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—Por aquí princesa— Félix realiza un ademán para que la joven rubia pueda correr por uno de los pasillos.

—Vaya, conoces este castillo mejor que nosotras—Halaga Athanasia al ver como el caballero entraba por lugares poco concurridos que ni ella sabía que existían.

—Privilegios de ser amigo de su majestad.

—¿Mi padre no pesa demasiado?

Athanasia estaba preocupada de que pudiesen ser descubiertos y que en ese caso, la vida de todos pudiese peligrar, sobre todo, debido a que Félix debía proteger a ambos rubios.

—He cargado cosas más pesadas durante mi entrenamiento como caballero, su Majestad no es nada comparado a eso. Por aquí, viene alguien.

Se escondieron tras unos pilares al ver varios guardias pasando.

—Los controla con magia...eso explica porque no sienten nuestras presencias—Explica el pelirrojo.

—¡los encontré!

Amelia aparece tras ellos provocando que se sobresalten y estén a punto de atacarla.

—¡Soy yo!—Levanta sus manos a modo de rendición.

—¿Cómo sabemos que eres la verdadera?

—Entre por un hueco debajo de un árbol, esa es una de las pocas salidas ocultas del Palacio. Alma solía escaparse por ahí, solo Félix, Rania y yo conocemos esos puntos.

La rubia mira al pelirrojo quien asiente, dando a entender que decía la verdad.

—Me alegro que te encuentres bien—Athanasia le sonríe.

—Lo mismo les diría, pero no parece el momento adecuado, mi familia está en la quiebra y yo me casé con un gordo anciano para mantenernos, escape por pura casualidad. Por cierto, Félix, me encontré a tu tía de camino para acá, me dio un mensaje para ti.

—¿Mi tía?

—Si. Dijo "Las aves vuelan mejor en compañía a las 8 en punto"

El pelirrojo se queda en silencio mirando a la nada para después mirar a la peliplata.

—Comprendo. Primero que nada, debemos...

Sus palabras son interrumpidas ante la aparición de Norman quien vomita sangre en medio de ellos.

—llegue por fin...

—¡Norman!

Amelia lo ayuda a ponerse de pie para observarlo con tristeza, después de todo, su piel era pálida, estaba demasiado delgado, casi cadavérico y tenía notables ojeras bajo sus ojos.

—¿Qué te sucedió?

—Enferme, pero eso no importa ahora, deben ayudar a la señorita...no recuerda nada en este momento. Los llevaré a Goldenheart, tengo fe en que podrán ayudarla.

Creo aún portal bastante inestable y pide que pasen, pero Athanasia niega.

—No puedo ir—declara—. Lucas se está comunicando conmigo, necesita que haga algo más.

—Pero entonces-

Félix intentaba pensar pero Amelia habla interrumpiendo sus pensamientos.

—Yo puedo quedarme con ella, ve por Alma, después de todo, Goldenheart no debe ser un buen lugar ahora.

—¿Pero y su Majestad? No puedo llevarlo, planeaba quedarme con él y que ustedes fueran.

—Quizás...

¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora