¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!

36

Aparecen en la iglesia, Alma tambalea un poco y Julius la sostiene.

—¿sabes usar magia?—el rubio asiente

—algo así. Soy un miembro de la familia Imperial después de todo

—ya veo...

—se que estas en shock, también estoy confundido, pero no podemos quedarnos de esta manera. Te pediré un favor, vete de aquí, esto se convertirá en un mar de sangre, los demás reinos no querrán meterse en los asuntos de otro reino, pero su majestad Claude se vio ofendido en el momento en que te acusaron.

Alma se sentía nerviosa, no tenía el suficiente valor para encarar a Claude, y sabía que con el favor que le iba a hacer, podría irse, pero quería quedarse a buscar a la persona que le hizo daño a Silvia y si podía, la haría pagar, pero su cobardía le evitaría asesonarla

—esta bien...

Nuevamente se tele transportan, esta vez a una habitación en el centro del palacio. Julius se retira después de asegurar el lugar.

Invoca a Grover para que la proteja en caso de que las quieran atacar.

—princesa, debo decirle que fue una mala idea realizar un contrato con ese espíritu, es un espíritu de dudosa procedencia, no es malvado pero su contrato es el de uno.

Invoca a Vincent también, este quien en un principio parecia frío y sin sentimientos, ahora parece tímido y nervioso.

—¡debería escuchar al príncipe, todo se siente caótico!

—no te preocupes—parecía confundida ante el repentino cambio de actitud

—dime, ¿qué fue lo que pasó? ¿Quién lo hizo?—Amelia le insiste y Alma no logra pronunciar palabra alguna.

—puedo mostrarle si gusta con el permiso de mi ama, pero debe saber que al estar conectados, usted también lo verá.

El joven Vincent parecía estar en un dilema de si fue buena idea haberle dicho o no pero, en cambio, Alma ya tenía una respuesta.

Alma tiembla pero asiente y nuevamente las imágenes pasan por su cabeza. Edelian dio la orden, los hombres eran caballeros bajo sus órdenes, una violacion brutal acompañada de fuertes golpes, metían en su intimidad objetos extraños para después despedazarla sin piedad. Ambas chicas temblaban, las lágrimas fluían por su solas por los ojos de aquellos perplejos cuerpos.

—¡sabía que no debía hacer esto!—el de cabello negro más mayor se maldice

—15 años tarde— le dice Grover—que patético

—no se peleen por favor—ruega Nai—ellas nos necesitan.—Nai aparece a voluntad. Ellos actuaban por si mismo cuando la situación lo requería.

Como si algo la arrastrase a la realidad, Alma vuelve en sí, limpia sus lágrimas pero es en vano, fluyen sin parar acompañado de su fuerte llanto.  Una mala idea teniendo en cuenta la situación del Castillo, unos guardias entraron, al verlas estuvieron a punto de atacar pero Grover las protege. Los cuerpos inertes de los caballeros caen al suelo, Alma tiembla, el ver aquello le aterraba sobre todo teniendo en cuenta que acababa de ver el de su amiga. Con eso en mente, se sentía patética, ¿así tomaría venganza por su amiga?

Mientras se lamentaba, su cuerpo se tensa por lo que pide a Vincent y Nai.

—¿todo bien, Alma?—pregunta Amelia

—si, solo que...—empieza a toser sangre

—su cuerpo está sufriendo las consecuencias de poseer tres espíritus de alto nivel y tenerlos presentes al  tiempo, mientras que yo uso mis habilidades. El no haberse acostumbrado le esta costando.—Grover explica brevemente

—eso no importa...Amelia llévame al cuarto de Edelain

La peliplata asiente y empiezan los tres su rumbo hacia la habitación de la joven princesa.

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—arreglate el uniforme, te ves del asco—le recrimina Félix a Andrew

—no me culpes, estuve a punto de ser violado. Voy a protestar por aquellos hombres que son abusados por mujeres

—lo sé, se como te sientes, pero puedes hacer eso después. Lo primero es que vayas con su majestad la reina y la princesa Athanasia.

—¿sucedió algo en la fiesta?—el moreno se abotona la camisa

Félix le cuenta brevemente lo que sucedió mientras el moreno escucha atentamente en silencio.

—¿la princesa Alma está aquí? Ya veo el porque su majestad se enojo de esa manera—comenta—bien, me iré entonces—acomoda su espada y sale de la habitación

Félix busca de manera impaciente en las habitaciones, pero lo único que encuentra son caballeros teniendo sexo mientras todo es un caos.

"agradezco haber rechazado a aquella mujer"

Los nobles habían sido encerrados en el salón de baile por seguridad mientras que los caballeros del Imperio buscaban a los "fugitivos".

Él no tenía tiempo de enfocarse en el desastre, tenía que encontrar a su princesa y protegerla, ese era su deber, no soportaría volver a ver a la joven en mal estado, sus pesadillas se harian realidad si eso sucediese, no podría superar aquello.

—¡aléjate!

Como instinto corre a buscar el grito de la dama en apuro, no era conocido pero tampoco podía dejar eso pasar.

Entra a una de las habitaciones y observa una situación bastante sorprendente. Duda en que hacer pero sus reflejos lo traicionan. El ataque de una hoz iba para la joven que gritaba por auxilio, por tanto detiene el ataque con su espada.

—¡aléjate, Félix!

—¡¿Princesa?!

No creía lo que veía y escuchaba, la propia princesa quería asesinar a alguien más. En ese momento un dilema inundó la cabeza del pelirrojo: ¿seguir la orden de alejarse o pedirle a la princesa explicaciones? Aunque no confiaba en preguntar la última, después de todo solo era un caballero bajo las órdenes de su amo.