Rápidamente, tome a mi amada en brazos y corrí hacia la entrada pero antes de que pudiese dar un paso fuera de la casa, una gran fuerza nos empujo haciéndonos volar unos pocos metros. Solté a Pelusa la cual afortunadamente no recibió ningún golpe puesto que logre protegerla, todo el lado izquierdo de mi cuerpo se encontraba algo adolorido, coloque una mano en mi cabeza y mire hacia atrás sin dejar de oír aquel insoportable pitido, la casa estaba siendo consumida por las llamas.
Al instante me puse de pie y nos alejamos del lugar, esto no era bueno. Mierda no debíamos llamar la atención. Suspire y apresuramos el paso para no cruzarme con ningún vecino. Él fue uno de los involucrados en la muerte de mis padres, y por mas cruel que suene, supongo que el destino le dio una cucharada de su propia medicina...
Ahora simplemente caminábamos bajo el cielo estrellado de Noggwa, no obtuve demasiada información de parte del azulado, pero al menos conseguí ese extraño libro. Dirigí mi mirada al cielo, intentando recordar algo de sobre Connor, nombre que me resultaba familiar, escalofriantemente familiar.—Beige -Pronuncie de forma inconsciente, sorprendiéndome. Al instante miles de recuerdos llegaron a mi mente, los sueños que tuve hace un par de días ahora tenían sentido. Aquella persona que un día llego al pueblo y merodeaba cerca de casa. Desde su aparición el azulado había comenzado actuar mas extraño de lo usual.
Comencé a recordar todas las ocasiones en las que vi su color y el extraño sentimiento que me invadió al verlo la primera vez, si hubiera seguido mis instintos quizá pude haber evitado que la explosión ocurriese... A medida que los fantasmas de mi pasado se manifestaban frente a mi, una presión en mi pecho comenzó a volverse mas fuerte siendo acompañada por la dificultad para respirar y una vista borrosa. Pero ninguna lagrima cayo.
Cuando finalmente logre concentrarme en la realidad el corazón me dio un vuelco, de manera inconsciente había caminado hasta casa, o al menos al lugar donde antes lo estaba. Como era de esperarse volvieron a construir en el lugar... Siendo guiada por una mezcla de curiosidad y nostalgia camine hacia el patio, con cuidado de no ser vista por nadie. Pelusa permanecía a mi lado, aunque podía notar sus inmensas ganas de correr por lo que algún día fue nuestro jardín.
Al llegar otra oleada de imágenes inundo mi mente y como si ambas recordásemos algo caminamos hacia el bosque. Siendo guiada por un sentimiento no tan claro como para comprenderlo pero si lo suficiente como para saber hacia donde ir.
En un punto ambas nos detuvimos y comenzamos a cavar rápidamente, de alguna forma sentía que había algo impórtate. Finalmente de entre la tierra encontramos una caja de metal, pase mi mano por la tapa, para limpiarla, y leí lo estaba trazada en esta; ''Para el futuro''. Finalmente logre recordar, esta era la capsula del tiempo que enterramos cuando cumplí 8 años... Tome la pequeña linterna que Daniel me había entregado antes de abandonar la manada y gracias a la luz que esta me brindaba logre ver lo que habíamos guardado con tanto entusiasmo hace 10 años: Fotos, cartas, y una pequeña caja de cartón color rojo atado con una cinta rosa.
Un crujido se escucho cerca de nosotras y rápidamente guarde todo en mi mochila mientras formaba un arma con ayuda de las Pedreneas. Mi amada gruñía mientras yo intentaba encontrar la ubicación de aquello que estuviese tan cerca, una vez logre identificarlo detrás de un árbol no despegué mi vista de él. Pelusa ladraba enojada.
Aunque no lograba escucharlo lograba ver su escénica moviéndose hacia nosotras, en completo sigilo. Me coloque frente a Pelu para protegerla, pero al notar como mi amada dejaba de ladrar seguido a un golpe seco, voltee alarmada.
—¡Es una emboscada! -Me grito Keira y tenia razón, sin que ninguna nos hubiésemos dado cuenta nos habían rodeado.
Mi amada estaba tendida en el suelo, rápidamente la cargue en brazos dispuesta a comenzar a correr pero antes de que pudiese hacerlo algo se clavo en mi brazo, causando una extraña sensación de pesadez en este, sin tomarle mucha importancia inicie con nuestra huida, debía alejarnos de aquel sitio, a como de lugar. A medida que avanzaba sentía como mis pasos se hacían mas pesados, pero no me detuve, volví a sentir como algo se clavaba en mi hombro causando que la pesadez aumente. Continúe corriendo hasta que un fuerte dolor en mi cabeza me obligase a caer, me coloque sobre mi amada y sin mas mis ojos se cerraron.

ESTÁS LEYENDO
Ojos rojos
WerewolfEra inevitable, las llamas fueron participes de un intento desesperado por cambiar el destino que le amparaba. Finalmente pudo estar en paz... Pero olvido un pequeño detalle, una vez su destino fue pronunciado, ya no existía forma de cambiarlo. Deb...