T2. Capítulo 17

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- Por culpa de esos malvados... mis preciados hijos han muerto... y todo por la búsqueda de las esferas del dragón - Dice el patriarca, lamentando lo que está sucediendo.

- ... - Krilin se mantiene en un respetuoso silencio.

- La prueba de inteligencia y poder de quienes viven en Namek ha sido la puerta a una masacre... nunca imaginé que las esferas de la esperanza llevarían a esto - Se lamenta el inmenso namekiano.

- Lo lamento si sueno algo rudo, pero debo ir al grano ¿Podría prestarnos la esfera del dragón que se encuentra sobre su cabeza? No planeamos robarla, lo juro - Pide el humano.

- Y...Yo también se lo pido. Si se cumple el deseo de estas personas se podrán recuperar las esferas del dragón de la Tierra - Dice Dende.

- ¿Qué? ¿Esferas del dragón en la tierra? ¿Hay un namekiano allí? - Pregunta el Gran Patriarca.

- Sí, ha muerto debido al ataque de los saiyajin. Era el Dios de la Tierra, lo llamábamos Kami Sama. Dedujimos que, en la antigüedad, cuando este planeta estuvo en peligro, lo pusieron en una nave para que escape - Dice Krilin.

- ¡Ya recuerdo, el hijo de Katattsu, el pequeño Kattotsu! ¡No sabía que ese niño había podido llegar sano y salvo a un planeta habitable! Era tan pequeño que ni siquiera creí que pudiese encontrar comida en caso de lograrlo. Recuerdo que al nacer descubrimos que era especial, un Namekiano que aparece en raras ocasiones, el llamado "clan de los dragones". - Dice el Patriarca - Pero no tiene sentido que haya sido asesinado por un saiyajin. - Comenta - Es cierto que esos saiyajin son temibles, pero... un prodigio del clan de los dragones está a otro nivel ¿Acaso se trataba de un super saiyajin? - Pregunta.

- ¿Eh? ¿Qué es eso? - Pregunta Krilin.

- Por favor, acércate, terrícola - Pide el patriarca.

- ... - Krilin se acerca y se sorprende al ver que el namekiano le está apoyando una de sus enormes manos en la cabeza, se siente incómodo al ser tocado de esa manera.

- Permíteme ver tu pasado. - Dice el Dios de Namek, entonces cierra los ojos - Ya veo, se dividió para evitar que el mal se apoderase de él, eso hizo que pierda la mayor parte de su poder. Si ambas partes se uniesen para volver a ser un solo ser, nadie habría podido vencerlo - Comenta.

- ¿S...Ser un solo ser? - Le pregunta el humano.

- Bueno, está bien. Tus deseos son puros y tu valentía es admirable, te habría entregado la esfera del dragón incluso si no tuviésemos esta trágica situación actual. Aunque, lamentablemente, dudo que puedan cumplir su deseo - Menciona el namekiano elevando su mano para tomar la esfera del dragón.

- ¿P...Por qué? - Pregunta Krilin.

- Estoy muy viejo, no debe quedarme mucho tiempo de vida ¿Acaso me quedarán unos días? ¿Moriré hoy? Es muy difícil saberlo. Antes de ese momento necesitarías reunir las esferas que el malvado ya juntó... y si muero, las esferas del dragón desaparecerán - Le responde el Gran Patriarca.

- Entiendo - Dice el humano - ¡Prometo proteger esta esfera del dragón con mi vida! Ese malvado no obtendrá la vida eterna con sus esferas del dragón, lo juro - Promete.

- Gracias por venir. Debido a mi condición, me es imposible seguir moviéndome, ni Nail ni yo podríamos proteger esta esfera - Dice el patriarca.

- ... - Dende agacha la mirada, se siente frustrado por su falta de poder.

- Por cierto, tienes un gran poder, terrícola, pero hay una parte más grande durmiendo en tu interior. Permíteme ayudarte con eso - Dice el patriarca tocando la cabeza de Krilin.

Dragon Ball: Caminos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora