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Felix después de despedirse de la princesa, toma rumbo a la oficina de Claude tal y como este lo había pedido, no sin antes ir a otros lugares.

Mientras caminaba se maldecia a sí mismo por lo patético que se vio frente a la princesa ese mismo día. Después del juramento de Michael a la princesa, se preguntaba si el podía hacer un juramento hacia ella. Las posibilidades de que un caballero deje su juramento es cuando cambia el portador de la corona de Obelia, otro es que este mismo muera o se traicione ese juramento, pero ninguno se adapta a las necesidades de nuestro caballero por el momento, esa situación no le gustaba, puesto que le agradaba la princesa y quería protegerla hasta la muerte.

Había una segunda opción, el juramento del hombre, es similar al de caballero pero específicamente va destinado a una mujer. Félix lo pensó por unos segundos, cuando de repente se da cuenta de la situación: ese juramento se le hace a la mujer que se ama.

"¿Porqué pensé en tal tontería? ¡Me estoy volviendo loco! "

De repente, pensando en el juramento del hombre, el rostro de Lilian aparece en sus pensamientos provocándole cierta incomodidad, se sentía extraño por el hecho de pensar en Lilian como si se tratara de algo más que amigos, no era la primera vez que le sucedía y eso le molestaba, porque no se sentía atraído de manera romántica hacia la doncella pero las circunstancias lo obligaban a sentirse así. Odiaba ese sentimiento.

Al llegar a la oficina del Emperador, nota que la puerta que lleva a la habitación está cerrada.

—¿Su majestad Charlotte se encuentra aquí?

—Vino a pedirme explicaciones pero se quedó dormida, últimamente se ha sentido más cansada— contesta — ahora vayamos al punto. Necesito que organices un ejército para mi

—¿Un ejército?

—si, puede que suene apresurado pero debes ir a comandar el ejercito para invadir Goldenheart

Félix se veía incrédulo ante aquellas palabras. Ir a la lucha no era el problema, la cosa era que Claude nunca se vio interesado en lo que sucedía en otros reinos.

—¿Porqué la decisión tan repentina?

—había escuchado rumores, por tanto pedí al mago de la torre llevarme y pase desapercibido. Encontré cosas bastantes repugnantes que no puedo dejar pasar, además del hecho de que asesinaron de forma cruel a una inocente.

—es por el honor de la princesa, ¿verdad? El cómo la acusaron de un asesinato

Claude lo mira fijamente, su expresión era de sorpresa para si mismo.

—aunque no lo parezca, se preocupa bastante por sus hijas.

El sonido de unas cadenas moviéndose resuena en oídos de la princesa menor.

—¿quieres morir?—ante la mirada molesta del Emperador, Félix sólo puede reír pero de inmediato calla.

—por cierto, ¿planea acabar con toda la familia Imperial?

—dos...solo dos personas en esa familia son decentes

—¿Qué hay de la princesa Alma? Soy su caballero personal

Nuevamente el sonido de cadenas moviéndose resuenan en la cabeza de la pequeña rubia quien miraba a la nada somnolienta dado que aquel sonido la había despertado.

—el caballero que ella eligió...

—Michael Barma, majestad

—pasalo al día.

—¿a quién asigno como caballero nocturno?

—podríamos dejarlo pasar

En ese momento se quedan callados imaginando el como Alma, aunque no tenga magia, intentaría escapar en un arrebato.

¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora