Ojos rojos

#18

Finalmente terminamos nuestro almuerzo, tuve que contarle literalmente todo lo que hice en estos últimos... ¿17 días?, parecía realmente interesado. Según me contó aquella pelea que tuvimos fue una forma de ''evaluarme'' y al parecer ya no es necesario que continúe con este entrenamiento intensivo, puedo hacer como los demás, simplemente, ir algunos días para seguir en forma. Por un lado me sentí aliviada, ya podría irme de este lugar, fue divertido, pero no puedo olvidar la verdadera razón por la que entrene, estaba obligada a hacerlo. Estoy en este sitio en contra de mi voluntad.        

—Pero tendrás que quedarte mas tiempo -Dijo tranquilo. Mi sonrisa desapareció.

—¿Como? -Lo observe algo enojada.  

—Todavía no controlas la transformación, queda un largo camino por recorrer... Cuando seas capaz de eso seras libre -Volví a sonreír. Podré irme...  Realmente lo deseo.

Continuamos hablando de distintas cosas, supongo que no es tan malo después de todo. Finalmente me propuso dar un paseo por el bosque, acepté, pero con la condición de poder ver a Liam,es verdad que Daniel me caía un poco mejor que antes, pero definitivamente prefiero a su lobo. Caminamos por la manada para poder comenzar con nuestro paseo, como era un día caluroso preferí quedarme con el top deportivo. 
Por alguna extraña razón el tatuado comenzó a gruñir, mi amada y yo lo observábamos de reojo. Su color se volvió aun mas extraño, se había oscurecido pero a su vez este tenia partes amarillas, como pequeños brillos. Lo mire asombrada era la primera vez que,en 18 años que llevo viendo estos colores, eso pasaba. 
De un momento a otro comenzó a caminar mas cerca de nosotras, su brazo rozaba con el mio, claramente me aleje pero fue inútil, pues volvió a colocarse a mi lado. De golpe me percate de un color anaranjado. Inconscientemente frene y voltee, Lukas estaba acercándose rápidamente a nosotros. 

—Al fin te encuentro... Por la diosa ¿Donde estabas? -Dijo mirando a Daniel mientras recuperaba el aliento- Hola Emma  ¿Como has... -Me observo de arriba a abajo-... estado? 

—Bien -Le sonreí- Extraño que vengas con mi Sándwich -Dije recordando cuando estuve encerrada en esa celda. Daniel volvió a gruñir, Lukas pareció alarmarse un poco.

—¿Me buscabas? -Preguntó molesto el tatuado.

Comenzaron a hablar de cosas que no entendía, algo sobre manadas, Rougers, brujas, Arbo no se que y mas nombres raros que ni siquiera puedo repetir. De lo único que pude enterarme fue sobre una reunión en quien sabe donde. Cuando finalmente terminaron su charla y Lukas estaba por irse decidí decirle una ultima cosa. 

—Por cierto... -Ambos me observaron- Me queda poco tiempo en este lugar -Sonreí, pero me miro extrañado- Daniel dijo que podre irme una vez que pueda controlar mis transformaciones - Aplaudí emocionada. Pero él parecía confundido, luego de mirarme por unos segundos habló.

—¿Daniel dijo eso? -Observo al tatuado de manera extraña.

—Si -Contestó rápidamente.

—Oh... Entiendo ¿Por casualidad aun no mencionaste que-

—No -Lo interrumpió antes de que terminase- Ya tenemos que irnos. 

Ambos se observaron fijamente por varios segundos, no decían nada pero era como si estuvieran discutiendo con la mirada. Finalmente el anaranjado suspiro y asintió, se despidió y se fue. No entendía lo que acababa de suceder pero fue, un poco demasiado, extraño. 
Continuamos con nuestra caminata y lentamente nos adentramos en el bosque, mi amada espero mi aprobación para poder correr por el lugar, ella estaba contenta de moverse con libertad, la observe recordando los viejos tiempos, cuando explorábamos el bosque junto a mis padres y  jugábamos en el pequeño rió. Aun no olvidaba el rostro de ellos, tampoco sus voces y espero nunca hacerlo. 

