Creo tener una idea de lo que es aquel chico, o al menos eso espero. Lo único que se de él es que desaparece rápido, que su flecha desapareció o se desarmo, me salvo de caer al suelo y que sabe algo sobre mis padres.
Guarde la hoja de vuelta en su lugar, cerré el libro y lo deje a un costado. Di dos palmadas en la cama para que mi amada se subiese, como era de esperarse obedeció y se acostó a mi lado, comencé a acariciarla mientras pensaba en lo que acababa de leer.—Existe todo un mundo que no conozco... Que ellos no conocieron -Cerre mis ojos mientras los recordaba y recitaba su ultima carta.
Es extraño como lo que creías saber en realidad nunca fue cierto. Si bien el fallecimiento de mis padres fue algo importante en mi vida, nunca me cuestione la verdadera razón de su muerte... Siempre me pareció extraño como nuestra casa exploto, o como la hicieron explotar aquellos que estaban fuera, que se alejaron rápidamente antes de que todo sucediera, incluyendo a mi tío. Pase mucho tiempo creyendo que esas personas eran las culpables... Pero no tuve mas opción que dejar de pensar en eso, ya que en realidad no tenia ningún tipo de prueba. Intente convencerme de que todo fue un accidente, que algo simplemente salio mal.
Siempre quise volver, pero nunca tuve el valor necesario para hacerlo. Y si de alguna manera esas personas realmente nos querían lastimar... No quería arriesgarme a que lo consigan. Había decidido continuar con mi vida, sin olvidar lo que sucedió, y simplemente dejarlo en un desafortunado accidente, pero lo que leí en la nota del turquesa... Causo que el poco deseo de venganza que aun quedaba en mi, se esparciera. El que alguien mas me dijera que la explosión no fue un accidente, era lo que necesitaba para que mis dudas desaparecieran por completo. Ahora deseo saber la verdad y ya no existe nada que pueda cambiar mi opinión.
Suspiré mientras cerraba mis ojos, mañana iría a entrenar y necesitaba descansar.
Y como si mi cerebro estuviera haciéndome una estúpida broma de mal gusto, comencé a recordar todo lo que paso ayer... La fiesta, el saltar por la ventana, el idiota que golpeo a Pelu y, finalmente, lo que dijo Daniel aquella noche cuando subimos a la habitación.~Realmente no deseo que te quedes a mi lado por obligación, quiero que me des una oportunidad para conquistarte... Mientras tanto puedes moverte con total libertad en la manada y si quieres salir de mis territorios agradecería que me avises... Solo, por favor, por ahora no te vayas. Quiero que duermas en tu habitación todas las noches~
»»»»»:«««««
—¡Descansen! -Gritó Markus al entrar al gimnasio.
Instantáneamente todos dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron a la zona de lucha, donde yo me encontraba esquivando los golpes de mi rival. Ambos estábamos cansados pero ninguno quería rendirse. Alguien nos silbo causando que lo mirásemos, al instante nos lanzaron dos palos de madera, uno para cada uno.
—Al fin la pelea se puso interesante -Dijo entre bostezos.
—Buenos días Keira -Le contesté- Agradecería que no me distraigas.
Me apresure a dar el primer golpe, directo en sus costillas, pero para mi desgracia logro detenerlo. Los gritos de todos los que nos observaban comenzaron a sonar mas fuerte, alentándonos.
Esta pelea debía terminar pronto, ya estaba realmente exhausta. Con esa idea en mente comencé a moverme mas rápido, ahora lo único que podía escuchar era el sonido de nuestras armas chocando entre sí. Pero algo llamo mi atención, gire mi cabeza hacia la puerta, juraría que acababa de ver al verde agua allí parado, por mi descuido fui desarmada rápidamente y antes de que pudiese hacer algo ya me encontraba en el suelo con el pie de mi rival en mi estomago y su palo en mis manos, por suerte logre sostenerlo antes de que tocase mi cuello.
—Gane -Dijo con una sonrisa mientras quitaba su pie y extendía su mano para ayudarme a levantarme.
—No esperaba menos del mas fuerte de la manada -Le sonreí mientras tomaba su mano y me ponía de pie- Buena pelea -Di unas palmadas en su hombro y comencé a buscar a mi amada con la mirada.
Una vez estuvimos juntas salimos rápidamente del gimnasio, tenia que averiguar si lo que vi era real o no, comenzamos a caminar hacia el bosque mientras intentaba buscar aunque sea un poco de su color esparcido por el aire.
»»»»»:«««««
—Te encontré -Dije mientras buscaba la manera de llegar a la rama donde estaba sentado- Así que por eso les llaman ninjas del bosque.
—Al parecer estuviste informándote, me sorprendes -Pronuncio mientras bajaba del árbol de un salto- Pero dudo que los libros de ese lugar te sean útiles -Peino su cabello hacia atrás y extendió una de sus manos- Vamos, es hora de responder tus preguntas...
Comenzamos a caminar por el bosque, nos alejaríamos de la manada e iríamos a los limites para asegurarnos de que nadie nos escuche, Pelu caminaba felizmente por el césped, de vez en cuando le lanzaba una rama para que ella la buscase. Luego de varios minutos de completo silencio comencé a habar.
—Aun no me has dicho tu nombre... -Lo mire esperando una respuesta- Yo soy Emma y ella es Pelusa -Le sonreí.
—Sé quien eres -Contesto después de unos segundos- Soy Erick -Me sonrió y continuamos caminando.
—¿Cuando lleguemos me explicaras todo sobre la muerte de mis padres? -Pregunté, él simplemente asintió en respuesta- ¿Por que dijiste que los libros de la manada no me servirían?
—Fueron escritos por ellos en base a lo que las demás manadas creen saber -Se agacho y amontono una rama y varias hojas con un par de flores- ¿No crees que seria mas confiable preguntarle a un arbóreo sobre los arbóreos? -Tras finalizar de decir esas palabras cubrió con ambas manos lo que junto anteriormente. Cerro sus ojos y segundos después se aparto dejando ver una corona de flores- Apuesto que tu libro no decía esto -Se levanto con su creación en manos y me la coloco en la cabeza.
—Eso fue sorprendente -Dije emocionada, lo que leí no decía nada sobre magia- Me encanta -Dije tocando suavemente el nuevo adorno de mi cabeza- ¿Que otras cosas pueden hacer los arbóreos? -Pregunte mientras me percataba de que mi amada se encontraba mirando fijamente hacia una dirección- ¿Pelu? -Me acerque a ella mientras intentaba ver aquello que llamo su atención.
A lo lejos pude notar un, apenas distinguible, rastro de color. Observe a Erick, él también se percato de aquella presencia, me observo y rápidamente se puso delante de nosotras mientras se agachaba y apoyaba una mano en el suelo, arranco el collar de su cuello y lo tiro al césped, pocos segundos después las distintas ramas que estaban esparcidas en el suelo se convirtieron en flechas, las decoraciones de su collar se volvieron la punta afilada de estas. Otras tantas ramas y hojas de unieron y se convirtieron en un arco.
—Emma -Dijo llamando mi atención- Tendremos que dejar esto para otro día, yo iré a buscarte... Tendrás que volver lo mas rápido que puedas, los distraeré -Pronuncio seguro de si mismo.
—¿Vas a estar bien? -Pregunte mientras mi única familia se ponía a mi lado, esperando la señal. Erick me sonrió y asintió.
—Ten -Dejo en mi mano varias ramas las cuales comenzaron a unirse, enredarse y crecer convirtiéndose en un arma similar a las que usamos para entrenar, la única diferencia era que este palo tenia punta de ambos lados, parecían dos grandes espinas- Suerte y solo cuando te encuentres con alguien de la manada y estés segura, tendrás que decir ''Deserme'' -Asentí mientras trataba de recordar aquello que dijo- No tienen que saber que estuviste con alguien de mi especie.

ESTÁS LEYENDO
Ojos rojos
WerewolfEra inevitable, las llamas fueron participes de un intento desesperado por cambiar el destino que le amparaba. Finalmente pudo estar en paz... Pero olvido un pequeño detalle, una vez su destino fue pronunciado, ya no existía forma de cambiarlo. Deb...