#08

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—Eso no me asegura nada -Di un paso hacia atrás- Lo siento, pero no voy a volver

Silbé y comencé a correr, esta vez siguiendo a Pelu, después de todo, ella sabe por donde ir. Imite todos sus movimientos, si ella saltaba, yo saltaba. El de color extraño no nos siguió, mejor... Continuamos corriendo por unos minutos hasta que tuvimos que detenernos, había unos lobos delante, nos escondimos detrás de un árbol y aproveche para sentarme, estaba cansada. El sonido de hojas crujiendo causó que me ponga alerta, con temor intente ver si los lobos se acercaban o no y efectivamente, lo estaban haciendo.

—Por lo menos son pequeños... A comparación con los del pueblo, claro -Pensé en voz alta mientras acariciaba suavemente la cabeza de mi amada- Es hora de correr -Le dije en una susurro.

Comencé a moverme lentamente para estar en una mejor posición para comenzar con nuestra huida. La mire y asentí, era ahora o nunca.
Y así fue como esos tres lobos comenzaron a perseguirnos, teníamos algo de ventaja pero claramente si alguien era alcanzada esa iba a ser yo. Utilice todas mis fuerzas, nunca había corrido tan rápido en mi vida, pero no fue suficiente. Antes de que pudiese reaccionar uno de los lobos salto sobre mi, tirándome al suelo. Pelusa comenzó a ladrar mientras yo evitaba que ese lobo me mordiese, cerré su hocico con mis manos e intente mantenerme así mientras este se sacudía para liberarse. Realmente agradecía que fuesen ''pequeños''. Extraños ruidos comenzaron a sonar por detrás de mi, rápidamente gire mi cabeza y observe como ella luchaba con los otros dos, intentaba llegar a mi. 

Con dificultad me quite al lobo de encima y le di una patada mientras tomaba de la cola a uno de los que intentaba abalanzarse sobre mi amada, lo jale hacia atrás con todas mis fuerzas. Eso le molesto, me mostró sus dientes y mordió mi brazo. Solté un grito de dolor, mi sangre comenzó a manchar el suelo, no me soltaba, al parecer mi brazo le parecía un buen aperitivo. Le metí los dedos en los ojos, finalmente me liberó de su agarre y retrocedió. 

Vi de reojo como el otro lobo recibía mordidas de Pelu, volví mi vista al frente en el momento exacto en el que los otros dos lobos saltaban sobre mi. Ya no podía escapar de esto, solo me quedo una opción, gire hacia la derecha, por lo menos podría esquivar a uno. Sostuve con mis manos el cuello del que quedo encima mio y antes de que el segundo lobo pudiese unirsenos un lobo blanco lo aparto. Empuje con todas mis fuerzas al lobo que tenia encima y me apresure a quitar al tercer lobo que seguía con Pelusa, ya se la veía cansada y estoy segura que recibió alguna herida. Una vez apartado intento atacarme pero otro lobo se interpuso, era casi tan grande como el blanco. Su pelaje me gustaba, era marrón con manchas blancas y el color naranja que emanaba su cuerpo me recordó a Lukas. 

Cuando comenzaba a relajarme recordé la cantidad de lobos que me atacaron, tres... Pero ahora solo se veían dos, asustada comencé a mirar en todas direcciones, hasta que lo vi, saltó encima del blanco y lo mordió. Antes de que me percatara de mis movimientos ya estaba a pocos pasos de ellos, salté y afortunadamente logre quitárselo de encima.
Pero en consecuencia mi brazo volvió a ser aprisionado por sus filosos dientes, para mi desgracia, casi en el mismo sitio que antes y esta vez con mas fuerza. Rápidamente agarre su cuello con mi único brazo libre y comencé a ejercer presión, causando que este afloje su agarre para finalmente alejar mi brazo herido de su hocico y envolverlo en su cuello. Esta situación ya me había cansado. 

—¡Basta! -Grité furiosa- ¡Váyanse de una puta vez! -Volví a gritar, pero de forma extraña, como si toda mi voz se hubiera ido con esas palabras.

