97-Final

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—¿Lista, Amelia?

—¡Lista!

—¿Mamá?

—¡Más que lista!

Empiezan a girar la cuerda, saltando junto a Athanasia y Jennette que está de visita.

Ha pasado ya un año desde que hubo calma con este mundo, es la primera vez que me siento cómoda tanto tiempo estando aquí, no hay preocupaciones, nada que me impida ser feliz.

—¡Más rápido!

La voz de Nai hace que mi madre y Amelia muevan sus brazos con más rapidez haciendo que nos enredemos y terminamos cayendo entre risas.

—Se ve divertido.

Grover, Vincent y Nai que mantenían a mi hermano entretenido lo intentan, para después pasar a mi madre y Amelia, nos divertimos bastante, tanto que no olvide sacar una foto de recuerdo.

—Por cierto, debería ser más cuidadosa con sus movimientos bruscos, podría ser peligroso.

Nai me observa con una sonrisa para nuevamente acercarse a la cuerda y saltar junto a mi hermana y prima.

Es cierto que podría ser peligroso, una pierna rota, un ojo lastimado, ¿Quién dice que un juego no puede ser peligroso?

—Yo quiero proponer un juego.

Lucas aparece junto a Norman, últimamente se veían ocupados, sobre todo dado que el primero entrenaba tanto a Norman como Athanasia y se encargaba de los asuntos de la torre.

Hablando de Lucas, hizo algo que según Amelia hizo en la novela, alargar la vida de todos.

—en tu mundo veía el aparato mágico conocido como televisión, ahi aparecia este tipo de juego bastante divertido. Investigué mucho sobre esto para crearlo.

Hace aparecer unas pelotas que gracias a la magia van directo hacia nosotras, Athanasia y Jennette fueron golpeadas en el abdomen mientras que Amelia y yo utilizamos la técnica facial.

—el objetivo es esquivarlo.

Norman y mis espíritus junto a mi madre son los únicos que se preocupan, todo mientras el bastardo de Lucas se ríe a carcajadas.

—Gracias por el consejo tardío.

Comenzamos a jugar un "todos Vs Lucas" era divertido a pesar de los constantes fracasos, el único que lograba algo era Norman y mis espíritus.

Pasados unos 10 minutos de juego, me alejo para sentarme bajo uno de los árboles por el cansancio, la falta de oxígeno me provoca mareos.

—Hemos traído la merienda.

Félix junto a mi padre llegan con algunos mayordomos quienes traen un carrito con aperitivos y casi de inmediato todos mis problemas físicos desaparecen.

¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora