Ojos rojos

#51

Luego de abandonar la tribu comenzamos a movernos entre las ramas dirigiéndonos hacia aquel lugar donde quizá se encontraban el resto de arbóreos. Si bien debía estar atenta en mis movimientos para no caer al suelo, no podía dejar de pensar en la discusión que tuve con Daniel... ¿Es que jamás lo volveré a ver? ¿De haberle contado la verdad todo seria distinto? 

⁓El hubiera no existe Emma, no debemos pensar en lo que pudo haber sido, sino en lo que fue⁓  Lo se papa... Lo se. 

Cada tres saltos desviaba mi mirada a la izquierda, para ser mas exactas hacia el suelo, donde mi amada se encontraba corriendo. Sin poder evitarlo le sonreí pero rápidamente esta se borro al recordar a Daniel, nuevamente se había apoderado de mi mente. 

Por culpa a mi falta de concentración uno de mis pies termino por resbalarse, generando que mi cuerpo caiga hacia bajo, pero afortunadamente logre sostenerme y balancearme de una de las ramas, la cual utilice para impulsarme nuevamente hacia Erick... Por poco y caigo al suelo. Fruncí mi ceño y devolví mi vista hacia delante, este no era el momento de distraerme con el tatuado, ya tengo suficiente con los pinchazos en mi pecho y la ausencia de mi loba, como para continuar pensando en él, si no me concentraba algo podría salir mal... Después de todo no tengo que olvidar que el asesino de mis padres continua suelto y que, además, ya sabe que estoy con vida. 

El resto de nuestro recorrido transcurrió sin ningún problema, incluso nos detuvimos por unos 20 minutos para almorzar y descansar, estuvimos toda la mañana moviéndonos por lo que logramos recorrer gran parte de nuestro camino. 

—... Agrega otra área atacada al mapa -Comente en alto al notar como delante de nosotros podía verse aquel grisáceo que solo demostraba la notoria falta de vida, sin rastro alguno del hermoso verde que tanto caracterizaba al bosque. Este sitio también había sido victima de las llamas. 

—Ya van cuatro -Pronuncio en un susurro casi inaudible mientras aterrizábamos en el suelo, a un lado de mi amada. Rápidamente sostuvo en sus manos la inmensa hoja que trajo consigo desde la tribu, misma que pertenecía al árbol del rio, sin perder mucho tiempo con uno de las ramas oscuras del suelo hizo un pequeño hoyo en, lo que según él es, nuestro mapa.- Es por esto que demore tanto en recuperarme... Andando, no estamos muy lejos. 

Continuamos con nuestro recorrido, cuanto mas rápido lleguemos al refugio mas rápido sabremos si Felisa esta bien. Antes de que pudiéramos abandonar por completo aquel sector injustamente afectado observe a Ercik, era notable en su esencia y en su mirada como le afectaba el ver el bosque, su hogar, de aquel modo. Después de todo, su especie siente una gran conexión con la naturaleza, todo su poder proviene de esta, tanto su aptitud para manipularla a su antojo como al parecer su capacidad de sanación... Por lo tanto sin bosque, no hay arbóreos. 

Puedo entender el dolor que siente, el no poder ser capaz de proteger algo que amas, teniendo únicamente un papel de espectador, es simplemente uno de los peores sentimientos que un ser vivo puede sentir...     

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A la distancia logre notar varias esencias reunidas, definitivamente eran ellos. Le comunique a Erick que finalmente habíamos llegado, por lo que apresuramos el paso para así lograr acabar con esta parte de nuestra misión. Al estar a pocos metros de distancia, todas las tonalidades se dispersaron con rapidez en distintas direcciones. 

—No te muevas -Susurro una vez aterrizamos donde en un inicio estaban los habitantes de la tribu- Levanta tus manos... -Sin siquiera preguntar la razón obedecí, permaneciendo inmóvil, silbe para que mi amada me imitase. Si bien lo único visible para mi eran sus colores flotantes a la distancia, entre los arboles, de alguna manera sabia que cualquier movimiento en falso llevaría a algo peligroso- ¡No disparen! -Grito mi acompañante. Sin siquiera respirar desvié mi mirada a Pelusa, la cual estaba igual de quita- ¡Agradecería que se revisen los ojos, idiotas!