#39

1.3K 128 6
                                    

—¡Vamos Emma tu puedes! -Me alentaba Erick sentado en el suelo acariciando a mi amada mientras yo intentaba llegar a la copa del árbol- ¡Solo un poco mas! -Una vez llegue a la cima levante mis dos brazos al cielo en señal de victoria, comencé a saltar de rama en rama para que la distancia al suelo no sea tan grande y finalmente aterrice, siendo recibida rápidamente por el abrazo del verde agua- ¡Sin duda eres mi mejor estudiante! 

—La única querrás decir -Solté entre risas devolviéndole el abrazo. Finalmente lo había conseguido.  

Ya había pasado poco mas de una semana desde que comencé mi entrenamiento con el arbóreo, fue algo difícil y varias veces termine cayendo al suelo causándome mini-infartos al creer que alguna parte de mi cuerpo se había roto, pero afortunadamente eso jamás ocurrió. Al pasar tanto tiempo con Erick terminamos convirtiéndonos en amigos.  

En todo este tiempo continué durmiendo en la misma habitación que Daniel y si bien aun no sospecha nada, de alguna forma no puedo evitar sentirme culpable al mentirle, ya que mi relación con él también se volvió mas cercana, cosa que Keira no aprueba y continua quejándose cuando estoy mucho tiempo con el tatuado.

Estos últimos días tuve que tener mas cuidado debido a que el tatuado ya estaba al día con los documentos de la manada. Eso significa que tiene mas tiempo libre, por lo que mis horas de entrenamiento se recudieron para no levantar sospechas del Alfa.   

»»»»»:«««««

—Vamos al río -Dijo luego de un rato, levantándose del suelo- Esta vez me ayudaras a recoger las Pedreneas. 

Estas son piedras que los arbóreos utilizan para el filo de sus armas. Ya que no pueden usar las que están esparcidas por el suelo, deben tener siempre consigo unas cuantas que recolectan de forma manual del río, para defenderse de cualquier cosa. Según Erick, solo pueden utilizar las del rio debido a que estas están ''Encantadas'' y son ''Puras'', esto ultimo debido a que no existe ningún tipo de contaminante a kilómetros y también a que el rio esta en territorio de los arbóreos, criaturas mágicas de la naturaleza. 

Emocionada imite su acción y comenzamos a caminar rápidamente hacia la casa de Felisa, ya que estaríamos en el río podríamos hablar un rato, no logre verla desde mi primer día en la tribu y desde entonces hay una pregunta que no deja de molestarme. 

Después de recoger unas cuantas Pedreneas ambos caminamos hacia la casa mitad árbol que estaba justo frente a nosotros, casi en medio del río, y luego de esperar pacientemente a que la puerta se abriese nos adentramos. Comencé a contarle a la abuela mi progreso con los entrenamientos, al oírme pude notar como sus ojos brillaron mientras una gran sonrisa aparecía en sus labios. 

—Ya esta lista -Pronuncio Felisa después de que terminase de contarle como, el día de hoy, logre subir aquel árbol. Función mi ceño y dirigí mi mirada a Erick, este simplemente asentía mientras sonreía. 

—¿Lista para que? -Pregunté al notar que no dirían nada. 

—Es hora de que aprendas nuevos trucos -Ambos se levantaron del suelo y subieron por aquellas ramas que formaban una escalera en espiral. 

Tome a mi amada en brazos y los seguí, aparentemente era una especie de oficina, ya que podían verse distintos libros, mapas y artefactos por todas partes. Erick rápidamente se acerco a la ventana y arranco un par de hojas de unas ramas que estaban cerca. Volvió con nosotras y me sonrió mientras se abanicaba. 

—Harás tus zapatos -Dijo mientras se sentaba en el suelo... ¿Acaso dijo zapatos?

     »»»»»:«««««

Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora