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Antes de que él tan siquiera pueda reaccionar ya se encontraba en el suelo, conmigo encima, mientras intentaba esquivar mis golpes, sin éxito alguno. 

—¡Hijo de puta, voy a matarte! -Continué golpeándolo hasta que me empujo causando que caiga al suelo. Volví a abalanzarme sobre él, pero esta vez mi cuerpo fue detenido- ¡Cobarde!¡Suéltame Daniel! -Grite mientras pataleaba para liberarme- ¡Voy a enseñarle a meterse con alguien de su tamaño! ¡Veamos que tan valiente es!

—¡Emma cálmate! -Me alejo del mal nacido que había golpeado a mi amada, la cual aun seguía en el suelo- ¡Guardias, Rougers! -Gritó sin soltarme. De un momento a otro vi como el que tenia enfrente me sonreía mientras se levantaba. Comencé a sacudirme con fuerza.

—¡No! -Grite con dolor mientras veía como mi amada recibía una fuerte patada. Daniel me soltó y la sonrisa del otro imbécil desapareció. Volví a saltar sobre él, caímos al suelo nuevamente, pude sentir varias pisadas adentrarse a la habitación y me alejaron del sujeto mientras sostenían mis brazos, elevándome del suelo. Cerre los ojos al notar como el que estaba debajo mio estaba apunto de golpearme, aprovechando su oportunidad.

—Ni siquiera lo pienses -Se escucho con una extraña voz algo conocida para mi. Al abrir los ojos observe como Daniel sostenía al sujeto del cuello, separando sus pies del suelo- ¡El que se atreva a tocar a mi mate morirá!...-Un escalofrío recorrió mi cuerpo y escuche como Keira soltó un sonido extraño- Guardias, suéltenla -Sin siquiera dudar obedecieron, permitiendo que mis pies toquen el suelo- Todo tuyo -Dijo calmado mientras tiraba con fuerza el cuerpo frente a mis pies. 

Y sin siquiera pensarlo comencé a golpearlo. De pronto todo se volvió borroso a mi alrededor, lo único que podía ver con claridad era aquel tipo, el cual intentaba cubrirse y quitarme de encima, pero no lo logro. Lo único que pasaba por mente era que debía golpearlo con la fuerza que haga falta para que sufra igual que sufrió Pelu. Luego de varios golpes en los cuales solté toda mi rabia contra el cuerpo del sujeto, lo observe, en menos de lo que juraría fue un segundo su rostro había cambiado, salia mucha sangre de su nariz y apenas mantenía los ojos abiertos.
Finalmente me levante, le sonreí y patee su estomago tal y como él había hecho antes con mi amada. Al voltear note como los guardias y varios invitados me observaban con horror. Pase mi mano por mi cara manchándome accidentalmente con con algo de sangre, la cual sin siquiera saber por que saboree al lamer mis labios. Era una sensación dulce bastante agradable. 

Me acerque a Pelusa la cual estaba siendo atendida por lo que supuse era un medico, alado de ellos estaba Daniel, el cual me regalo una sonrisa. 

—Ella esta bien -Dijo tranquilo mientras se levantaba. Ambos observamos como los guardias levantaban el cuerpo de aquella  persona y se lo llevaban a quien sabe donde- Creí que lo matarías... Estuviste un buen rato golpeándolo-Me sonrió y apoyo su mano en mi cabeza- Por favor déjame explicarte lo de antes -Asentí. 

Realmente no estaba muy convencida, pero después de todo él evito que me golpeen y me permitió desquitar mi ira con el mal nacido de antes. Media hora después ya estábamos subiendo las escaleras, Daniel termino por cargar a Pelu hasta nuestra habitación, efectivamente no tenia nada pero no quiso que subiese sola ni que yo la cargara, pues según él podríamos caernos. 

»»»»»:«««««     

—¿Y como estuvo la reunión?  -Preguntó Lukas cuando finalmente llegamos a la manada. 

—Divertida -Le sonreí- Tuve un pequeño problema con una mujer, salte desde un segundo piso, golpearon a Pelusa, Claramente golpee al responsable causando que varias personas me teman... oh y ya se que Daniel es mi mate. -El anaranjado me miro sorprendido, busco algún tipo de señal de que fuera una broma en el rostro del tatuado pero este solo asintió, confirmando lo que dije.

—Que... bueno que se hayan divertido -Dijo luego de varios segundos- ¿Ya vas a presentarla a la manada? -Miro a Daniel.