—Esta bien entrenada -Dijo Daniel rompiendo el silencio- ¿Fue difícil? 

—Oh... Yo solo ayude un poco. Ella es así gracias a mis padres -Sonreí con nostalgia- Todo lo que somos es gracias a ellos. 

—Deben ser buenas personas, me gustaría conocerlos -Me miro alarmado- No lo pensé hasta ahora, pero ¡¿No están preocupados?!, realmente lo siento, no te di oportunidad para que les avisaras que estabas bien y ademas n- Lo interrumpí.

—Murieron -Me miro sorprendido y guardo silencio sin apartar la mirada, buscando las palabras adecuadas. Sé lo que esta pensando- Fue hace 8 años, me salvaron, no recuerdo bien lo que sucedió, solo sé que había muchas personas y que nuestra casa exploto, poco tiempo después de que me alejara de esta... No pudieron salir a tiempo. Desde entonces solo somos ella y yo -De alguna manera Pelusa se acerco, como si supiera que necesitaba acariciarla.

—Lo... Lo siento, no sabia -Hizo una reverencia- Realmente pido que me perdones, no fue mi intención que recuerdes algo tan doloroso -Solté una leve risa causando que él levantase la cabeza en mi dirección, estaba confundido.

—No te preocupes, como dijiste antes, no lo sabias -Le sonreí mientras me levantaba. Mi amada continuo revolcándose en las hojas- Ademas... No es algo que pueda o quiera olvidar, después de todo, son mis padres. Su recuerdo no es doloroso, sé que están cuidándome desde algún lugar, puede que sean ángeles, estrellas, la brisa que sopla en este momento o el sol que me ilumina todos los días -Levante la cabeza observando el cielo- Ellos seguirán vivos mientras yo los recuerde, no estoy sola. Jamas lo estuve -Mire a Pelu con una sonrisa- Así que siéntete libre de preguntar lo que quieras... ¡Pero que sea después de ver a Liam! -Ambos comenzamos a reír. 

—Pido disculpas en nombre del bruto de mi humano -Dijo una vez que sus ojos se volvieron celestes- Encantado de volverla a ver Emma -Dio un beso en el dorso de mi mano- Disculpe mi atrevimiento, pero debo pedirle que se voltee para poder comenzar a desvestirme, después de todo estoy seguro que quiere acariciar mi pelaje -Asentí mientras volteaba- No se asuste, dejare la ropa detrás de usted, por favor agárrela una vez este en mi forma original. 

Acto seguido comenzaron a escucharse fuertes sonidos, según tengo entendido esto se debe al cambio y crecimiento de los huesos, el solo pensarlo me da escalofríos. Poco tiempo después estos cesaron y algo lamió mi mano. Voltee sonriendo, el gran lobo blanco estaba frente a mi. Me senté en el suelo y lo comencé a acariciar, detrás de las orejas, su lomo, su panza, lugares donde  supuse se sentirían bien. Esta tarde seria divertida, podía sentirlo, puede que hasta conozca un poco mejor a Daniel y, en definitiva, pasar tiempo con Liam. 

—No te confíes -Dijo amargada- No olvides lo que te dije antes, no debes confiar en él  

—Si me explicaras tal vez podría creer algo de lo que estas diciendo -Sentí como gruñó- No, ni lo pienses lobita, nada de berrinches. Hablaremos de esto mas tarde, no vas  arruinar mi momento -De alguna forma corte nuestra comunicación, o quizá se enojo y no quiso hablarme, quien sabe...        

« A la hermosa persona que este leyendo esto: Buenos días, tardes o noches, ¿Como estas?, me alegra que hayas llegado hasta este punto y espero lo estés disfrutando. Por favor no te olvides de votar y comentar, así podre saber si te esta gustando mi historia. Es la primera vez que escribo sobre este genero, así que espero estar haciéndolo bien. Y si no... De los errores se aprende, me gustaría que me digas es que estoy fallando, así la historia y yo podremos mejorar. Gracias por tomarte el tiempo de leerme, ya puedes continuar. »

—Ritmis