—¡Emma, adelántate! -Grito Erick, voltee mi cabeza en su dirección, encontrándome con su pulgar en alto en señal de aprobación- No te preocupes por nosotros ¡Ayuda a ese gigante tatuado! ¡Luego te alcanzaremos! -Alentó. Todos se pusieron de pie y levantaron sus armas al cielo- ¡Mushba uh! -Gritaron dando un golpe al suelo. Dirigí mi mirada a Felisa, después de tanta búsqueda finalmente logramos encontrarla. Al igual que los demás asintió.
—¿No creen que deberíamos atar a Pelusa en su espalda? -Propuso una voz, que no logre descifrar, desde las alturas.
Una vez mi amada se encontró perfectamente aferrada a mi lomo gracias a una clase de cangurera para bebes hecha de hojas y luego de sostener mi mochila en mi hocico comencé a correr a toda velocidad por el bosque, alejándome del resto de arbóreos.
—¿Cuál es el plan para salvar a nuestro mate? -Pregunto Keira- Estas moviéndote demasiado rápido como para no tener ninguno -Agrego. Sonreí para mis adentros y continué corriendo, me conoce a la perfeccion.
—Demian -Me limite a decir, supuse que sabría descifrarlo por su cuenta. En parte también me alegra que comience a llamar a Daniel por lo que es; nuestra pareja eterna.
A la mierda con la discreción, necesitaba una manera rápida de llegar a mi manada, a mi mate. No podía tardarme cuatro días en puro correteo, seria un gran desperdicio de energía, sin mencionar que posiblemente seria demasiado tarde. Tenia que ganar tiempo y si la forma de hacerlo era presentarme en la manada de Demian en mi forma lobuna, abandonando mi papel de humana, lo haría. Después de todo Connor sabe quien soy y mi relación con Daniel... Además el de esencia oscura tiene un Jet, es mas rápido que correr.
Mientras los arboles se movían a toda velocidad, no muy lejos de nosotras, intentaba recordar el mapa del verde agua. Si bien el rescate de Felisa ocurrió en una zona del bosque no reclamada por nadie, no nos encontrábamos tan lejos de los territorios del amigo de mi mate, puede que la distancia total sea un día corriendo, manteniendo la misma velocidad, sin detenerme... Imposible de lograr teniendo en cuenta las necesidades básicas de los seres vivos; Comer, dormir e ir al baño.
»»»»»:«««««
—¿Estas bien? -Pregunte regalando suaves caricias en la cabeza de mi amada. Esta era nuestra segunda parada, sorpresivamente se estaba tomando mejor de lo que pensé el ser cargada por mi- Adelante, puedes comer -Le sonreí tranquila, yo ya había terminado mi parte y pude rehidratarme.
Ahora simplemente quedaba descansar un poco para continuar con nuestro camino. Mismo que afortunadamente fue mas corto de lo que debería ser realmente gracias a los Recortes que fuimos cruzando durante el día. Por lo menos nos debíamos de encontrar dentro de los territorios de Demian, aunque me extraña no encontrarme con guardias vigilando los limites para que ningún intruso entre.
Una vez Pelu termino su comida decidimos caminar para que ella estirase las piernas mientras dejábamos tiempo para que no me vomitase en el lomo cuando tenga que cargarla. Finalmente llego el momento de continuar con nuestro camino, por lo que una vez estuvo segura en mi espalda procedí a transformarme. Los arbóreos pensaron en todo, las hojas que formaban la correa de la cangurera lograban ajustarse a mi tamaño, eran de alguna manera elásticas, demasiado conveniente si tenemos en cuenta mis cambios de tamaño.
Continué corriendo entre los arboles del bosque por varias horas mas. Mis patas si bien las envolví con un vendaje creado con hojas, dolían debido a las heridas generadas por mi pelea con el Beige, pero no podía detenerme, el mas mínimo retraso puede hacer una gran diferencia entre el llegar justo a tiempo y el hacerlo demasiado tarde. No tengo ni idea de como se movilizara Connor, solo espero que no tenga un jet o ningún otro medio de transporte mas veloz que mis pasos. Lentamente todo a mi alrededor se volvió conocido y antes de que me diese cuenta había llegado a la cabaña de Elena. Dude por varios segundos pero termine por acercarme a su puerta y rasguñar las maderas para que me abriese.

ESTÁS LEYENDO
Ojos rojos
Hombres LoboEra inevitable, las llamas fueron participes de un intento desesperado por cambiar el destino que le amparaba. Finalmente pudo estar en paz... Pero olvido un pequeño detalle, una vez su destino fue pronunciado, ya no existía forma de cambiarlo. Deb...