El sol lentamente bajaba y la música sonaba, oficialmente la fiesta había iniciado. Con ayuda de la magia de los arbóreos logramos armar un pequeño escenario en el cual se encontraban los encargados de la musicalización de este evento, Noah observaba con asombro todo a nuestro alrededor y aunque ya estoy algo costumbrada a las magnificas habilidades de esta especie yo también me encontraba igual de sorprendida que el turquesa.
Al ritmo de los tambores todos comenzaron a moverse siguiendo algún tipo de coreografía que ni el pecoso ni yo sabíamos, pero de igual forma intentábamos seguirlos, imitando el movimiento de sus pies y manos con torpeza. Pelusa simplemente se revolcaba contra las hojas siguiendo su propia danza, la cual era mejor que el baile que intentábamos realizar con el colorado. La risa de Erick llego a mis oídos y al verlo pude notar lo divertido que se encontraba por nuestro espectáculo, sus palabras exactas fueron ''Parece que se les subieron las hormigas'', pero de igual forma nos motivo a continuar intentando e incluso nos mostro de forma lenta algunos pasos.
Cansada de no atinarle a nada decidí simplemente cerrar mis ojos, sintiendo así la extraña vibración que generan las pisadas de todos a nuestro alrededor, con el sonido de los tambores penetrando en mis tímpanos termine por dejarme llevar y al oír como la velocidad de la música aumentaba mis pasos fueron mas rápidos. Salte en el aire al sentir un fuerte golpe de los tambores, y al ver a mi alrededor me percate de que todos estaban haciendo lo mismo, aterrizamos y continuamos moviéndonos, sorprendentemente mis pasos coincidían con los del resto.
Noah y Erick observaban con asombro mi repentino mejoramiento, pero ninguno menciono nada al respecto, limitándose a continuar con su pequeña clase para que el pecoso pudiese entender lo que sus pies debían hacer. Era extraño como mi cuerpo se movía a voluntad propia, atinando a la perfección con los movimientos que el resto de arbóreos realizaba pero no voy a quejarme, esto es grandioso.
Pelusa continuaba revolcándose contra el suelo, cerca de mis pies pero con el espacio suficiente para no ser pisada por mi. Observe el suelo notando como lentamente pequeñas flores comenzaban a florecer a mi alrededor, mi esencia brillaba con intensidad llegando a expandirse de una forma magnifica, el amarillo de mi amada comenzó a hacer lo mismo generando un hermoso espectáculo que solo yo era capaz de ver. El sol finalmente estuvo a punto de desaparecer por lo que, aun bailando al ritmo de la música, comenzamos a acercarnos al rio para poder ver el brillo de las Pedreneas bajo el agua.
—Emma... -Susurro Noah a mi lado una vez todos nos detuvimos para apreciar el brillo de aquellas piedras mágicas- Esto es hermoso, gracias por traerme -Agrego con una gran sonrisa en sus labios, sin apartar la vista de en frente.
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—Adiós Felisa, salúdanos a Erick -Pronuncie luego de separarme de nuestro abrazo. Si bien nos demoramos mas de lo esperado aun era relativamente temprano, por lo que decidimos irnos aunque la fiesta continuase.
—Vuelvan pronto -Agrego con una sonrisa- Espero volver a verte, Noah -Agrego observando al pecoso a mi lado.
—Eso me encantaría -Contesto con una enorme sonrisa en su rostro. Efectivamente se había divertido. Sin mas comenzamos a caminar de regreso a la manada- No te preocupes, estoy bien -Dijo antes de que llegásemos al primer Recorte.
—Eso espero -Agregue, después de todo deberíamos de encontrarnos en su habitación y no en medio del bosque cuando sus oleadas mas fuertes están acercándose- Lo mas probable es que estén preocupados... Pero que la Emma del futuro se encargue de eso -Pronuncie restándole importancia al asunto para no deprimir a mi amigo- ¿Te divertiste?

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Ojos rojos
WerewolfEra inevitable, las llamas fueron participes de un intento desesperado por cambiar el destino que le amparaba. Finalmente pudo estar en paz... Pero olvido un pequeño detalle, una vez su destino fue pronunciado, ya no existía forma de cambiarlo. Deb...