#11

2.3K 186 8
                                    

—¿Que? -Lo mire confundida, estaba comenzando a enojarme- ¿Esto es una especie de broma de mal gusto?... -Sin respuesta- ¿¡No dijiste que no nos encerrarías!? 

—Dije que no volverías a la celda... Nunca dije que podrías irte -Contestó tranquilo, como si no fuera la gran cosa. 

—Debes estar bromeando... ¿Y que se supone que haga? -Intente calmarme un poco, mi amada se estaba alterando- ¿Mudarme a este lugar?

—Exacto, veo que ya entendiste... Ademas tengo que expli-¿A donde vas? -Preguntó confundido.

No, definitivamente no. No pienso quedarme en este lugar con este loco, por mucho que me guste el perro blanco gigante no vale la pena. Me voy. Al parecer Pelu estaba esperando esto ya que antes de que me levantase ella ya estaba lista para irse. Sin esperar a que el imbécil siga con su charla comencé a caminar hacia la puerta, la abrí pero se cerro de golpe y mi espalda choco contra esta, enfrente mio ahora tenia a Daniel, me miraba enojado. 

—No vas a irte -Su extraño color se oscureció, ¿Él esta enojado, es enserio? Con que derecho se enoja.

—¿Y quien va a impedirlo? -Hice una seña a mi amada para que no se acerque.

— ¡Tienes prohibido dejar mis territorios! -Grito de forma extraña mientras se acercaba mas a mi. Sus ojos cambiaron a azules

—No me vuelvas a gritar -Dije enojada con una voz firme ¿Quien se cree que es para hablarme así?- Suéltame ¡Ahora! -Y sorprendentemente así lo hizo. Sus ojos volvieron a su gris natural. 

—¡No tienes a donde ir!... ¡Te encontramos en una cueva a mitad del bosque! -Afirmó- En todo este tiempo solo te preocupaste por esa cosa -Apunto a mi amada, esta en respuesta le gruñó- Es peligroso que-

—Ya me preocupare yo por mi vida -Lo interrumpí- Con permiso ''Alfa'' -Dije irónica, le dirán así porque se cree muy macho. Lo aparte y le di la espalda. 

 —¡No puedes irte! -Dijo sin tocarme- Eres nuestra... Por favor -Lo ignore y abrí la puerta- ¡Mía! -Gruño de golpe.

La puerta volvió a cerrarse, quise voltear para estar cara a cara otra vez pero estaba demasiado cerca como para intentar moverme. Pelusa cada vez gruñía mas fuerte, no puede acercarse, quien sabe como podría terminar eso. Sentía su respiración en mi nuca, algo rozo mi cuello causándome escalofríos, comenzó a olerme, era extraño. Si no fuera porque sé quien esta detrás mio creería que es un animal... Me quede quieta, sentía que con cualquier movimiento que haga, por mas mínimo que sea, algo malo pasaría. Apartó mi cabello a un lado, al parecer le molestaba, acercó aun mas su nariz y gruñó enojado. 

De pronto me sentí extraña, como si no tuviera control sobre mi cuerpo, como si estuviera en una historia donde deciden lo que debo hacer y no tuviera mas opción que obedecer... Me sentí como un títere. Mi cuerpo giro sin que yo pudiese controlarlo. Lo empuje al suelo y me agache a su altura, mientras me miraba asombrado con sus ojos nuevamente celestes.

—No importa cuanto te esfuerces, no podrás olernos -Una de mis manos agarro su rostro por las mejillas con desprecio. Lo acercó dejando pocos centímetros de distancia entre nuestros rostros, sentí como se formo una sonrisa en mis labios. De un rápido movimiento estaba parada, observando al tatuado desde arriba- ¿Entendiste Imbécil? No cometeré el mismo error dos veces... -Mis brazos se cruzaron en mi pecho y mis ojos comenzaron a observar el lugar, mi amada se había alejado y su color titilaba. Tenia miedo, me temía. Yo debía protegerla, no asustarla- ¡Basta! -Pude decir al fin mientras caía de rodillas al suelo, acababa de recuperar el control de mi misma- ¿Que esta ocurriendo? 

Estaba asustado, no voy a negarlo. Mire a Pelu, quien comenzó a acercarse lentamente, Ya casi dejaba de tener miedo, su hermosos color amarillo volvía lentamente a la normalidad. Cuando estuvo lo suficientemente cerca la acaricie y termine por abrazarla mientras me disculpaba por haberla asustado. Daniel no decía nada, estaba sentado en el suelo enfrente mio, solo me observaba. 

—¿Que acaba de pasar? -Pregunté intentando sonar calmada.  

—Es por eso que no puedes irte... No sabes controlarla y terminara por controlarte a ti -Contestó finalmente- Hay... Todo un mundo que no conoces. Antes tenia mis dudas pero acabo de confirmarlo, realmente no tienes idea

—¿Tengo esquizofrenia? -Pregunte asustada, eso explicaría aquella voz. Negó con la cabeza- ¿Múltiple personalidad? -Volvió a negar- ¿¡Entonces que acaba de pasar y por que escucho la voz de alguien mas aquí!? -Apunte a mi cabeza, estaba desesperada. 

—No... Esa voz es... Tu loba -Dijo lentamente esperando a mi reacción

—¿Eh? -Lo mire confundida- ¿Mi que?

—Loba... Yo también tengo un lobo, es normal entre nuestra especie... Aunque es algo extraño el que puedas ocultar tu olor -Termino de decir en un susurro- Supongo que tendremos que investigar mas sobre tu condición ademas de que tu velocidad tampoco se iguala a la nuestra, tus heridas tardan mas en sanarse... Y , al parecer, la voz de alfa no surte efecto cuando abrís la boca. Si funciona con otros alfas puede ser ventajoso -Sonrió de lado- Tener un mate con esta peculiaridad puede ser muy útil -Dijo mas para si mismo que para mi.

Okey... Si, esta loco, ya no queda duda. No entiendo ni una palabra de lo que dice y a medida que sigue hablando las cosas se vuelven aun mas confusas ¿Se supone que esta explicándome algo? Creo que es que obvio que todo lo que me esta diciendo no sirve de nada, ademas de que tengo hambre y toda mi atención se va hacia el vacío que siento en mi estomago.     

—No te estoy entendiendo -Lo interrumpí- No se que es un alfa, mucho menos la voz de alfa... Tampoco entiendo a que te referís con mate -Mi estomago comenzó a rugir- Y si te soy sincera muero de hambre -Me levante del suelo- No es que la charla no este interesante... Pero la disfrutaría mucho mas con no se, una manzana en mi mano, por ejemplo... O cualquier cosa que no sea un sandwich -Hice una mueca de asco con tan solo pensar en uno. Comer lo mismo tantas veces no es recomendable... 



Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora