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ZOE.


-Yo la verdad no entiendo -Escucho como se queja Exequiel y se mueve en la cama-. ¿Para qué dejas el volúmen tan alto en el celular?

Me despierto y veo como contesta la llamada, desde mi celular, con los ojos cerrados. Prácticamente me estaba retando dormido.

-¿Hola? -Levanta la voz, enojado de que lo hayan despertado pero al instante abre los ojos y me da el celular.

-¿Quién es? -Le pregunto y él se encoge de hombros mientras desbloqueaba su celular- ¿Hola? -Pregunto y escucho del otro lado la voz de mi mamá, aprieto los dientes y cierro los ojos. Tenía planeado ignorar a mi familia en todo el día, ¿Para qué respondió la llamada sin mirar?- Si mamá, me lo recordó Ayma ayer. -Respondo exhausta mientras ponía la llamada en altavoz y miraba mis redes sociales.

Veo como Matías había subido una historia en Instagram. Era una foto suya y de Ciro, ambos sonrientes con el titulo "Felices porque hoy retan a la hija favorita. Zoe, vení cagona".
Vuelvo a la llamada con mamá más exhausta que antes, pensando que ese pendejo se hacía el malo y en cuanto llegue a casa lo voy a tener en mis pies, llorando para que no me mude.

-Si, voy a ir. Pone un plato más -Digo, levantándome de la cama y veo como Exequiel se sienta, asombrado-. No, él no va a ir. Voy yo sola -Pongo el celular entre mi oreja y mi codo para cambiarme. Giro a ver a mi novio, quién tenía una ceja levantada-. Bueno, si, lo hablamos todo allá. Chau.

Terminó de ponerme el pantalón, elijo un buzo de Exequiel y cuando voy a buscar las zapatillas, me choco con su cuerpo.

-Me gustaría saber...

-No tengo humor ni paciencia, stop -Le pongo mi mano enfrente de la cara y él suspira-. Mis hermanos van a estar insoportables no quiero que vayas y aguantes eso -Explico mientras me calzaba-. Voy a comer, busco las cosas de mi pieza que faltan y vuelvo, ¿Sí? -Pregunto para darle un pico y dirigirme a la puerta.

-Si es que estoy cuando vuelvas. -Me responde y dejo de caminar.

Camino hasta él para pegar mi cuerpo al suyo y darle un intenso beso.- ¿Vuelvo y hablamos del por qué te quedaste pensando anoche?

Él se ríe, abrazándome por la cintura y pegándome más a él.- Tranquila, ya lo resolví conmigo mismo.

-Por favor, qué difícil es salir con una hija sobreprotegida, ¿No? -Le doy un pico y me separo para ir hasta la puerta.

-Pff, si te contara no me creerías.

-Te amo, morocho. -Le guiño el ojo y salgo del departamento.

Bajo hasta el estacionamiento, ignorando llamadas de mis hermanos y cuando llego al auto, me encuentro con un papel en la ventana.

"Te odio,
tu vecino"

Suelto una carcajada, sabiendo que había sido Leandro. Seguramente había encontrado mi auto en el estacionamiento anoche y había descifrado todo.

Siempre me había gustado el edificio donde vivía él pero a la hora de buscar dónde mudarme con Exequiel, no había lugar en ese. Sino en el edificio de al lado, que se conectaban por puentes en diferentes pisos.

Esos dos edificios compartían un gran estacionamiento por lo cual, ahora eramos vecinos convivientes.

Escuchando música a todo lo que da, llego a la casa de mis papás y me encuentro con más autos de lo esperado. Estaciono afuera y entro con la guardia alta... a mi propia casa.

Abro la puerta, Gino viene casi corriendo a saludarme y yo lo alzo antes de que se tropiece.

-Decime que me estas mintiendo y estás en el auto con Zoe -Escucho a mi mamá, voy a la cocina y la veo hablándole al celular.

Ay no.

-Veni bosterito, mirá que no muerdo. -Grita Ciro mientras cortaba la lechuga para la ensalada.

-Ya llegué, no va a venir. -Me quejo y dejo a Gino sentado en la mesada de la cocina.

-¿Ya puedo cortar? -Pregunta Exequiel del otro lado de la llamada.

-No, veni Exe, dale -Pide mi papá y yo alzo las cejas sorprendida-. Hay alguien que tengo que presentarte.

-Si, la piña que te voy a meter por llevarte a mi hermana, esa te quiere presentar.

-¡CIRO! -Gritamos los tres.

-Vos estabas igual cuando me mude con mi novia, asi que ni te quejes. -Me señala a mi con la lechuga en las manos y yo me río.

-¿Ayudo en algo? -Escucho una voz atrás y siento como se me congela la espalda.

Rápidamente mi mirada se cruza con la de mi mamá y le hago señas de que corte la llamada.

-Si, Matu -Mi papá se da vuelta y le señala la carne-. Ayudame a llevar esto a la parrilla.

-Exe, te voy dejando -Habla mi mamá, confundida antes mis miradas amenazantes-. Después hablamos, chau.

-Ah, hola Zoe. -Matias Poggi se acerca a saludarme y coloca una mano en mi hombro.

Solo alcanzo a sonreír falsamente, lo persigo con la mirada hasta que agarra las cosas para ayudar a mi papá y se va.

La cocina se queda en silencio y yo me aclaro la garganta- ¿Y mi hermano Matias? -Pregunto y al instante escucho pasos atrás mío.

Matías venía caminando desde el patio y Teo también apareció en el mismo momento, pero del lado de nuestras habitaciones.

-Estos nenes están conectados, sino yo no entiendo esta sincronización. -Ciro niega con la cabeza y yo me río.

-Yo te juro que estaba feliz que hoy te iban a joder solo a vos y llega este pelotudo "Matu" -Se queja mi hermano y yo abro los brazos para que ambos me abracen-. Que bronca que tengo.

-Lo que yo no entiendo es a quién salieron tan celosos. -Mi mamá le responde a Ciro.

-Ya volví -Papá cierra el ventanal que da al patio-. Estamos todos, podemos empezar la charla.

-Uh, a mi me aburren estas cosas -Teo se separa de nuestro abrazo-. Después mandame la dirección de tu nueva casa y los paso a visitar, ¿Sí? -Yo asiento con la cabeza, él me da un beso en la frente y se va hacía el patio.

-Partamos de la base de que Zoe adquiere una propiedad a medias y no nos avisa. -Comienza Ciro.

-Ustedes me decían constantemente que madure y crezca, bueno ya lo estoy haciendo -Me encojo de hombros mientras abrazo más a Matias-. Ahora estudio, empecé a trabajar de cosas para pagarme el auto, el departamento y Exequiel también.

-Pero Zoe, no es por eso el enojo. -Trata de explicarme mi papá.

-Mirá si te estafaban o les pasaba cualquier cosa en medio de los trámites, Chini, me moría -Me dice mi mamá-. Nos tenes que avisar esas cosas.

-Eso es verdad, gorda. -Me susurra Matías, quién aún seguía enojado por la presencia de Poggi en casa.

-Bueno si, eso es verdad pero estábamos tan cómodos los dos, manteniendo todo en secreto que...

-¿Todo?

-¿Hay algo más? -Ciro se da vuelta para verme, asustado.

-Si pero se los voy a ir contando con el tiempo.

-¡Zoe! -Se quejan los tres y Matías se separa de mi para hacer lo mismo.

-Creo que hubiese sido mejor idea traer a Exequiel para que me defienda. -Me río incómoda y veo como me miran mal.



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Volvió la desaparecida, ¿Cómo andan?

Acuerdense que estamos cerca del final !

Mi PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora