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A medida que el supresor surgió efecto, Noah comenzó a  volver a la normalidad, al igual que su esencia, aunque esta permanecía brillante, un brillo diferente a cuando esta feliz.
Aquella pastilla era mas pequeña de lo que imagine, apenas debía medir un centímetro, era ovalada y tenia un liquido transparente color celeste, todo era de ese color, incluyendo la tableta en la que vino junto a las otras. Eran estúpidamente lindas. 

Según las palabras de uno de los libros que le pedí a Daniel que trajese, la razón por la que su celo era mas fuerte era porque había encontrado a su mate, su cuerpo simplemente exigía a gritos que ambos se uniesen. 

Rápidamente camine junto a mi amada hacia nuestra habitación, me daría un baño antes de regresar con el turquesa para cuidarlo en lo que termina su celo. Podría decirse que soy la mas adecuada para esta tarea puesto que su olor no me afecta en lo mas mínimo. Si lo dejo con Lukas, lo va a violar, si se queda con Daniel también lo va a violar... 

Observe mis patas y sonreí internamente, nunca antes había estado transformada por tanto tiempo de forma pacifica. Era extraño caminar tranquilamente en este estado y no estar asesinando lobos enemigos... La única razón por la que estoy con mi forma lobuna es para de alguna manera intimidar a cualquiera que intentase entrar a la habitación, seamos sinceras, aunque seas un licántropo un enorme lobo negro con ojos rojos asustaría a cualquiera. Además de que, según Keira, nuestro olor es considerablemente fuerte por lo que si bien este no oculta el de Noah, les hace saber a todo el que lo sienta que ese omega esta con alguien. Por lo que no se acercaran.  

Al llegar a la habitación note que el baño estaba ocupado por lo que rápidamente volví a mi forma humana y me coloque la ropa que llevaba puesta antes de transformarme. Aunque mi ropa interior quedo destrozada por no querer desnudarme al cien porciento. 

»»»»»:«««««

—La próxima vez no dudare en ¡Ah, ese dolió! -Me queje dando un golpe en la pierna de Daniel. Este simplemente rio y continuo quitando los cristales de mi espalda, debido a todo el caos los había olvidado por completo. Pelu coloco su pata sobre mi mano en señal de apoyo, era sumamente adorable- Duele... -Susurre apoyando mi frente en la cama. Ni siquiera sentía dolor antes de que el tatuado comenzara a quitarme los pequeños trozos del espejo de la espalda. 

—Lo siento, pero te recuerdo que la que se negó a ir con un medico fuiste tu -Pronuncio con gracia. Solo son vidrios, me sentiría mal si por alguna razón termino golpeando al doctor. Prefiero golpear al idiota de ojos grises. Esta posición es mas cómoda de lo que creí, mi mate se encuentra sentado mientras yo estoy acostada, con mi espalda hacia arriba, sobre sus piernas- Y este es el ultim... ¿Acabas de morderme? -Pregunto algo confundido mientras alejaba finalmente el algodón con alcohol de mi ultima herida.  

—¿Y que si lo hice? -Conteste burlona, después de todo si había mordido su pierna. Antes de que pudiese voltearme para observarlo, comenzó a hacerme cosquillas causando que me moviese en todas direcciones en un intento desesperado por huir lejos de él- No, por favor -Pronuncie con dificultad entre risas. Aunque mi espalda duela por las heridas, no me daré por vencida. 

Cuando finalmente logre cambiar a una posición no tan desventajosa me tire sobre él, obligándolo a quedar recostado. Me senté sobre su abdomen, colocando ambas rodillas a cada lado, lentamente su esencia comenzó a brillar y a expandirse. Al sentir sus manos sobre mis muslos le sonreí ampliamente a la vez que deslizaba mis dedos hacia donde estaban los suyos. Sin romper nuestro contacto visual chasque dos veces mi lengua y sostuve con fuerza sus manos. Pelusa al oír su señal comenzó a lamer el rostro de Daniel frenéticamente. Comencé a reír al notar la desesperación de mi mate, al estar sobre él y sostenerlo le era imposible alejarse sin lastimarme. Simplemente estaba atrapado.     

Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora