Reencarnar en tu historia favorita es un privilegio en cierto punto si conoces el futuro, por lo cual tendrás cosas a tu favor. Estando en un mundo de fantasía, tienes que hacer lo necesario para sobrevivir en una historia que apenas y leíste.
¿La p...
—no me permite rastrearla, tampoco mediante el rastreo de magia. Esa maldita bruja nos burló.—Lucas tiene una sonrisa en su rostro mientras el tono que sale de sus labios expresa enfado—. Vi algo como esto en los libros. Si me permite majestad, me retiro hacia la torre, encontraré lo más rápido que pueda a la princesa.
Sin decir más desaparece hacia la denominada torre del Mago, necesitaba más información para resolver el problema.
—¡Sir Félix, es urgente!—Rania entró a la habitación sin pedir permiso—. ¡La reina ha desaparecido!
No había tomado en cuenta la presencia del Emperador en la habitación, quien de inmediato mira a la mujer de manera fija.
—¿Desapareció?
En ese momento Félix revisa el famoso escondite para dinero de la princesa, aquel que ella misma administraba y con el cual no tenía que rendirle cuentas a su padre. Por su parte, Rania era un mar de lágrimas al enterarse de la desaparición de la princesa, eran dos puñaladas consecutivas.
—¿De dónde salió eso?
El rubio observa la cantidad de dinero acumulado, distribuido en pequeñas bolsas, al parecer cada una con la misma cantidad. En ese momento conectaba los puntos a la perfección. La bruja no había secuestrado a su descendencia, en cambio, era su propia hija quien había decidido escapar tomando a su madre.
—¿Cómo supiste de su escondite? Ni siquiera Iris lo sabía—Amelia aparece tras el caballero
—cuando fue cambiada de palacio, en algunos momentos la veía transportar cosas de manera sospechosa, parecía un ladrón, sin ofender—responde—.Incluso Iris lo sabe.
—lo importante en este momento es encontrarla—masajea su entrecejo—. Nadie debe saber de la desaparición de la Reina y mi primogénita, estoy harto de cambiar de personal, que ni siquiera reaccionan ante una tortura, soborno o amenaza. Nadie debe entrar a sus habitaciones, actúen al margen, como si nada de esto hubiese sucedido. Rania, informa de esto a Andrew.
Asintiendo se despide para correr hacia el escolta de la Reina, pero es detenida en la puerta por la voz del Emperador.
—¿Tienes alguna idea de dónde podría estar?
Se lo pensó por un momento, había tantas posibilidades, tantos lugares que habían mencionado para vivir durante su estadía en aquella ciudadela llena de prostitutas, pero había una que era quizás, la más acertada.
—no puedo confirmarlo del todo, pero...¿Qué hay de la cabaña de su Alteza Charlotte?
Al mencionar eso, se quedan observándola de manera inquisitiva. Esta prosigue a continuar.
