Capítulo 77

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Pasando una semana...

Por fin Kushina se calmó un poco su enfado, Emiliano solo le cumplía el capricho que ella pidió de salir con él en una cita como hizo con Ponzu. Tomándola de la mano ella se sentía bastante incomoda, para sacarse los nervios que poseía con enojo en su interior. Lo arrastro a todas las vidrieras de la galería y diciendo constantemente a su lado. —Mira qué bonito es eso Emiliano. —Señalando al sombrero rojo que estaba en exposición.

—Si Kushina...—Dijo Emiliano y le sugería—Pero a ti te vería más hermoso ese sombrero morado que el rojo...—

—Deja de alagarme tonto. Todavía estoy molesta contigo. —Decía Kushina y un poco molesta.

Sin embargo, en su interior estaba mintiendo literalmente, le agradaba oír de nuevo esas palabras por él, miraba con un sentimiento más grande que tenía que hacer algo para desquitarse mejor por lo que le hizo sentir en vano, preocupación los últimos 10 días. Siendo capaz lo llevo de la mano a recorrer toda la ciudad de pies a cabeza, al estar solo a unos pasos próximo de un edificio color blanco se detuvo, observo con atención el letrero—«Love hotel: una noche en paz»—.

Emiliano notaba que Kushina se estaba divirtiendo después de pasar toda la semana enfada con él. Al ser llevado cerca de un edificio que el reconocía por casualidad. Ella se detuvo, acerco despacio y susurro a su oído con calma...—Si quieres podremos entrar ahí— Señalando con su dedo el hotel.

—Kushina no necesitas hacer esto, si sientes que es por una obligación no lo deseo. —Dijo Emiliano y mirándola seriamente.

—¡Sí que te has vuelto un cobarde! Una chica se te estas ofreciendo, tú te haces para atrás tan fácilmente. —Replicaba Kushina y viendo que no lo era lo suficiente consciente.

—Vamos y entremos si tú lo desea de verdad ...—Contesto Emiliano para no flanquearse ante ella y su clara resolución.

Aceptando su loca travesura que pensó que le molestaría y negaría por ser el mismo tipo inocente como Minato en dudar de dar un paso frente a ella. El corazón de Kushina, latía muy rápido hasta podía oírlo claramente bombear sangre, su cara se tornó roja de solo pensarlo ellos dos juntos y la declaración que fue aceptada.

Emiliano en su lugar, estaba encargándose en la recepción en pagar la estancia y comprar lo que necesitaba con su sistema. Dándose la vuelta noto a Kushina muy colorada, temblando como sintiera mucho frio recorrer todo su cuerpo

Acercándole, le mostro la llave, tomo de su mano para ir juntos al ascensor. Sin embargo, Kushina reaccionaba, caminaba lentamente como si no pudiera controlarse bien emocionalmente. Al ser atento como se sentía y creía realmente por el día anterior. Retiro su mano, paso el mismo brazo a su cintura, la ayudo abordar el ascensor con cuidado. Con cariño adentro bajo su mano y le dio una suave palmada a su cola y estrujaba con suavidad.

Kushina al notar la sensación alzo la mirada a la dirección de Emiliano. Al siguiente instante se le acercó con su boca a ella y cerrando los ojos dejando que ella misma decidiera su loca proposición de lo que ella hizo.

Kushina aún mantenía ese pensamiento de todas las imágenes posibles, pero no deshizo su pensamiento pervertido y erótico, acción en si era sensato entre todo. Sin embargo, su cuerpo involuntariamente por recordar la anterior vez que le hizo sentir arder su corazón. Siguió la línea de recibir los labios de Emiliano. Poco a poco los dos se sumergían en el placer y la diversión jugar con sus lenguas entrelazadas.

Al escuchar que el ascensor se detenía en la tercera planta. Emiliano la levanto de la cintura y continúo entregando el dulce beso, mientras la cargaba por el pasillo a su recamara, con su mano libre apoyaba la llave magnética en la puerta y entraba, dejándola sentada en la cama.

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