Esos dos me bajaron, hicieron una reverencia al tatuado y se retiraron. Nos quedamos en silencio, el que no dijera nada me ponía mas nerviosa de lo que ya estaba por mis recuerdos sobre escenas de tortura en películas.
—Siéntate -Dijo causando que me sobresaltara
—¿Por que? -Cuestione alejándome unos pasos de él- ¿Que esta pasando?
—Solo siéntate -Repitió mientras cerro la puerta dejándonos a oscuras
Comencé a acercarme lentamente al centro de la habitación, el único lugar iluminado, poco pero iluminado. No podía verse nada mas allá de esa horrible silla, me senté y mire en su dirección. En definitiva lo que mas me gustaba de estos colores era que me permitía saber donde se encontraban las personas en una situación como esta, estando completamente a oscuras, ante mis ojos él era una figura de luz. De una luz muy extraña.
Comenzó a moverse por la habitación, dejando un leve rastro de su color esparcido en el aire. Comencé a seguirlo con la mirada, sea lo que sea que este haciendo no planeo perderle de vista—¿Puedes verme? -Hablo por fin luego de darse cuenta que lo observaba
—Por favor... Al grano -Suspire- Tengo mucha hambre, sueño y pocas ganas de hablar con un desconocido y ade-
—¿Donde esta? -Me preguntó mientras se acercaba
—No te estoy entiendo -Lo mire confundida
—¿¡Donde esta ella!? -Grito de la nada, su color se oscureció- La única pista que tengo es una estúpida humana -Murmuro para si mismo
—¿¡Donde esta quien!? -Grite enojada y algo confundida ¿Quien se cree para hablarme así?- ¡Si tan solo fueras capaz de hablar como una persona normal tal vez podría contestar algo! -Solté obvia
—La loba de la cueva -Dijo luego de calmarse un poco- ¿Donde esta la loba negra?
Me quede en silencio mientras lo observaba con mi ceño fruncido. Sentí una pequeña punzada en la cabeza. Intente recordar algo, alguna loba negra, pero nada, solo aquel lobo blanco de ojos celestes. Trato de recordar aun mas cosas, el color de los demás lobos que estaban con él, pero podría jurar que ninguno era negro.
—Quizá... ¿Quizá te refieras a un lobo blanco? - Me miro enojado- Yo solo vi a un lobo blanco -Afirme
—¡No mientas! -Grito en mi cara, era la primera vez que podía apreciar el color celeste de sus ojos- ¡Ella nos llamo, llamo a su manada! -Noté como la vena de su cuello comenzaba a marcarse- ¿¡Donde esta!?
—No estoy entendiendo nada de lo que dices -Dije lo mas calmada que pude, necesitaba que se calmase, gritarle no serviría de nada- ¿Por que crees que sé donde esta?
—Nos guió a la cueva, luego de asegurarse de que era yo, desapareció -Se sentó en el suelo mientras trataba de controlar su respiración- Estuviste con ella, tenias su olor... ¡Tu asqueroso olor mezclado con el de ella! -Golpeó el suelo- ¡Sé que sabes donde esta! ¿¡Por que la ocultas!? -Me miro a los ojos, su mirada mostraba un profundo dolor, su color se había aclarado. Esto le dolía
No entendía la razón de por qué él estaba tan seguro de que yo sabia algo pero de igual forma volví a intentarlo, está desesperado y si puedo ayudarlo de alguna forma lo intentaría, ademas no podre irme hasta que él obtenga algo de mi. Repase en reversa todos los acontecimientos de esa noche. Pero no, no vi ningún lobo negro. Un leve recuerdo llego a mí, aquella noche mientras defendía a Pelusa de aquellas personas ¿Que paso?...
Mi cabeza duele ¿Por qué no puedo recordar esto? Vuelvo a intentarlo con todas mis fuerzas otro pequeño fragmento llego a mi. Mis brazos cubiertos de pelo... Esto duele demasiado, no creo poder aguantar mucho mas, pero, estoy cerca. ¡Con un demonio! ¿Por que esta pasando esto? Si hasta recién recordaba absolutamente todo, otra imagen llego... Pelo negro, mis brazos estaban cubiertos de pelo negro, mejor dicho todo mi cuerpo. Y de golpe todos los recuerdos volvieron ¿Yo soy a quien busca?
