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—Buenos días princesa—Iris abre las cortinas de la habitación para dejar entrar la luz solar.

—Es muy temprano, déjame dormir un poco más—se queja escondiendo su cabeza bajo la almohada.

—Pero hoy es un día importante.

Entrando a la habitación se encuentran 5 mucamas.

—¡Feliz cumpleaños princesa! Que la gloria de Obelia la acompañe—saludan al unísono.

El tan esperado día del debut había llegado, la joven ya era considerada mayor de edad, solo faltaba demostrarlo a los demás.

—En la noche, será la mujer más hermosa que todos hayan visto—comenta Iris para arrebatarle las sábanas.

—El día de hoy nadie podrá verla hasta en la noche, solo Lady Amelia quien es la encargada de dirigir cómo se vera el día de hoy—comenta una de las mucamas.

—Sir Barma esta cuidando la puerta ya que Sir Loebein esta algo ocupado, vendrá en la noche para recogerla, después de todo, es su acompañante—comenta Iris mientras extiende sus brazos hacia las otras mucamas—. Eso es, páguenme.

Al parecer habían hecho una apuesta entre ellas, la cual Iris salió victoriosa y de dividió el dinero con otra chica.

—¿Pero porqué hay tanta gente?

Alma se pone de pie para caminar a rastras hasta el baño y empezar a cepillar sus dientes.

—Princesa, solo déjese llevar.

Le sirven el desayuno, mientras le enseñan la programación del día.

—Cuando culmine el desayuno, se le brindará masajes relajantes, mascarillas para el rostro, además se le pintaran las uñas de un color que combine con su vestido.

Alma se quedó pensativa, no sabía de qué color era su vestido, así que estaba curiosa.

—Luego se procede al almuerzo y a partir de ahí empieza lo intenso.

—La señorita Amelia solicita la presencia de su espíritu Nai, su alteza—una de las mucamas comunica el mensaje. 

Con el maná que ha recolectado, invoca al espíritu de ojos rojos para que se dirija al lugar indicado por la mujeres.

Empiezan con el tratamiento de belleza, pintan las uñas de Alma de modo que pareciera un cielo primaveral, además de que tenía leves decoraciones brillantes.

Después de eso llegó la tarde, las damas dirigieron a la joven hasta el baño en dónde empezaron a desnudarla.

—Esperen, puedo hacerlo sola como siempre—Ignorando la petición de la princesa preparan el agua en la bañera y la obligan a entrar.

¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora