¡Pedi un deseo y pasa esto!

Capítulo 90

Transcurrido una semana, después de la practica....

Ayelen se encontraba seriamente haciendo fila después de haber pasado bastante tiempo de calidad familiar con sus otras dos hermanas. Desde ese raro incidente que no recordaba nada de lo acontecido.

Al ver que faltaba poco de que podía volver a entrar a ese exquisito restaurante que poseía un singular menú de comidas por día. Se alegró, más por tener la grata oportunidad de admirar a los chicos guapos que trabajan de meseros, como las encantadoras meseras que todo deslumbraban con su cálida sonrisa de bienvenida. El rápido recibimiento de un mesero de pelo marrón, la guio hasta su mesa.

Sentándose e inspeccionando vigorosamente la primera página del menú. Mientras tanto le preguntaba al mesero en cuestión y le daba una ojeaba, hacia su cara...—¿Cuál es la selección de hoy Emiliano-san, si lo puedo preguntar? —

—Hoy se trata de una gran variedad de hamburguesas principalmente y además tenemos todo tipos de pasta recién hecha, el especial del día se llama "el recuerdo de una niñez..." Por favor, lea cuidadosamente el menú Ayelen-san con cual acompañamiento, salsa desea pedir su comida en especial hoy. —Contesto con tranquilidad el clon de Emiliano.

—Disculpa lo que estoy a punto de decirte, pero es todavía extraño. Encontrarte aquí y que seas la persona que se encarga de recibir mi orden...—Interrumpió Ayelen mirándolo por la camisa blanca y pantalón de vestir que estaba puesto con su delantal rojo.

—Todo debemos, vivir vidas normales Ayelen-san. —Replico el clon de Emiliano.

—¡Tienes razón...!, disculpa por lo antes mencionado. —Dijo Ayelen y observo con deslumbre la sección de hamburguesas.

—¿Qué es lo que pedirá el día de hoy Ayelen-san? —Pregunto el clon de Emiliano para anotarlo en su libreta y encargarse de las demás mesas.

—Esta hamburguesa con pan de pita, con estas tres salsas de acompañante...—Exclamo Ayelen, mientras marcaba la selección al azar que hizo por las recomendaciones que tenía escrita en la carta, que daba un resalte mejor de sabor, armonía.

—¿Con una orden de papas, una botella de gaseosa también? —Pregunto el clon de Emiliano repentinamente

—Si por favor con un poco kétchup de acompañamiento a la orden de papa y esa dulce bebida llamada Coca Cola...—Recalco Ayelen por haberla disfrutado, en este único restaurante que la servía.

—Bien en poco tiempo le traeré su comida. Pero tengo que darle un recordatorio por favor no tome foto a escondidas de los meseros o meseras del lugar— Está actualmente prohibido. Si no quedara vetado/a de vida para volver a comer aquí de nuevo. —Por favor no intente negarlo o expondremos su cara con una foto en la pared donde se encuentra la caja principal. Allí, ya hay ejemplos ya explícitos—El clon de Emiliano decía con atención señalando con su pulgar derecho.

El sólo advertía eso, porque ya tenía varios servants trabajando para él y por la gran idea de Allen de agregarle otro trabajador más por su deseo en que le auxilie, por la dificultad de tratar con los demás ya que tenía a su cargo, lo sobrecargaba absolutamente soportarlos a todos.

Aun se lamentaba un poco su decisión precipitada de darle un trabajo, lo miraba con precaución que servía de igual manera que Starrk-san en sus días de trabajo, de hacer de un mesero diligente, cuidadoso. Pero llamaba mucho la atención de las clientas, por su altura, encanto natural, singular belleza. Porque si no fuera poco, recordaba ayer a él y Siegfried la habían sacado fotos a escondidas a sus espaldas.

Encogiéndose de hombros el clon por su malestar, al solo recordarlo todo el drama que hicieron esas clientas. Se aproximó en dejar el plato de hamburguesa que había pedido Ayelen, con su orden de papas, botella. En tan solo unos momentos que se encargaban, miro a otros clientes entrar con Siegfried y darse cuenta que se trataba del grupo de monjes.