—Creí que eras mas débil... No debí subestimarte- Volvió a aparecer la mujer en mi mente- Lo siento, lo hice para protegernos. No debes confiar en esa persona... -Sentí como gruño- No le digas que somos esa loba -Volvió a desaparecer
—Realmente lo siento -Aparte la vista. No muy segura de lo que estaba por decir- Pero no estoy segura de lo que paso esa noche... Yo no vi a ningún lobo de ese color
∼Nunca debes mentir∼ Recordé una de las reglas de mi padre. Para él la verdad lo era todo... Mi pecho comenzó a doler, siento que estoy traicionándolo. Tengo que decirle lo único que sé
—Aunqu-
La puerta se abrió de golpe evitando que continuase hablando, la habitación se ilumino un poco y el chico anaranjado parecía agitado, se acerco a nosotros y le susurro algo al oído. Este solo asintió y acerco su rostro al mio, sus ojos eran grises. Que extraño, antes parecían celestes. No solo su color es raro, ahora sus ojos también.
—Continuaremos mas tarde -Se alejo- Encierrala -Le ordeno al otro chico
—¿¡Que!? -Dije algo asustada mientras me paraba- ¡No pueden mantenerme en este lugar! -Grite enojada
—Observame -El tatuado salio de la habitación y antes de irse observo al chico anaranjado que estaba a mi lado- Ya sabes que hacer
Y así es como ahora estoy caminando por estos estúpidos pasillos interminables, dirigiéndome a donde sea que me encerraran. Mi panza comenzó a rugir exigiendo comida, nunca había sentido tanta hambre en mi vida. El silencio me molestaba y desde el momento en el que lo vi cruzar la puerta quiero preguntarle. Comenzamos a bajar unas escaleras. A medida que avanzábamos los pasillos se volvían mas tenebrosos, mas descuidados. Podría jurar que hasta vi sangre en la pared. Si lo dejan así para asustar a sus invitados, pues bien lo consiguieron. Estoy aterrada.
—¿La encontraron? -Pregunté con la esperanza de que siguiera escondida, lejos de estos locos
—Aun no... -Doblo hacia la derecha, lo seguí- ¿Que le pasa a tus ojos?
—Nada ¿Por que? -El vio mi color natural, es obvio que este extrañado
—¿Por que son de color rosa? -Preguntó. En realidad son Magenta- Es extraño que una de tu especie posea ese color... -Mi estomago volvió a gruñir- ¿Hambre?
—Mucha -Admití. Nunca estuve tan agradecida con mi estomago como en este momento-
—Veré que puedo hacer...
Entramos en una habitación llena de celdas completamente vacías. Por suerte en estas había algo de luz que entraba gracias pequeñas ''ventanas'' en lo mas alto de las celdas, estas debían medir unos 15 cm. o menos... Pero peor es nada. Él se acerco a la que parecía la mas limpia y la abrió.
—Entra -Movió se cabeza hacia dentro de la celda. Lo mire horrorizada- Lo siento, son ordenes... Ademas, si te dejamos en otro lugar podrías escaparte -Entrecerró sus ojos mientras me observaba
Sonreí al recordar que salte desde la ventana porque él me había encerrado. Me acerque a la celda y antes de que tan siquiera pueda hacer algo, me empujo dentro y cerro la puerta rápidamente.
—Soy Lukas... - Sonrió apenado- Voy a buscar algo para que comas
—Emma, encantada...-saque mi brazo por entre los barrotes para poder estrecharle la mano.
Luego de esto se fue, dejando en el lugar un leve color naranja que fue desapareciendo lentamente. Tal vez fue a buscar comida o a disfrutar de su libertad...
Me pare en la ''cama'' que había en mi celda, para poder ver hacia fuera. Me agarre de los barrotes para no caerme. Solo se podían ver los pies de las personas que pasan, que deprimente.
ESTÁS LEYENDO
Ojos rojos
مستذئبEra inevitable, las llamas fueron participes de un intento desesperado por cambiar el destino que le amparaba. Finalmente pudo estar en paz... Pero olvido un pequeño detalle, una vez su destino fue pronunciado, ya no existía forma de cambiarlo. Deb...