—No... -Suspiro- Es complicado, muero de sueño luego te explico. 

Y sin mas se fue, dejándonos solos. Intercambie miradas con Lukas y nos quedamos conversando un rato, le explique detalladamente todo lo que ocurrió omitiendo las partes relacionadas con el chico verde agua, estoy segura que si se entera correría a contarle a Daniel y prefiero evitar que eso suceda, al menos hasta saber quienes están involucrados en este asunto.  

~Mientras menos personas sepan sobre tus planes, estos mejor saldrán~ 

O por lo menos eso era lo que papa siempre decía cuando nos preparaba una sorpresa e insistíamos en que nos dijera sus planes.  

—Tuviste que haber visto sus caras -Dije entre risas- No entiendo que les paso, era como si hubieran visto un fantasma. 

—La respuesta es fácil, simplemente ver a una ''humana'' -Hizo comillas con sus dedos- Golpear a un Rouger como si fuera un saco de boxeo, no es algo normal -Lo mire completamente confundida- Somos mas fuertes que los humanos y si te miraban de esa forma es porque realmente los asustaste... -Asentí no muy convencida- Es extraño que la única que haya notado al intruso sea ella, tendremos que averiguar como logro meterse sin ser visto y reforzar la seguridad de este lugar -Miró a su alrededor mientras se levantaba- También estarás cansada, ya puedes subir a tu habitación. 

—Si, quiero quitarme esta cosa -Me observo indignado- Me encanta esta ropa pero no creo que sea cómoda para dormir -Dije rápidamente al recordar que él la escogió, sonreímos mientras nos íbamos cada uno por nuestro lado- Lukas ¿Podrías hacerme un favor? -Pregunte rápidamente causando que me mire confundido- ¿Podrías ayudarme a buscar un libro que hable sobre especies?... Quiero leer un poco.

»»»»»:«««««

No puedo creer que todo esto sea real, brujas, sirenas, vampiros... Si mamá leyera este libro diría que son solo cuentos. ¿La mayor parte de los mitos que conocemos son reales? La Emma del pasado estaría aterrada si supiera esto. 

~No te preocupes cariño, no existen los monstruos y si existiesen yo te protegería de ellos~ 

O quizá no tanto... Deje salir mi sonrisa mientras continuaba pasando las paginas. Aun no encontraba lo que buscaba. ¿Qué es exactamente el chico verde agua?, por pasar las hojas rápidamente una termino por deslizarse fuera del libro, cayendo al suelo, la agarre horrorizada al pensar que la había arrancado sin querer, pero al observarla bien me di cuenta que no pertenecía al libro, que simplemente alguien la había guardado en este lugar. Mi vista se detuvo en el titulo de la pagina, con una hermosa caligrafía podía leerse ''Arboreos'', de alguna forma ese nombre me resultaba familiar, es probable que alguien en la manada haya mencionado algo sobre estos. Aunque estaba dañada por el tiempo habían sectores que se podían ver perfectamente, pero la gran parte de la escritura estaba dañada, la tinta estaba esparcida, como si se hubiera mojado.
Comencé a leer lo que decía la pagina;

''Seres que habitan en la profundidad de los bosques, sienten una conexión especial con la naturaleza y se los ha visto manipularla a su antojo, mas esto aun no se ha comprobado. No permiten que nadie que no sea un Ninja del bosque, como se los llama en varias regiones, se acerque. Se mueven velozmente entre los arboles y no pueden ser vistos a menos que ellos así lo deseen, solo los  ▆▆▆''  

—Mierda -No puedo distinguir lo que dice en esa parte. Pase mi dedo suavemente sobre aquella mancha con esperanza de que se quitase, pero nada- Espero que no sea importante... -Suspire y continué leyendo. 

''▆▆▆ que sean dignos de pisar sus territorios y que se hayan ganado la aprobación de todos pueden entrar, aunque esto son solo rumores, ya que nunca se vio que sucediese. 

Son pacifistas, nunca han estado en guerra con otras especies, solo se relacionan con otros Arboreos. Defienden sus territorios con armas que ellos mismos crean con ramas del bosque, pero estas no tienen mucha duración ya que una vez hayan cumplido con su objetivo vuelven a su forma natural, siendo solo unas simples ramas esparcidas por el suelo'' 

...Definitivamente eso ocurrió con la flecha de aquel chico.  



Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora