Corrí en dirección al bosque, me repetí una y mil veces que no debía voltear, les prometí que no lo haría, que seguiría corriendo sin importar que... Pero no pude mas, gire y observe mi hogar, tenia ganas de volver pero eso era algo que definitivamente ya no podría hacer. Aun desde esta distancia y escondida detrás de un árbol ese verde oscuro, casi negro, podía seguir viéndose, tal vez por su oscuridad misma. Acaricie la cabeza de Pelusa, que se encontraba a mi lado, inquieta, ambas estábamos nerviosas ¿Por que aun no salían?
—Tal vez están agarrando algo para comer- Dije para mi misma
Pocos segundos después un color azul, muy conocido para mi, se hizo presente. Él nos ayudara, les dirá a todos que es un error y nos dejaran volver. Mi tío hará que todos entren en razón... Con dificultad observe como las personas se alejaban de la casa rápidamente
—Lo sabia -Comencé a levantarme lentamente para poder ir hacia casa
Antes de que tan siquiera pudiera dar un paso vi como un color naranja se acercaba a la casa con rapidez, este no es uno de los colores que veo de las personas. Este es... Fuego. En menos de dos segundos las llamas alcanzaron mi hogar y esta termino por explotar. Mi vista se puso borrosa, solo podía ver figuras distorsionadas y el vivo color de las llamas, mis lagrimas comenzaron a mojar mi rostro. Mis padres no habían salido de casa.
Todas aquella personas provocaron esto, mi tío los ayudo. Todos nos traicionaron.
Mi vida como la había conocido hasta el momento... Todo había acabado en menos de 5 minutos. Estaba sola.
Sentí como algo húmedo había tocado mi mejilla, limpiando mis lagrimas. Mire a mi lado, al parecer me había arrodillado en el suelo en algún momento, sus ojos mostraban preocupación, sin poder evitarlo la abrace y mis lagrimas dejaron de salir. Su colita se movía un poco.—No estoy sola... Mientras estemos juntas todo estará bien -Acaricie su cabeza
Me levante y agarre mi mochila con fuerza, seguro había ropa y algo de comida, mama era una mujer muy precavida. Sonreí con dolor mientras recordaba el abrazo que me dio, el ultimo. Comencé a caminar hacia el bosque, siempre lo recorríamos, por lo que lo conocía perfectamente. Al llegar al pequeño rió comencé a caminar rió abajo. Observe con extrañeza a Pelu, ella siempre había disfrutado de caminar en el agua, pero esta vez se mantuvo a mi lado, observe algo raro en su collar, un papel, con curiosidad lo agarre y comencé a leer.
''Tienes que ser fuerte, jamás dejes de ver las cosas buenas de este mundo. Siempre te cuidaremos, nunca olvides cuanto te amamos. Y por favor, ten cuidado, allí fuera es un lugar peligroso, pero sabemos que podrás vencerlo. No estés triste...
No olvides todo lo que te enseñamos, siempre estuvimos muy orgullosos de ti, nuestra pequeña Emma, por eso nunca dejes de sonreír.
¿Recuerdas la promesa que hicimos cuando revisábamos debajo de tu cama todas las noches? Te protegeríamos y cuidaríamos aunque eso fuese lo ultimo que hagamos... Aunque ese fuera nuestro ultimo respiro.
Llegaste a nuestras vidas para mejorarla, fuiste nuestro milagro ¿Recuerdas la historia? Estamos seguros que si... Cariño, siempre estaremos escuchándote .
Te amamos, siempre estaremos en tu corazón.
Con amor... mama y papa''Al terminar de leer observe como ella se metía al agua... No lo había hecho antes para que el papel no se mojara. Puede que papa le haya dicho que tenga cuidado...Ella, siempre tan obediente.
«:»
Abrí mis ojos de golpe por un extraño sonido. Sequé la pequeña lagrima que había escapado de mis ojos debido a ese sueño. Observe a mi alrededor y note que ya no entraba luz por la pequeña ventana, era de noche, al parecer había dormido un par de horas. Detrás de los barrotes se encontraba Lukas con, lo que supongo era, comida en sus manos.
—Lo siento... Te hice esperar demasiado -Dijo una vez me entrego la bolsa- ¿Dormiste bien? -Me miro algo preocupado- Parecía que tenias una pesadilla.
—Oh... Si, no es nada -Dije restandole importancia a mi recuerdo- Gracias por esto
—No hay de que, ya tengo que irme... -Se dio vuelta y comenzó a caminar hacia la salida- Por cierto... Aun no la encontramos -Y finalmente se fue
Sonreí al saber que ella seguía libre, me tranquilizaba, aunque también me preocupaba... ¿Y si se cruzaba con esos lobos?, ella era muy inteligente, estoy segura que estará bien. Mire la bolsa y rápidamente saque lo que sea que estuviese dentro. Una botella de agua y un sandwich.
«Dos días después»
Esto ya es aburrido, solo puedo ver los pies de las personas, mirar el techo o hacer flexiones para mantenerme con fuerzas. Lukas siempre me trae algo para comer, dos veces al día, y aunque no me haya respondido sobre donde se encontraba el otro tipo tatuado, sé que no esta cerca de este lugar, puede que ni siquiera este en el pueblo... No puedo irme hasta que él lo ordene, eso ya me quedo claro.
Volví a acostarme en esa dura cama y observe como un color amarillo entraba por la ventana. Rápidamente me pare y observe como, efectivamente, ella había vuelto. Tenia una mochila en su hocico, mi mochila... Ella había regresado a donde casi la sacrifican para traerme esto, es impresionante. Estire mi mano y la acaricie.
—Buena chica... -Agarre la mochila y la tire hacia un costado- Estuve esperando a que vuelvas -Le dije
Agarre la bolsa que tenia en la cama, en estos días estuve guardando la mitad de todo lo que me daban, claramente para Pelu, sabia que vendría y que probablemente tendría hambre. Saque el pequeño recipiente de mi mochila, desde la muerte de mis padres siempre deje una mochila con cosas importantes dentro, lo que nos serviría a ambas. Observe lo que había; Su pequeño recipiente para el agua, una botella de agua, comida enlatada, algo de ropa, la foto y carta que mis padres me dieron ese trágico día.
Volqué el agua en el recipiente y agarre la comida que estuve guardando para ella y se lo di. La volví a acariciar y observe como tomaba el agua, estuvo sedienta... Antes de devorar su comida me observo y acerco su nariz a mi cara, me lamió una mejilla e instantáneamente comencé a reír. La extrañe tanto.
Quedo observándome y comprendí, esperaba a que le dijese que comiera, quizá piensa que tengo hambre. Volví a sonreír ante esta idea.—No te preocupes, ya comí. Adelante -Asentí mientras acariciaba su cabeza-
Comenzó a comer y poco después ya se lo había terminado, nos quedamos observándonos un rato. Ambas sabíamos que tendríamos que volver a separarnos nuevamente, estábamos disfrutando este momento, podía notar como ella se encontraba feliz, no paraba de mover su cola y su color brillaba de manera hermosa.
—Escóndete -Le ordene al observar como a lo lejos se acercaba Lukas, Subí lo mas que pude para juntar mi frente con la suya, ambas cerramos los ojos- Volveremos a encontrarnos...
Hice una seña y ella corrió lejos, en dirección al bosque. Escondí la mochila y segundos después los rápidos pasos de Lukas se escucharon por el pasillos que conectaba a esta habitación llena de celdas, si que era rápido. Al verlo cruzar la puerta hable.
—Bienvenido a mi humilde morada -Dije divertida- ¿A que se debe tu visita?
—¿Era ella? -Pregunto. Lo mire fingiendo confusión- Ella, el perro
—No se de que estas hablando -Me acosté boca mirando hacia el techo- Así que... ¿Aun no la encuentran? -Sonreí de lado, me sentía como una madre orgullosa
—Ni siquiera existe olor de ella en nuestros territorios desde que escapó -Lo mire confundida- No, no la encontramos por ningún lado.
—¿Cuando podre irme? -Cambie de tema- No es que no me agrade esta oscura celda, la privacidad inexistente cuando voy al baño, ni tus visitas de dos minutos -Dije sarcástica- Pero me encantaría no sé... Tomar un baño tal vez -Me senté- No se si sabrás... Pero soy mujer y dentro de poco voy a empezar a desangrarme...
—Mañana se te volverán a hacer preguntas -Contesto y lentamente su rostro comenzó a deformarse, parecía extrañado, preocupado y a la vez asqueado- ¡Por dios! ¡Nunca te pregunte si necesitabas... eso! -Dijo alarmado- ¡Realmente lo siento!
—¡Beta! ¿Esta ahí? -Preguntó otra voz desde el pasillo.
Y simplemente salio corriendo hacia quien le haya hablado... ¿Beta? que extraño. Me acosté nuevamente y cerré los ojos, solo me quedaba dormir.

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Ojos rojos
Hombres LoboEra inevitable, las llamas fueron participes de un intento desesperado por cambiar el destino que le amparaba. Finalmente pudo estar en paz... Pero olvido un pequeño detalle, una vez su destino fue pronunciado, ya no existía forma de cambiarlo. Deb...