T3. Capítulo 56

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- Ey, Chaoz ¿Estás seguro de que fue una buena idea dejar a tus dos discípulos con el resto del grupo? - Pregunta Ten Shin Han.

- Es una apuesta, Aneko tiene que aprender a manejar sus poderes con aliados cerca o nunca podrá volver con sus padres, Taro tiene que quitarse la dependencia emocional - Responde el psíquico.

- ¿Eso no podría poner en peligro a los demás? - Cuestiona Piccolo.

- No, tranquilos, son perfectamente capaces de manejarse en cualquier situación - Dice Chaoz.

- Dijiste que tienes más niños en tu casa... ¿Estarán bien sin ti? - Pregunta Rigu.

- Kenta puede cuidarlos, les he puesto sellos que anulan sus poderes psíquicos y nadie puede quitarlos a excepción de mí, he hablado con gente de una ciudad cercana y los alimentarán bien, no habrá problemas. - Responde el psíquico < Espero que Ryu logre controlarse... no lo pensé bien... supongo que saldrá bien > Piensa.

- Miren al piso. Invisibilidad ya - Dice Piccolo.

Los cinco descienden mientras Chaoz los vuelve invisibles, se mantienen quietos a siete metros de altura del piso.

Observan a varios Metal Cooler pasando cerca de ellos, cuatro están llevando una inmensa caja metálica que por tamaño podría llevar a tres personas puestas una al lado de otra.

- ¿Por qué necesitan escoltas? ¿Tan importante es esa caja? - Pregunta Rigu.

- ¿Y si la tomamos? - Propone Chaoz.

- ¿Puedes hacer que todos estallen al mismo tiempo? - Le pregunta Piccolo.

- No mientras mantengo el campo de invisibilidad, tendré que quitarlo durante un momento - Dice el psíquico.

- Los distraeré creando ruido en la distancia - Dice Sashi mientras alza su mano izquierda y forma una esfera de luz amarilla.

Dispara el ataque hacia el piso a la lejanía para que el sonido de la explosión haga que los robots miren en esa dirección.

Todos los Metal Cooler miran instantáneamente a la zona en la cuál se encuentra el grupo.

- ¿Qué? - Pregunta la chica.

- Midieron la trayectoria del ataque, ahora saben que estamos aquí - Dice Rigu.

- Los distraeré - Dice Ten Shin Han apuntando a un lado con su mano derecha.

Una inmensa placa se desprende del piso y se dobla por sí misma, confundiendo a los robots.

Chaoz deshace el campo de invisibilidad y cierra los puños, haciendo que los Metal Cooler estallen todos al mismo tiempo.

- No me estás sorprendiendo, chica - Dice Piccolo de brazos cruzados mientras desciende.

- ... - Sashi aprieta los dientes con ira.

El grupo baja hasta la caja.

- No veo ningún candado - Dice Chaoz.

- Entonces hay que abrirla a la fuerza - Menciona Sashi concentrando energía en ambas manos para clavarlas en la caja, hace fuerza para abrir el metal.

Encuentran algo que los sorprende, un brazo de Cooler.

- Oh, no, esto me hará vomitar - Menciona Rigu dándose la vuelta un segundo.

- ¿Por qué querrían su brazo? - Pregunta Sashi.

- Este planeta puede alimentarse de masa orgánica, sobre todo de una tan poderosa como la del señor Cooler. Lo fuerzan a regenerarse para usar su cuerpo como combustible y le consiguen nutrientes alimentándolo con otros seres poderosos - Dice Rigu.

Dragon Ball: Caminos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora