Reencarnar en tu historia favorita es un privilegio en cierto punto si conoces el futuro, por lo cual tendrás cosas a tu favor. Estando en un mundo de fantasía, tienes que hacer lo necesario para sobrevivir en una historia que apenas y leíste.
¿La p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•❀•❀❜❜•❀•❀❜❜•❀•❀❜❜•❀•❀❜❜•❀•❀❜❜
Alma fue a dónde Félix, quien estaba revisando un entrenamiento de caballeros por órdenes del Emperador. No podía creer que Claude lo pusiese a trabajar apenas llegaba de viaje.
—¿Qué quiero de cumpleaños? No es necesario que me dé nada Princesa.
"Su existencia para mí es más que suficiente para hacerme feliz"
Obviamente no podía decirle eso, sobre todo frente a tantos caballeros.
—pero debe haber algo—insiste.
—Déjeme pensar unos segundos.
Mientras él pensaba, Alma desvía su mirada a los caballeros que entrenaban. Dobla sus dedos alrededor de sus ojos, de manera que queden como dos círculos simulando binoculares.
—Mira esos conejos, ¿Cómo estarán las zanahorias?
Los caballeros tenían la camisa abierta en la parte del pecho, por lo que la rubia se deleitaba de felicidad al ver tal aspecto.
" Que difícil es que te guste una chica que adora ver a hombres guapos y no lo esconda. Pero ese es parte de su encanto, es muy linda"
Félix sonríe mientras suelta un suspiro para acercarse.
—no debería decir eso tan alto, quizás alguien pueda entender su significado y tildarla de pervertida—le susurra.
El pelirrojo había aprendido a comprender las frases extrañas que salían de ella, por lo que perfectamente entendió esa.
—no creo que lo sepan a menos que tu les digas—bromea—.Además, no puedo evitarlo, están sabrosos.
Los caballeros saludan a la princesa nuevamente, Félix los mira con una sonrisa lago distorsionada, estaba celoso, pero no podía demostrarlo.
—¿Ya pensante en algo para tu regalo?
Al soltar aquella pregunta de nuevo, Félix se sentía afortunado.
—tengo una, pero me preocupan las consecuencias.
—¿Con los demás?
—No, con su Majestad.
Alma estaba curiosa, por lo que pregunta directamente.
—¿Cuál es tu deseo?
—Si no es molestia, me gustaría que me acompañase a Visitar el Cañón de Halia. Le recomiendo no llevar vestidos.
Una petición bastante inusual para Alma pero que la hizo feliz más de lo que esperaba.
—Ya veo, te preocupa que mi padre corte tu cabeza.
Asiente lentamente.
—pero, ¿Porqué ese deseo? Tantas cosas que puedes elegir y decides eso.
