.

La mirada de Claude era filosa contra el Conde quien se maldecia por abrir su boca.

—En este mundo existen animales, plantas, seres humanos y escoria. Las personas como tú y toda esta gente, pertenecen a esa última, por lo que tienes razón, no deberían tratarse con piedad.

Con su espada en mano, Claude corta los dedos de ambas manos al hombre, este solo gritaba de dolor, el rubio  se aleja dejándolo con otro guardia para detenerse frente a los niños del escenario.

Aquellos niños estaban a punto de morir, sus almas dejaban su cuerpo, la llama de su vida se acababa. Sus cuerpos maltratados, brazos mutilados, huesos rotos, sangre a su alrededor, era un panorama bastante triste.

Claude entierra su espada en el suelo y se arrodilla frente a ellos. Ante la acción del Emperador los guardias que tiene la oportunidad se arrodillan de igual modo.

—la incompetencia del Emperador de Obelia ha causado esto, me disculpo. Que la gloria de Obelia los acompañe y los ángeles vengan por ustedes, para que así  descansen en paz

Claude solo podía mirar hacia el suelo, no tenía más palabras hacia los niños que finalmente murieron.

—dictador o no. No permitiré algo como esto de nuevo, con o sin pruebas se hará una profunda investigación de los casos. Si se encuentra en lo más mínimo una sospecha de algo como esto, la muerte les espera. Si hago algo mal, nos veremos en el infierno Magnus.

—majestad...—Félix se acerca a él con un reporte.—los niños fueron revisados de manera satisfactoria. Varios de ellos tenían huesos rotos y otros presentaban signos de abuso

El Emperador suspira con cansancio para ponerse de pie y seguir con su trabajo.

—hace bastante que no tenemos tanto trabajo—declara el rubio

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—¡Princesa, despierte!

Iris entra rápidamente a la habitación de la princesa, busca un rápido vestido para esta.

—lave sus dientes y rostro, ahorita podrá bañarse, pero debe escuchar las noticias.

Alma se levanta somnolienta mientras bosteza con cansancio.

—¿Qué sucede Iris?—tapa su rostro con sus manos para que la luz no impacte con fuerza en sus ojos.

— hasta hace unas pocas horas se anunció un juicio público, cada ciudadano debe estar presente. Los amigos están trabajando como nunca para que todos se encuentren presentes, o al menos la gran mayoría

Iris comenta mientras termina de preparar a la joven.

—hay que ir a ver

Al salir de la habitación, Alma se topa con Athanasia quien la miraba con tristeza a pesar de tener una sonrisa en su rostro.

—¡Buenos días hermana!—sonrie pero tambalea un poco hacia un lado

Alma la sostiene y le mira con preocupación.

—¿Estás enferma? Deberías descansar, no tienes porque estar presente, te lo contaré todo

Lilian quien estaba presente entendió la indirecta y se llevó a la princesa a pesar de sus quejas.

Alma se asoma por el balcón más cercano al lugar del juicio, en dónde podía ver cómo se llenaba de gente.

—¡Ciudadanos del glorioso Imperio de Obelia, les damos la bienvenida al primer juicio de carácter público que es brindado como una advertencia a cada uno de ustedes!

Un hombre empieza a leer un pergamino mientras la gente murmura sobre la situación.

Ejecutados a muerte, personas a la cárcel, deaterrados y destitución de títulos, leía el nombre de cada persona, su delito y castigo. La muerte dependía del daño causado, solo el Conde Dunne tuvo la muerte más dolorosa, mediante un péndulo.

( El péndulo consiste en una hoja afilada que oscila sobre el condenado, quien está atado a un tablón. El péndulo irá bajando paulatinamente hasta que finalmente va cortando con cada movimiento el cuerpo de la víctima.)

Alma quería vomitar, pero al mismo tiempo sentía que era su castigo divino por sus pecados. Mira desde la lejanía a Claude quien se denota impasible a comparación de Charlotte que estaba con los ojos cerrados en todo momento.

La joven se preguntaba como su padre había llegado tan rápido al lugar, tenía un tiempo estimado hasta la llegada de su él, aún así, se sentía aliviada de que lo hubiese hecho.

—¡Su alteza, aquí está!

Félix corría hacia ella, parecía preocupado.

—¡Me asusté al no verla en su habitación! Hay mucha gente, debería tener cuidado

Alma le sonríe, admiraba su propia capacidad de actuar como si sus problemas no existiesen.

—¿Gusta en dar un paseo por el jardín?

Félix sabía que la princesa necesitaba despejar su mente, aún quedaban unas ejecuciones más y Alma no quería ver más. El pelirrojo comprendía que ella necesita distraer su mente, y al enterarse que Athanasia posiblemente estaba enferma, podía contar solamente con él e Iris, ya que Ijekiel estaba en casa y el Duque en el palacio, no podía venir. Por último estaba Amelia, la contacto a través de Michael, según él, probablemente llegaría después del desayuno ya que tenía el sueño pesado, eso era verdad, aunque omitió el hecho de que dormía en un hotel de la capital.

—lo agradecería, con eso podré quizás pasar el desayuno, pero primero tomaré un baño

Félix sonríe intentando animarla, sabía que ella no se sentía muy bien en los últimos días, quería saber el porqué de los frecuentes cambios en la princesa.

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¡Hola a todos! ¿Cómo están? Espero que bien.

Tres capítulos seguidos que cierran la subasta.

De verdad agradezco el apoyo a esta historia, sus votos, lecturas, comentarios y las personas que me empiezan a seguir, cada pequeña cosa me anima a seguir con la historia por lo que estoy profundamente agradecida con ustedes.

Nos vemos en los próximos capitulos.

¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora