Capítulo 136: Jefe del abismo 1/3

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Deshaciéndose las horas, enemigos, jefes de los pisos Emiliano aún estaba sacando la lengua por el cansancio físico y mental, que poseía; El hecho, que habían batallado con seis 'Guardianes del santuario', en el séptimo piso. Al par de caballeros 'Ornestein y Smough' del octavo piso. Una pareja de dragones 'Kameleet' en el noveno piso.

Aunque, se asombraba interiormente, que habían sobrevividos a todos a ese calvario. No perdiendo a ningún de los servants, en el camino.

De un segundo a otro, retiro una botella de agua de su almacenamiento, tomo un largo sorbo de ella. Hasta saciarse e iniciaba a hablarles a todos—Por fin estamos al final de esto. También, este es el único lugar, que queda razonablemente donde ella puede estar... —¿¿Así que estamos listo, para avanzar?? —

Los servants y Allen, no replicaron nada. Sólo asintieron, oyeron con calma junto a Lilynette, Starrk, que estaba bostezando a su lado.

Emiliano, solo se quedó mirando de reojo al hecho, que todos se mantenían callados y no decían una palabra. Asintiendo únicamente, con su cabeza que lo iba hacer. Se acercó, sobre la gran puerta de metal y la empujo hacia adelante, para abrirla.

A instante de abrirse, el par de puertas. Todos observaron, el escenario de un gran salón con varios pilares de granito, que alcanzaba el cielo mismo... De pronto, de quererla examinarla con cuidado, sus sentidos saltaron en alarma y automáticamente. Se recubrieron, con una capa de aura por la presión espiritual que desbordaba de allí.

Emiliano al ser él primero en abrir la puerta, sintió la misma presión espiritual, arrojarse de golpe con una molesta sensación de sed sangre, que combinaba entre sí. No importándole, mucho la procedencia de la presión espiritual y sed de sangre, por ver que aún se hallaba del otro lado.

Se dio, el lujo de fisgonear a todas partes con su 'Apreciación', casualmente de hallar a Aylin. Al lado de un pilar, sobrevolando y siendo recubierta por una esfera morada a 2 metros de altitud del suelo.

Mientras el tintineo de las placas de metal, sonaba con sus pisadas acercándose lentamente a ellos.

La figura de aquel galante y tosco caballero, llamaba la atención. Por su apariencia de que hubiera combatido contra alguien heroicamente con su armadura plateada, oxidada y capa hecha jirones de color azulado, que se reunía en su cuello.

Dirigió en menos de unos segundos, una mirada aguda a todos. Junto a su compañero perruno de gran tamaño que estaba a su lado, con su espadón en su boca...

Emiliano no le costó reconocerlo a ambos y gritar de emoción—¡No jodas son Artorias y Sif! —

Saliendo esas palabras, Artorias por su lado, bajo su espadón de su brazo izquierdo y le provoco con extender su mano a que se acercarán, hasta él. Moviendo automáticamente a los lados su cabeza en negación. Emiliano, lo miro al siguiente segundo, como agarraba de nuevo su espadón con su mano derecha y le apuntaba a la esfera morada, donde se hallaba Aylin. Ponía su dedo de su mano izquierda en ejemplo, que la iba a cortar si no se acercaba ahora....

Comprendiendo y averiguando que tenía conciencia propia. Los servants lo miraron a los dos, esperando una explicación al respecto de aquel oponente extraño. Aunque, fueron desconcertado a los milisegundos, por su parte en oír a los dos decir...

—Son Artorias y Sif, crees que es una sensata idea, que nos lancemos a su provocación fácilmente o no Allen— Comentaba Emiliano y lo miraba en aguardar su opinión.

—Yo creo que no.— Pero, no va atacar a la chica que debes salvar—Respondía Allen.

—Sí...Pero, si me acerco descuidadamente, creo que Artorias hará algo muy loco. — No te conté, la primera vez que me enfrenté al Dragón verde—. Me agarro desprevenido con su ataque de ignición en incinerar la habitación y casi morí por no saberlo cuando lo hacía —Así que, como precaución, le arrojare una roca hacia su cabeza y comprobemos, que hace primero a ello—Replicaba Emiliano y disponía a investigar.

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