Abrí mis ojos lentamente mientras sentía como mi cuerpo se mecía de un lado al otro lentamente, la luz del sol me cegó causando que lleve mi mano a mi rostro para cubrirme. Una leve risa llamo mi atención y lentamente volví a abrir uno de mis ojos, tal y como sospeche el dueño de aquel sonido era Daniel el cual estaba cargándome mientras caminaba por la manada.
Mire alrededor y al percatarme que aun faltaba para llegar a su enorme vivienda volví a cerrar mis ojos y me acurruque contra su pecho con la esperanza de que aquella luz dejara de dañarme los ojos, cosa que afortunadamente si ocurrió.
Luego de varios minutos en los cuales se detuvo a intercambiar palabras con las personas que se cruzaba mientras yo simplemente fingía estar dormida, ocultando mi rostro en su pecho y permaneciendo inmóvil, para no hablar con nadie tan temprano, finalmente la luz del sol dejo de golpear mi cuerpo, ya habíamos llegado a nuestro destino. Creí que me bajaría para que así cada quien pudiese tomar su camino, pero en lugar de eso continuo cargándome por todo el salón, subió las escaleras y camino por el pasillo adentrándose en su habitación, para finalmente terminar por apoyarme con suavidad en la cama.
—Voy a traer el desayuno, no se muevan -Dijo mientras depositaba un rápido beso en mi cabeza y atravesaba corriendo la puerta. Básicamente huyo mientras sonreía como bobo.
—Idiota -Dije entre risas para después mirar a mi amada la cual estaba sentada justo a mi lado. Palmee dos veces en la cama y esta subió de un salto justo encima de mis piernas. Continué riendo mientras ella pasaba su nariz por mi rostro, envolví mis brazos en su cuerpo para abrazarla, cerré mis ojos mientras disfrutaba de cada momento- Te extrañe...
Luego de varios minutos en los cuales me dedique a abrazar y a acariciar a Pelu, finalmente logre divisar la esencia de Daniel, segundos después entro en la habitación con una gran bandeja en las manos. Una vez llego a la cama comenzamos a comer, realmente estaba hambrienta... Ahora que lo recuerdo no comí nada luego de despertar de esas 22 horas de sueño seguidas, estaba demasiado emocionada por ver a mi única familia despierta que ni siquiera se me paso por la cabeza la idea o sensación de tener hambre.
Una vez terminamos nuestros desayunos ayude al tatuado a bajar y lavar todo lo que usamos, realmente nos unimos en esta ultima semana y hasta es divertido pasar tiempo con él, tanto así que no me molestaría continuar con nuestros encuentros. Pero esto ultimo tendrá que esperar, ya que al estar tanto tiempo lejos de sus obligaciones como alfa genero que todo lo que Lukas no pudiese hacer se le acumulara, por lo que estará encerrado en su despacho la mayor parte del tiempo por, según entendí, un par de días empezando por hoy. Ambos volvimos a subir esas enormes escaleras y nos separamos, yo fui hacia la habitación para buscar las cosas necesarias para bañar a mi amada, la cual no tocaba el agua hace un buen tiempo, una vez con todos sus productos para su cabello listos, bajamos hacia el jardín trasero... es curioso que este sitio tenga un jardín, pues toda la mana esta rodeada por el bosque. Pero no me quejo es lindo. Aunque me sorprende que no haya una piscina o algo así, aunque no entiendo la utilidad de construir un piso de madera en medio del lugar solo para colocar sillones individuales... Pero supongo que el que tiene dinero lo gasta como quiere.
Una vez el cuerpo de mi amada estaba completamente limpio comencé a secarla con su toalla, aunque no importa cuan bien lo haga ella siempre termina por sacudirse, mojándome con el exceso de agua que de alguna forma permanece en su pelaje negro. Ya ni siquiera intento evitarlo, me acostumbre, además de que no puedo enojarme con ella, no después de lo que pasamos. Nos acostamos en el césped mientras esperábamos que el sol nos seque para no mojar el suelo de la casa, luego de lo que pudo haber sido una hora, en la cual aprovechamos para jugar un poco, ya estábamos secas o al menos ya no goteábamos por lo que pudimos entrar para poder darme mi merecido baño.

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Ojos rojos
WerewolfEra inevitable, las llamas fueron participes de un intento desesperado por cambiar el destino que le amparaba. Finalmente pudo estar en paz... Pero olvido un pequeño detalle, una vez su destino fue pronunciado, ya no existía forma de cambiarlo. Deb...