El lobo que tenia entre mis brazos comenzó a moverse rápidamente y una vez libre se fue corriendo hacia el bosque, junto con los otros dos. Me acosté en el suelo, estaba cansada y mi cabeza daba vueltas. No entiendo que esta pasando. Tres colores se acercaron a mi, observe a Pelusa, comenzó a lamer mi brazo, el lobo blanco acerco su hocico lentamente, por los gruñidos que mi amada le soltaba, y comenzó a lamer la herida junto a ella, el marrón con blanco simplemente se acostó a mi lado.

Me quede observando el cielo o mejor dicho lo que era posible ver por culpa de los arboles. Extraños ruidos comenzaron a sonar a mis costados, lo ignore dudo que algo se acerque con estos dos, gigantes, lobos a mis lados. La sensación de algo, diferente a una lamida, en mi brazo causo que mi cabeza girase. Al voltear vi como Pelu seguía lamiendo, baje un poco mas mi vista y ,con horror, observe un par de manos. Pegue un salto y levante la cabeza, las manos pertenecían al tatuado, me arrastre hacia el costado rápidamente.

El que haya aparecido de la nada no fue lo que me sorprendió realmente, lo que me tomo por sorpresa fue que estuviese desnudo. Aparte mi vista rápidamente y retrocedí un poco mas, hasta que mis manos tocaron algo completamente diferente al pelaje de un lobo, esto era piel. Voltee asustada, a mi costado se encontraba Lukas, tan desnudo como el de color extraño. Pero a diferencia del otro imbécil, él estaba cubriendo la parte... importante con sus manos.    

—¡¿Pero que...?! -Cubrí mi rostro con mis manos- ¡¿Por que están desnudos?! 

Sin abrir mis ojos agarre mi mochila y saque mi ultimo cambio de ropa, al anaranjado le tire la remera mientras que al otro el short. 

—Pero esto... -Hablo Lukas mientras el tatuado reía.

—¡Solo tápense! -Segundos después aparte mis manos de mis ojos pero no los mire- ¿Como me encontraron? -Pregunté confundida- ¿Donde están los lobos?

—¡Si seras idiota, ellos son los lobos! - Gritó en mi mente-  Diosa, por favor... mátame. No quiero seguir con esta imbécil

—Miren quien volvió... ¡Eh, Imbécil tu madre! -Dije enojada.

Cerré mi boca al darme cuenta lo que estaba haciendo... Genial, ahora le estoy hablando a la voz en mi cabeza, definitivamente estoy loca. Puede que todo sea producto de mi imaginación... o un sueño y siga encerrada en esa celda, si eso debe ser. Comencé a acariciar la cabeza de Pelusa, ya despertaré. 

—¿Es enserio? -Comenzó a reír- ¿No se te ocurre nada mejor?

—¡No leas mis pensamientos! -Dije indignada- ¡Son privados, mi mente es privada!...-Volvió a reír- ¡Ya déjame en paz!

—¿Emma...? -Dijeron a mi lado- ¿Estas bien?

—¿Que no ves que estoy ocupada? -Mire a Lukas enojada- Esta idiota cree que pu-

Pare en seco, estaba hablando con la voz de mi cabeza y ellos estaban escuchándome. Maldición ¿Ahora que? que yo sepa que estoy loca es una cosa, pero que alguien mas se entere y encima lo vea es algo completamente diferente... Okey, respira, cálmate.

—¿Emma? -Volvió a preguntar.

—Estoy bien, no es nada... ¿Por que estas desnudo? -Me miro sorprendido. Confirmado, soy idiota, la pregunta solo se me escapo. 

—Pues... La ropa no se estira cuando nos transformamos así que... Oh Daniel, volviste -Algo rozo mi cabeza y choco contra el pecho del anaranjado- Gracias

—¿Daniel? -Gire mi cabeza y ahí estaba él, vestido, sonriendo mientras su extraño color se expandía.

—¿Si? -Contestó.

Oh, así que, así se llama el imbécil de los tatuajes. Esperaba un nombre mas rudo, como Satán, Lucifer o algo así.  



Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora