Todos conocemos la historia de Dragon Ball, pero... ¿Qué habría pasado si el combate contra Raditz no se hubiera desenvuelto con el mismo final?
Esta historia muestra lo que habría pasado en un posible futuro diferente, con otros eventos sucedidos...
Bulma se encuentra leyendo una revista mientras descansa en un enorme colchón flotador sobre una piscina, intenta distraerse de la preocupación que siente.
Sorpresivamente, una señal en su reloj de muñeca la sorprende.
Al instante corre hacia una zona del jardín de la Corporación Cápsula, aunque antes de eso se viste con un conjunto de ropa.
La nave espacial aterriza frente a ella.
- Por favor, por favor - Susurra.
Con un gesto triunfante y su armadura puesta, Raditz es el primero en salir de la nave, camina con decisión hasta llegar frente a la mujer.
- Ey, adivina qué - Dice.
Cierra sus ojos con una sonrisa.
Tras eso su cabello y su cola se tornan dorados, al abrir sus ojos puede verse que estos son de un color azul verdoso.
- ¡Me he transformado en un Super Saiyajin! - Exclama exponiendo su aura dorada.
Bulma se acerca hacia él, entonces empieza a llorar desconsoladamente y corre hacia su amado.
Se abalanza sobre el saiyajin y le abraza el cuello mientras lo besa con pasión.
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Raditz la abraza y consiente el gesto.
Entonces salen Son Goku, Son Gohan, Piccolo, Chaoz, Taro, Ten Shin Han, Rigu, Cooler y Krilin en ese orden.
- ¿Son todos? - Pregunta Bulma.
Aneko asoma por la puerta.
- Sí, somos todos. - Dice con una sonrisa, entonces mira al interior de la nave - Vamos, no seas tímida, sal - Le dice a alguien que se encuentra adentro.
- ... - Con paso tímido y ruborizada, Sashi sale por la puerta con la mirada baja.
- Ya te lo dije, estás divina, te corté el cabello yo misma y me aseguré de que estés hermosa - Dice Aneko.
- No es eso. - Dice Sashi mientras baja de la nave con la mirada gacha y las manos en los bolsillos - Debería irme ahora - Susurra dándole su "Z" a Bulma.
- ¿Ya? Está bien. Muchas gracias por traerme a Raditz... han sido dos meses muy duros sin él - Le agradece la mujer de cabello celeste.
- Debo irme al palacio de Kami Sama, no puedo pausar mi entrenamiento, aún me falta mucho por aprender - Dice Sashi elevándose en el aire, se detiene un segundo a ver a Piccolo.
- No creo que esa vieja babosa pueda enseñarte mucho más - Menciona el namekiano, Sashi sonríe.
- ¿Entonces me entrenarás, maestro? - Pregunta.
- Tsk. - Piccolo emite un suspiro - Ve a las montañas Tsumisumbri dentro de diez días. Prepara tus cosas, el entrenamiento será tan infernal que desearás morir - Sentencia.
