—¡Abran la puerta! -Lograba oírse a la distancia desde fuera, al parecer aun no llegaban donde nosotros. Gracias a unas pequeñas plantas que habían crecido entre los ladrillos de la pared logre que estas llegasen a la cerradura, dándonos un poco mas de tiempo. No demasiado.
Al entrar senté a Noah en el suelo y ayude a Felisa a subir hasta la ventana, una vez llego a esta comenzó a susurrar cosas inentendibles para mi. Luego de varios segundos logre ver como unas hojas se acercaban a su rostro. Completamente confundida retrocedí intentando descifrar lo que ocurría, o al menos oír una explicación de su parte, pero nada de eso sucedió. Simplemente señalo a Noah, por lo que sin pensarlo mucho lo ayude a ponerse de pie y nos acercamos a ella. Fuertes golpes comenzaron a inundar la habitación, habían llegado.
—Súbelo -Pronuncio una vez estuvimos debajo de ella. Fruncí mi ceño y negué con la cabeza ¿Acaso planea lanzarlo?- La puerta no aguantara mucho mas, confía en mi -Suspire rendida, tenia razón.
—¿Ahora que? -Pregunte alzando mi vista. La puerta ya estaba crujiendo por las fuertes patadas que aquellas personas le daban para lograr llegar a nosotros.
—Tu turno, te ayudare -Contesto estirando su mano hacia abajo, el turquesa imito su acción para facilitarme el trabajo. Retrocedí varios pasos e impulsándome con la pared logre dar un salto lo suficientemente alto como para que subirme sea mas fácil.
Una vez logre escalar observe hacia afuera, aquellas hojas que vi anteriormente acercarse al rostro de Felisa provenían de las ramas de un inmenso árbol que estaba justo a un lado de la ventana.
—¿Cómo es que sabias que esto estaba aquí? -Cuestione confundida. Todo estaba siendo realmente muy extraño- ¿Cómo sabias el camino? -Agregue al no recibir respuesta de su parte. Cuando finalmente se digno a observarme otro fuerte sonido volvió a oírse, en pocos golpes lograrían abrir la puerta- Mierda.
—No hay tiempo para explicaciones, deben saltar -Se apresuro a decir- Apresúrate -Observo a Noah, el mas cercano a las ramas, por lo tanto el primero que saltaría. Este negó rápidamente mientras apretaba sus puños con fuerza- ¡Nos atraparan, salta! -Le ordeno Felisa, causando que este pierda el equilibrio por el repentino cambio de voz.
Afortunadamente logre sostenerlo de su muñeca y ante su atenta mirada, aterrorizada por casi haber caído al suelo desde semejante altura, comencé a balancearlo hasta que finalmente logro sostenerse de una rama. A la cual se abrazo como si su vida dependiera de ello... Cosa que no era del todo mentira.
—Tendrás mucho que explicar en el camino -Dije observándola fijamente. Mire hacia el árbol y me prepare mentalmente para la acción que debía realizar.
—Yo no iré con ustedes -Contesto milésimas antes de que saltase. Rápidamente me detuve, sosteniéndome de la pared para evitar caer- Alguien tiene que distraerlos.
—Ni creas que voy a dejarte -Me apresure a decir colocando una mano en su hombro- Todos están preocupados, antes de que me capturasen estaba junto al resto de arbóreos, buscándote -Otro fuerte crujido volvió a oírse, tan solo hacia falta uno mas para que todos entrasen- No me iré sin ti.
—No es una opción -Levanto su rostro y me observo para luego darme un gran empujón que genero que mi cuerpo se incline hacia atrás, sin posibilidad alguna de evitarlo- ¡Proteus, llévatelos! -Grito para luego ser agarrada por varias manos para evitar que escape junto a nosotros. Finalmente habían derribado aquella pesada puerta.
—¡No! -Alcance a gritar mientras estiraba ambos brazos en su dirección, con falsas esperanzas de así lograr alcanzarla. Esto no podía estar pasando. Antes de desaparecer de mi campo de visión note como giro su cabeza en mi dirección y me sonrió.

ESTÁS LEYENDO
Ojos rojos
Hombres LoboEra inevitable, las llamas fueron participes de un intento desesperado por cambiar el destino que le amparaba. Finalmente pudo estar en paz... Pero olvido un pequeño detalle, una vez su destino fue pronunciado, ya no existía forma de cambiarlo. Deb...