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—Aja, si claro -Dije entre risas sin dejar de mover las orejitas de Pelu- Y ella en realidad es un perro vampiro. Mira, Pelusa dientes -Al instante mi amada obedeció la orden dejando ver a la perfección sus colmillos.

—Emma, no estoy bromeando -Contesto Erick manteniendo un semblante serio, el cual no coincidía para nada con su personalidad ni tampoco con lo que acababa de decirme. 

—Ya basta Hojitas -Le sonreí- Extrañaba tus bromas, pero no esperes que crea eso. No caeré tan fácil ¿Magia? ¡Es ridículo! -Comencé a dar pequeños toques con mis dedos sobre la espalda de Pelu, algo que simplemente le encantaba-  Hacernos caminar hasta la tribu para esta broma es un poco... Demasiado -Suspire cansada, después de todo el recorrido no es corto- Pero hey, al menos sabemos donde esta Felisa -Agregue con una gran sonrisa en mis labios- ¿Dónde vas? -Pregunte al notar como se ponía de pie.  

Sin decir ni una palabra continuo caminando, rápidamente imite su acción y junto a Pelusa comenzamos a seguirlo. No pude evitar sonreír al ver todo a mi alrededor, los terrenos de la tribu estaban completamente curados, aunque aun no estaban habitándolo. Probablemente regresaran cuando salvemos a Felisa, la cual según la información y el seguimiento que hicieron los arbóreos durante este mes, ella se encuentra no muy lejos del limite de los terrenos del Norte y Oeste. En otras palabras en medio de los territorios de Demian y Rufus, aunque ahora que él falleció técnicamente son tierras de Rose, la loba coqueta. 

Continuamos caminando hasta cruzar el rio y finalmente adentrarnos a la casa de Felisa, misma que se encuentra dentro de un árbol, como todas las de la tribu. Subimos las escaleras de raíces en completo silencio, hasta llegar a la habitación donde hace tiempo me contaron que alguien intentaba asesinarme por el color de mis ojos. Bellos recuerdos...

—¿Qué estamos haciendo aquí? -Pregunte rompiendo con el silencio que nos rodeaba. El verde agua continuo revisando entre los tantos libros que había en una repisa- No me ignores. 

—Aquí esta -Susurro para si mismo, aunque pude escucharlo a la perfección- Ten -Me lanzo un libro hacia el rostro pero afortunadamente logre atraparlo. Antes de que pudiese protestar por su acción este continuo hablando- Léelo... Si no me crees, léelo. 

—Este es el que Felisa relato mientras jugabas al titiritero con hojas -Agregue luego de abrirlo donde estaba el marcador y leer solo dos líneas- ¿Para que quieres que vuelva a-

—Continua hasta el final -Me interrumpió, sin mas suspire y continué. Era exactamente lo mismo. La leyenda de los ojos rojos, misma que me contaba papa- Si, aja hace 500 años un joven deseoso de poder, blablabla... -Suspire y seguí con leyendo hasta el final- Wow, que sorpresa -Pronuncie irónica a la vez que cerraba el libro- Exactamente lo mismo... Si querías poner en juego mi memoria déjame decirte que pase la prueba. 

—¿Qué dice en la ultima hoja? -Pregunto apuntando el libro. Suspire cansada y volví a abrir el libro. Tendrá que ser mas claro si no quiere que lo golpee con esta cosa- ¿Quién lo escribió? 

—Felisa -Conteste luego de encontrar su firma. Erick abrió sus ojos y asintió, permanecí en silencio intentando entender lo que quería decirme con eso- ... ¿Qué los libros no son escritos por brujas? -Pregunte al recordar las palabras de Daniel. El verde agua volvió a asentir- Ella no es mitad bruja... ¿O si? 

—Para nada -Se apresuro a contestar- Ahora mira las demás paginas -Susurro. Obedecí, llevándome la sorpresa de que estas estaban en blanco. ¿Qué significa esto? Continué pasando las hojas encontrándome con exactamente lo mismo, nada- ¿Solo la leyenda esta escrita, verdad? -Pregunto, rápidamente lo observe y asentí- Eso es porque lo armamos para leerte una versión modificada de la leyenda, aunque no es mucho... Este de aquí dice la leyenda original. 

Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora