#16

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Y así lo hice, abrí mis ojos. Frente a mi, sosteniéndome para que no me caiga, se encontraba el chico al que tire de su brazo, Su color era como un verde agua, lindo. Ojos marrones, pestañas perfectamente arqueadas, cabello negro, corto de los costados pero bastante largo del centro, peinado hacia arriba, desafiando todas las leyes de la física, sus labios eran carnosos... Si buscamos en el diccionario la palabra ''chico lindo'' estoy segura que aparece su rostro.
Okey, no puedo creer que esta persona me haya bajado el autoestima sin siquiera decir una palabra. Yo no estoy mal, pero él es estúpidamente perfecto. 
Rápidamente me acomodó, puso un brazo en su pecho y el otro en su espalda mientras hacia una pequeña reverencia. Levantó la mirada, me sonrió y se alejo. 

—¿Emma? -La voz de Lukas me trajo de vuelta a la realidad- ¿Que estas haciendo en este lugar? 

—¿Que? -Dije confundida mientras veía como el circulo de personas se alejaban a seguir con sus cosas- Oh, nada. Daniel tenia que hablar con alguien y me dijo que podía echar un vistazo... Se supone que tengo que empezar con un entrenamiento.

—¿Con esa ropa? -Me miro de arriba a bajo- No creo que sea buena idea... Necesitas algo mas cómodo. 

—¿Algo como lo que estas usando? -Sonreí burlona. 

Al igual que todos los chicos de este lugar, él se encontraba sin remera y ahora que lo observo mejor mi teoría de que los de esta especie tenían el cuerpo tallado por los mismísimos dioses se confirmaba. A pesar de estar sudado se veía bastante bien, aun con ese pequeño mechón rubio que cubría parte de su ojo, el cual ahora que me percato es color miel. 

—Muy graciosa... -Comenzamos a caminar recorriendo el lugar. Ahora con Pelusa a mi lado- No creo que sea buena idea que las demás sientan el olor del alfa en tu cuerpo... Aunque supongo que es mejor a que sientan tu extraño olor a humano -Paro de golpe- ¿Por que sigues oliendo de esa forma?      

—No tengo idea -Me encogí de hombros- ¿Se supone que tengo que oler a algo?

—Si... Todos tenemos un olor en especifico, estos no se repiten -Me explicó.

—Oh, como los colores -Me miro extrañado- Nada,nada -Rápidamente cambie de tema-¿Que se supone que es el olor a humano? ¿Identifican especies por su olor? 

—Si, cada especie tiene un olor en especifico. Así como sentimos el olor a humano, sentimos el olor a vampiro, bruja, arboreos, ghure- Lo interrumpí. 

—¿Arbo qué? -Dije confundida, todos conocemos a las brujas y a los vampiros, es lo mas normal ¿Pero lo otro? ¿Que se supone que son?.

Antes de que pudiese responder a mi pregunta, Daniel apareció frente a nosotros, ya había hablado con alguien para que se encargue de mi ''caso especial'' y ahora debía ir con esa persona para poder recibir el entrenamiento adecuado. Y así fue, fui guiada hasta ''mi entrenador'', una persona bastante grande, piel morena, cabello largo, le llegaba por debajo de los hombros pero lo tenia atado, supongo que sera para no molestarle. Sus ojos eran rasgados y de un extraño color esmerada, sí que resaltaban. Nos saludamos mutuamente, los chicos se fueron y quede a solas con él, al instante supe que nada seria fácil. Salimos de ese lugar y me condujo a otro, lejos de todos esos chicos.      

Y así fue como mi infierno comenzó, era agotador y fue vergonzoso estar junto a los niños, tenia que empezar desde cero y él se lo tomo enserio, pero a medida que pasaban los días podría decirse que fui ''subiendo de nivel'', hasta que finalmente estuve con chicas de mi edad. Aunque al parecer no les agradaba mucho, supongo que aquello que dijo Lukas era verdad, a ellas no pareció gustarles que el olor del alfa estuviera sobre mi cuerpo, pero los demás días en los que ya estuve con ''mi propio olor'' al parecer les caí muchísimo peor. Según Keira, mi loba, eso se debía a que era mas fuerte que cualquier humano, es mas estaba superándolas a ellas, lobas que entrenaron toda su vida para ser fuertes.
Los primeros días ellas usaban mi cuerpo como saco de boxeo y como trapeador de piso, me la pasaba mas tiempo en el suelo que de pie, pero termine por aprenderme sus movimientos, y venciendolas una por una. Mi relación con Markus, el entrenador, mejoro bastante, podría decirse que eramos amigos, él estaba orgulloso de mi progreso...      
Pero sin importar que, aun no era capaz de transformarme, intentamos todo, pero nada. Seguí su consejo sobre intentar hablar con Keira sobre el tema, pero esta se negaba a hacerlo ya que era algo que ''yo debía aprender sola''. Esa maldita. Estas dos semanas fueron intensas, me despertaba a las 5 AM para correr por todo el lugar, lo bueno era que mi amada me acompañaba, aunque yo le dijese que se quedase durmiendo, luego volvía a la casa de Daniel para desayunar algo ligero y salir inmediatamente hacia el gimnasio, donde Markus me esperaba para comenzar con el entrenamiento. Terminando por volver a la mansión de Daniel a las 6 PM, tomar un baño, cenar e ir directo a la cama, pues el siguiente día seria igual.

No volví a ver a Daniel ni a Lukas desde que ese día en el gimnasio, supongo que los tres estaremos muy ocupados. Mi amada es mi única compañía, como siempre, afortunadamente para ambas, se le permite estar junto a mi en todo momento. Al parecer mi rendimiento no era tan bueno cuando estábamos distanciadas, pues solo podía pensar en ella y no me concentraba en nada mas.
Todo este tiempo estuve durmiendo en una de las tantas habitaciones que se encuentran vacías en esa enorme mansión, claramente tuve que poner una manta encima de la cama para que Pelusa pueda acostarse conmigo sin que nadie pueda impedirlo. 

Hoy empezaría a entrenar en la parte de los hombres, no hay ninguna regla que nos prohíba cruzarnos o entrenar juntos, pero al parecer las mujeres prefieren estar en un lugar aparte y los muchachos tienen todo lo que necesitan en este lugar, por lo que no tienen necesidad de cambiar de sitio.
Como el transformarme era algo en lo que no avanzamos, nos centramos mas en la lucha cuerpo a cuerpo y con armas, ademas de que entrenamos mas de lo necesario mi resistencia, reflejos y fuerza. Digamos que aunque no tengo tanto musculo como los tipos de este lugar, tengo un poco, y me siento poderosa, es bastante gracioso. Pero creo que nunca me vi tan bien en mi vida. 

Markus me dio uno de los palos para comenzar a luchar contra él, según entendí, esto le demostraría a los chicos cual es mi potencial así no tendrían miedo de lastimarme si llegásemos a entrenar juntos en algún momento. Cuando nuestras armas chocaron varios comenzaron a observarnos a la distancia y otros se acercaron, el entrenador me golpeo varias veces apenas y le respondía con una leve mueca, no tenia tiempo para concentrarme en pensar si lo que hizo dolía o no, simplemente debía contraatacar. Ambos recibimos golpes, quizá él recibió unas pocas de mas, no podría decirlo con certeza. Una vez finalizamos nuestro combate bebimos algo de agua y me concentre en mi respiración para que esta vuelva a la normalidad. 

 —¿Quien sigue? -Pregunto Markus observando a los muchachos, nadie decía nada- Tú -Le tiro el palo que tenia en sus manos- Él sera tu rival, Emma -Asentí y me acerque, mas personas se habían acercado. 

—No te contengas -Le dije al observar su expresión- Necesito mejorar y allí fuera, en una verdadera lucha, no me van a tener lastima -Asintió. Chocamos nuestras armas dos veces y nos alejamos para dar inicio a la pelea.               

Ojos rojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora