Capítulo 139

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Oyéndolo y actuando, Starrk realizo lo que decía Emiliano. Entre tanto, el mismo se levantaba poco a poco y caminaba despacio para aproximarse, sin tropezarse de nuevo.

Llegando hasta allí en menos de unos cuantos minutos, se sintió más revivido y mejor. En lo que movía su mano a emerger otra poción de grado excelente de su almacenamiento. Pero, dando un vistazo al estado de su boca; La limpio, primero con varias servilletas de papel que saco de su almacenamiento...

Terminando en unas simples pasadas. Se fijó nuevamente, que todavía se encontraba desmayada y respiraba con pesadez e irregularmente. Abruptamente toco su muñeca y comprobó su pulso.

Al poco tiempo de examinarla, percibió que se hacía más débil y estaba a punto de desvanecerse en totalidad.... Gritando a su interior, se dijo—"¡No en mi guardia!" —

Tomando una decisión abrupta, en todo sentido de la palabra. Retiro el tapón de la poción de 'grado excelente' con su boca, tomo un trago grande, sin beberlo y manteniéndolo, se aproximó a la de ella. Poco a poco sus labios se introdujeron, no teniendo ideas nauseabundas, por el olor y la sensación que provocaba. Inicio ayudarla a beberlo por completo....

Starrk solamente miro con una cara de sorpresa y Lylinette, que estaba en su forma de pistola, se transformó automáticamente de vuelta a su estado original. De pronto de administrarle la poción Emiliano, se separó de ella y convocaba una botella de agua, para lavarse la boca y escupir con fuerza a un lado.

Sin ver que Lilynette levantaba su pie, propinándole una patada detrás de la espalda, que lo mando a volar y replicaba enojadamente—¡Subordinado infeliz, que no estas contento con tener a Kushina a tu lado! —

Aterrizando con sus pies sobre el pillar, más cercano por la patada de ella. Le reclamo— Jefa, no vio. Lo hice para salvarla. — No tengo, otra intención con ella—

—Mejor que sea así. — Si no, se lo contare a Kushina que paso aquí. —Aunque, nos debe una explicación, clara del porque debemos salvarla a ella explícitamente...—Replico molesta Lilynette y señalaba a Aylin.

—En todo caso, que te lo diga Mei esta vez. —Ella es la que la sintió y se preocupó, por ser la hermana mayor de su huésped anterior y parece que está involucrada con ella de cierta manera...—Decía Emiliano, sin revelar nada de la misión, que recibió en mitad de camino.

Tan rápido que pronuncio aquello. Mei salió de su interior, replicaba con fuerza y pegándole—¡Emiliano! —

—Jefa ha visto, esta enojada y lanza puñetazos. — Porque es la verdad—Decía Emiliano y le mandaba un mensaje a su mente—"Por favor explícales por mi esta vez, te prepare algo delicioso". — "Cuando volvamos a casa"—

—"Lo hare si me haces tres bandejas de pasteles de luna. "—Respondía Mei, entre miraba con atención y suspiraba en su interior, como hacerle comprender a Lilynette la situación.

—"Está bien, lo haré"—Dijo Emiliano, prometiéndole en secreto.

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Transcurriendo unos minutos después...

De haber finalizado su ardua batalla, todos se ayudaron entre sí curándose y reuniéndose en un punto exacto. Comenzaron a caminar en grupo, Buscando, la otra parte del medallón rojizo que debían hallar, para completar la misión de la caja de Mei.

Llegando a pocos metros del final de la habitación, miraron de repente un altar y encima de él. Se encontraba, posando la mitad del medallón rojizo.

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