¡Pedi un deseo y pasa esto!

Capitulo 135

Aceptando la misión abrupta. El grupo en cuestión ascendía con más precaución todos los pisos, hasta alcanzar el trayecto final del sexto piso. Sin hallar por ninguna parte a Aylin.

Suspirando por ese predicamento... Emiliano, ojeo la hora de su pantalla de notificación. De comprobarlo de un momento a otro, se preocupó por lo tarde que era, ya. De inmediato, hizo que el grupo se apresura a la siguiente sala del jefe del piso, para avanzar y continuar su búsqueda de rescate.

Aunque, inadvertidamente a pasos de adentrarse. Un rugido por parte del estómago de Lilynette, lo abstuvo de seguir. Así que, calmándose por oír ese sonido particular de nuevo.

Detuvo al grupo y busco un lugar seguro, arrojo su capsula. Al poco tiempo, que se hacía presente, les pidió pasar y descansar para disponerse a cenar por el momento. Entre tanto, le susurraba a Allen, que si podía poner una barrera de invisibilidad y protección.

De oír su confirmación de un segundo estaría hecho. Se dirigía de nuevo a todos, que estaban parados en el pasillo, Para indicarle, la sala de descanso...—Por allí, está la sala de estar y a su derecha el comedor...—.

Obedeciendo y no reclamando ninguna palabra, por no saber que preguntar exactamente, por tantas peculiaridades que poseía y había demostrado en su trayecto con su conocimiento, astucia. Sólo dieron un respiro, para recuperarse de su cansancio.

Sentándose en el sofá y las sillas del comedor. Emiliano como Allen, daban otra mirada de inspección a sus servants. Susurraban con tranquilidad entre ellos...

—Todos están agotados e irritados— Salvo nosotros dos o no Allen—Comentaba Emiliano.

—Si... ¿Cuál, crees el mejor plan para que se relajen? —Asentaba y preguntaba Allen, atentamente.

—No sé, qué tomen un gran descanso por ahora y dejarlo solo. —Respondía Emiliano por solo haber pensado en ello.

—Eso solamente—Replicaba Allen.

—Sí, es lo único que pienso que puede funcionar—Contestaba y asentaba con su cabeza Emiliano.

Tomando, como una decisión sensata entre ambos y no discutiendo, mucho más del tema. Sólo suspiraron, entre ellos. Mientras Archer y Boudica empezaban a preparar, la cena para todos con su ayuda....

Por lado contrario, la mayoría solamente miraba a la lejanía y suspiraba con cierto malestar, por recordar con atención a los monstruo y jefes, que habían estado luchando desde el tercer piso, para ascender a los siguientes; Como el jefe del tercer piso 'El Demonio de Taurus', 'El Demonio de Aries 'del cuarto piso, 'Nito el rey del cementerio' del quinto piso, con sus molesto subordinaos e invocaciones, inmunidades.

La ayuda incondicional de las pociones e hechizos de los masters en curarlos, atacar a sus enemigos. Aunque, alguno de ellos se recriminaba por ello y otros tenían un pensamiento, muy diferente por el estilo...

—"Maldición, somos al menos de ayuda para eso cuatro monstruos, en serio"—Se decía, todavía Jalter y no mostrando, lo descontenta que estaba por haber sido envenenada por Nito el rey del cementerio en un simple segundo de descuido. Siendo rescatada por su master y cargada como una princesa en lo que se retiraba...

—"Por solo un roce, me dejaron aturdido un buen tiempo en el suelo"—Se decía Edmond, cuando recordaba que un sabueso del Demonio de Aries. Lo habían golpeado y dejado aturdido.

—"Solo las caídas de gran fuerza pueden matar a ese Minotauro, las armas sagradas, le hacen más daño a ese no muerto"—Se decía aun Siegfried, para no olvidarse las palabras de Allen, cómo debían vencerlo al demonio de tauro, nito el rey del cementerio...