Ojos rojos

#86

—¿Me extrañaste Pequeña? -Correspondió a mi abrazo entre risas- Me alaga que me consideres tan esencial en tu vida -Añadió ganándose un pequeño golpe de mi parte- Por cierto... ¿Qué tienes en los ojos? -Cuestiono. 

—Mis lentes de contacto, me los puse por si me cruzaba a alguien de esta manada -Aclare con rapidez- ¿Pero qué haces aquí? -Pregunte una vez nos separamos y bajamos al suelo para que mi amada pudiese saludar de forma adecuada al verde agua- Estamos lejos de la tribu -Añadí antes de que Pelu se abalanzara sobre él, causando que mi amigo perdiese el equilibrio y caiga hacia atrás. 

—Si, lo sé... -Me observo sin lograr levantarse por la sobredosis de amor que recibía de parte de Pelusa- Pero creímos que seria bueno estar contigo. Jamás nos perderíamos tu coronación -Me sonrió ampliamente. 

—Idiota, no es una coronación, no seré reina de nada -Conteste divertida- Espera... ¿Perderíamos? ¿Los demás también están aquí? -Asintió una vez logro acomodarse a mi lado- ¡Eso es grandioso! -Me abalance sobre él obligándolo a caer nuevamente. 

—Estas pesada -Susurro tras haber recibido todo el impacto- Eres parte de la tribu, no nos lo perderíamos por nada. Queríamos sorprenderte así que una vez supimos la fecha en la que festejarían tu coronación -Rodee mis ojos al volver a oír esa palabra, pero no lo corregí- Empacamos lo necesario y empezamos con nuestro viaje, para llegar a tiempo.

—¿Pero como es posible? -Pregunte algo confundida uniendo nuestras miradas pero aun, al estar sobre él, evitando que pudiese sentarse- Cuando fui a la tribu para decirles que me iría ustedes ya no estaban... ¿Cómo supieron el día? -Al escuchar mi pregunta volvió a sonreír. 

—Daniel -Permanecí en silencio, sorprendida por sus palabras, a la espera de que agregase algo mas. Ni siquiera Keira se esperaba esa respuesta- ¿Recuerdas el segundo día que practique junto a ustedes el extraño baile? -Asentí reprimiendo mi sonrisa. ¿Cómo podría olvidarlo? Me impresiono la poca capacidad de retención que Erick poseía, nunca creí que alguien fuese capaz de olvidar todo un baile en una sola noche- Tu lobo estaba esperándome en la puerta, me informo sobre toda esta fiesta y cuando se realizaría... Él fue quien propuso que viniésemos, déjame decirte que, desde que lo conozco, es la cosa mas coherente que oí salir de su boca. 

—Oye, no digas esas cosas -Le di un golpe en su pecho a modo de regaño. El verde agua rio por mi acción y finalmente le permití sentarse, colocándome a su lado. 

—Estoy de acuerdo con Erick -Mi loba coincidió con el arbóreo pero el tono de su voz no era el de alguien alegre- Pero solo yo puedo decir esas cosas sobre Daniel o Liam -Gruño en alto, tanto que por un segundo creí que mi amigo seria capaz de escucharlo.

—El caso es que tu novio nos invito -Una vez logro acomodarse con su espalda contra el tronco del árbol mi amada coloco su cabeza en sus muslos, esperando alguna caricia por parte del verde agua- Eres como una niña malcriada -Agrego burlón, fruncí mi ceño algo indignada y a la vez confundida por sus palabras- Inclusive quiso traernos antes para ''ahorrarnos el viaje'' -Hizo comillas con sus dedos- Por su puesto que me negué, ni loco vuelvo a subirme a esa cosa... Es impresionante lo que hace para que sonrías -Susurro para si mismo pero debido a nuestra cercanía logre escucharlo a la perfección. 

—¿Estas celoso? -Me burle y en menos de un segundo ya había recibido un golpe en mi cabeza- ¿Entonces... Donde están los demás?

—Donde encontramos a Felisa -Respondió tranquilo, posiblemente los arbóreos estaban revisando aquel lugar de arriba a abajo, en busca de cualquier cosa que nos fuera útil o en su defecto algo que se deba destruir, como las pociones del Beige- Oh casi lo olvido ¿Recuerdas la cámara que me prestaste? -Pregunto metiendo sus manos dentro del bolso que colgaba de su hombro.