Capítulo 34

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Abarcando un sentimiento de indecisión de que la persona delante de ella se trataba de un humano y admirador, pedía unirse a su fracción. Lilynnette resoplo al aire arrogantemente y le contesto, mientras le señalaba con el dedo...—Eso es decisión de Starrk y Aizen-sama si se te dejan, dan permiso a como lugar... ¡Pero si quieres convertirte en mi subordinado tendrás que seguir mis órdenes desde ahora!

Al acto Emiliano se irguió, respondió con una voz autoritaria...—¡Si señora como ordene...! —

—¡A quien le llamas señora, tu subordinado, estúpido! —Grito Lilynette pisando el pie con enojo por su respuesta, pero luego Emiliano la miro y aguanto tranquilamente como no doliera nada su pisada. En su cabeza pensaba...—"Al menos, no tuve que comenzar a pelear de la nada con uno de mis personajes favoritos de la serie aquí mismo, podre ver a Starrk en persona que combo y suerte la mía"—

De inmediato ella le ordeno que la siguiera y de la nada Lilynnete le pregunto de golpe...—Sabes subordinado, lo que está ocurriendo, porque noto una gran cantidad de reiatsu apareciendo más de lo habitual...—

—Oh, no me percate de ello. —Emiliano decía aquello. Aunque, se estaba haciendo el tonto porque no podía sentir los reíatsu como los personajes de la serie, solo percibirlos con mera dificultad haciéndolo mediante un sello de mano...

Tardando un momento en comprobar lo que acaba de decir, se dio con la sorpresa que había más energía en los alrededores. Pero, no eran pequeñas para nada como si fueran un gran torrente cada una, le daba una sensación extraña para sí mismo mientras la seguía investigando con cuidado. Sin embargo, la voz repentina de Lylinnete le trajo de vuelta a Emiliano de su concentración.

. —¿Por qué mueves así tus manos? — Pregunto Lilynette.

—Estoy comprobando lo que ha dicho jefa...—Respondió Emiliano

—Ah...Sí que son extraños los humanos, pero si quieres ir a ver Starrk y saber si te acepta, tendré que llevar o no...—Lo humanos ¿Pueden controlar el reiatsu como nosotros? Porque no pienso llevarte a cuesta si eres lento, una carga...—Dijo Lilynette.

Al escuchar su pregunta Emiliano estaba entusiasmado más de lo común por su pregunta. Sin embargo, se percató que Lilynnete de un momento a otro había llevado la conversación y su comportamiento a más apacible, aceptable en lo que hacía y decía como si fuera una niña que había conocido a un amigo nuevo...

Tenía serias dudas, pero mirando el rostro de Lilynnete, conociendo la personalidad del dúo se dijo...—"Ellos son así de todas formas, dos personalidades diferentes que comparten un cuerpo, mejor es seguirle la corriente, así yo también lo disfruto..."—

—Otra vez tardas en responder mis preguntas... ¿Los humanos pueden o no controlar el reiatsu? —Dijo Lilynette.

—Algunos les cuesta más que otros, pero no te preocupes no soy para nada lento o quieres correr una carrera conmigo...—Contesto Emiliano.

—¡Oh, sí que tienes agallas...!, ¡Pero si eres lento no te aceptare como mi subordinado...! —Replico Lilynette.

Comenzando delimitado con el pie una línea recta en la arena, pregunto Emiliano. —Hasta, ¿Donde será por aire o tierra?

—Hasta ese pilar de escombros pasando el árbol semi enterrado de allí...—Dijo Lilynnete y señalando con su dedo y continuando—¡Sabes no voy a perder contra de ti!, ¡A la cuenta de tres! ¡3!, ¡2!, ¡1!, ¡Ya! —

Saliendo a toda velocidad dejando en vergüenza a Emiliano, Lilynnete giro su cabeza sacando su lengua para burlarse por lo lento que era. Pero no notando con unos veloces movimientos de su mano Emiliano estaba tomando la distancia que le costaría llegar hasta allí, se dijo mientras la observaba irse...—"Esto será pan comido"—

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