Capitulo: 3-1

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Pov Ponzu

Es muy raro como la vida funciona algunas veces quién lo diría hace unas horas estaba buscando donde se encontraría el navegador, pero me choque con un sujeto extraño, que de casualidad sabia mi nombre, eso no es que lo más raro de todo, me guio a donde tenía que dirigirme, me pago el boleto en gratitud.

Al momento pensé era un completo ignorante de la vida, que ayudaba a las personas o era un secuestrador malicioso con un complejo plan en todo el tramo a tenderme una trampa. Con suspicacia le mire hasta que nos detuvimos de repente, solo el me señalo como si estuviera hablando con cualquier conocido, le preste la suma atención hasta que dijo —«Frase secreta»—

Me quede congelada un segundo pensando es realmente una mente brillante, que es lo querrá a cambio por ella, aunque él se iba a los lejos caminando rápido y pregunte de golpe...

Me contesto con esa estupidez sencillez, lo primero que pensé—«Oh, por dios no será este tipo de aquellos asesinos en serie que se escaparon recién en los alrededores»—...

Matándome pensando en lo peor lo seguí a menos de medio metro por las dudas, pero de pronto al llegar a una esquina rápido se adentró aun edificio como si nada. Mire con atención al lugar que se metió era un hotel de categoría de cuatro estrellas, me quede perpleja por su ignorancia...

Mientas Lo escuchaba hablar, antes que pudiera maldecir en mi interior le hice una pregunta, después de ella la siguiente me asusto un poco más. Sin embargo, no iba a retractarme en aquello si ya estaba a un paso, si era lo peor me podría defender y sacar información como si fuera una linda rata en torturarlo de a poco en hacerlo....

Ya estaba planeando todo y las formas que lo haría, pero unas preguntas, me desanimaron por lo que dijo—«mi seguridad como mujer»—.

Me dije —"Me ve como mujer..."— «Yo»— entre todas las personas y en ser la única descendiente de ese estúpido clan que ya pereció hace mucho tiempo en controlar insectos peligrosos, hace comportar a todos sus hijos como hombres.

En meditarlo me hice la dormida lo que más pude esperando su actuar, aunque fue en vano cuatro horas habían pasado me levante disimuladamente para ir al baño, lo mire al rostro el muy estúpido estaba dormido profundamente. De ahí me pregunte—«¿Es en serio?»—«No tendrías que al menos tener tu guardia en alto estas con una mujer completa desconocida en una habitación de hotel»—. Pero viendo su rostro de tranquilidad solo me amargue.

Dije—«Mejor lo dejo por ahora»—, si él sabe la frase me será más útil de todas formas, no es mejor que no sepa lo que paso aquí. Ni, aunque se diera cuenta esto nunca lo leería en su vida en lo que escribo en mi pequeña libreta.

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