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Han pasado cuatro días y no he vuelto a ver a Daniel desde entonces, su esencia tampoco esta en los alrededores de la manada, simplemente se esfumo y ni siquiera Lukas sabe donde fue, por lo que él esta al mando ahora. La noche que desapareció apenas y pude dormir. Gran parte de la manada corrió hacia el bosque, tras escuchar el aullido del alfa, y no volvieron hasta el amanecer, causando que por culpa del crujido de las hojas y el movimiento que lograba sentir cerca, me despertara repetidas veces a lo largo de la noche. 

Mi sueño es realmente muy ligero, ya que en aquellos años a la intemperie debíamos tener cuidado, tanto de los animales del bosque como de las personas, siempre estábamos alertas a nuestro alrededor y, por mi parte, desde la muerte de mis padres jamás había logrado dormir una noche entera sin despertarme ni una vez... O al menos no hasta llegar a este lugar. 

Aunque en el exterior el sonido apenas sea existente sigo sin poder conciliar el sueño, no importa cuan cansada este, simplemente me era imposible dormir mas de tres horas en toda la noche y, debido a esto, debajo de mis ojos pueden apreciarse unas horrorosas ojeras. En esos momentos de insomnio me sorprendo a mi misma pensando en el idiota de Daniel, intentando encontrar respuestas a lo ocurrido pero simplemente me es imposible, el no tener respuestas provoca que mi preocupación aumente y eso genera la aparición de mas preguntas ¿Por que se fue? ¿Dónde fue? ¿Estará bien?...   

Mis entrenamientos con Erick continuaron y mis habilidades mejoraron notoriamente tanto en el trepar arboles como en la manipulación de la naturaleza. Debido a que no tengo un papel importante en la manada, o al menos no de forma oficial, ni al tatuado esperándola que llegue antes del anochecer, tenia mucho mas tiempo para practicar. Incluso logre transformarme una vez, aunque no tengo colaboración de mi loba, la cual también desapareció desde aquella noche. Y aunque de alguna forma la siento en mi interior, simplemente se niega a conversar. 

Si bien estoy preocupada por Daniel, aunque quisiera, realmente no puedo hacer nada y debo continuar lo que estoy planeando desde que supe que alguien esta detrás de mi y que esa misma persona mato a mis progenitores. Voy a volver al lugar donde todo ocurrió, Noggwa mi hogar, necesitaba encontrar pistas de quien era ese malnacido y para eso debía comenzar desde el principio, debía recolectar información. Por el momento yo tenia ventaja, ya que piensa que estoy muerta, pero esto no durara mucho tiempo, por lo que debo encontrarlo antes de que él lo haga. Debo terminar con lo que comenzó cuando yo tan solo tenia diez años.  

—Emma -Unos chasquidos delante de mi rostro me hicieron volver a la realidad- Estas muy distraída ¿En que piensas? -Preguntó Erick parado frente a mi. Ahora ambos estábamos en el mismo árbol, ni siquiera lo había escuchado llegar- ¡Concéntrate! -Me golpeo la cabeza con una rama y comenzó a trepar rápidamente antes de que pudiese devolverle el golpe. Así comenzó nuestra carrera. 

»»»»»:«««««

Felisa y Erick ya están al tanto de mis planes, me sentí en la obligación de decirles ya que esto seria posible gracias a toda la información que ellos me brindaron, sin mencionar lo que me enseñaron en este ultimo tiempo. Tengo el presentimiento que me será muy útil en mi búsqueda. 

Observe como el cielo cambiaba de color, comenzaba a volverse algo rosado mientras mantenía partes celestes, era simplemente hermoso y casualmente es el momento perfecto para dirigirme al rio a recolectar algunas Pedreneas, es curioso como estas brillan cuando comienza el atardecer, aunque jamás he podido observar su brillo máximo debido a que este ocurre por unos pocos minutos justo antes de que el sol desaparezca por completo... Para mi desgracia en ese entonces ya me encuentro en la manada.

Mi amada se limitaba a sostener en su boca el pequeño bolsito que arme con hojas, cosa que me enseño el verde agua, para poder guardar las Pedreneas, claramente no llevaría tantas, pero ya que estoy mojándome los pies recolectare las necesarias para que ningún arbóreo deba hacer esto hoy. Cuando casi estaba terminando, algo lejos de la orilla donde nos encontrábamos, pude notar un brillo mas intenso, algo curiosa me acerque, provocando que el agua llegue a mis rodillas, y metí mi mano en el agua para poder agarrar aquel objeto resplandeciente. Una vez en lo tuve lo observe cuidadosamente, era una piedra blanca de cristal, al verla recordé inmediatamente los cuarzos que mi madre coleccionaba. Sin pensarlo mucho la guarde en mi bolsillo y regrese con mi amada para continuar con mi tarea. 

Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora