ZOE.
Me quedo en silencio y él también, ambos mirándonos las caras. Solo se escuchaban nuestras respiraciones y el sonido bajo de la tele de mi amigo.Mil cosas se me pasaban por la cabeza que me decían que no tenía que ni siquiera besarlo, que era un completo desconocido para mí pero solo basto con que pasara su lengua por sus labios para que mi mano vaya hasta su cuello y lo acerque hasta mi boca.
Exequiel, al segundo, me agarra de las caderas para sentarme encima de él, haciendo que nuestros cuerpos se rocen.
Después de un largo beso, él se adueña de mi cuello y estaba a punto de decirle que no me deje ninguna marca pero después pensé... No estoy con nadie, ¿Para qué esconderme?
Claramente, esa respuesta la iba a tener clara después de esto pero no lo sabía.
Me deja caer de espaldas a la cama y ambos, rápido, nos sacamos las prendas que nos separan. La cuál, en mi caso, solo era la ropa interior.
Sorprendida ante un cuerpo trabajado a pesar de ser un chico de mi edad, suelto una leve sonrisa que Exequiel nota y niega con la cabeza. Benditos 17.
Apoya sus brazos a ambos costados míos para seguir besándome y siento como, despacio, se adentra en mi, haciéndome cerrar los ojos. El beso se intensificaba al igual que los movimientos y las respiraciones.
Con otra confianza, me muerdo el labio y hago que cambiemos de lugar, quedándome yo encima de él. Vuelvo a moverme rápido y corro mi pelo para volverlo a besar pero nuestras respiraciones ya no dejaban que sea un beso continúo.Comienzo a sentirme pesada por lo que acelero mis movimientos, Exequiel vuelve a besarme el cuello pero a los minutos tira su cabeza para atrás y yo sonrió victoriosa.
—¿Nunca se te pasó por la cabeza que sacarse las ganas, también las aumenta?—Pregunto saliendo de él y parandome enfrente.
—Y, ahora conociéndote... —Dice levantándose la malla—. Si, se me pasa por la cabeza.
—Igual, esto queda acá. —Lo señalo, amenazándolo, mientras me terminó de poner ambas partes de la malla denuevo.
—Pasas de un fuego a hielo en segundos, mira vos —Se ríe mirando para un costado pero cuando lo miro mal, me agarra de la mano—. Vení acá, dale.
—No pienso quedarme con vos toda la noche. —Advierto mientras me sentaba denuevo encima suyo.
Exequiel me corre el pelo y niega con la cabeza.— No trates de hacerte la que no te importa nada conmigo, porque no te creo.
Me muerdo los labios en señal de "No te banco" solo para esconder mi sorpresa ante el hecho de que me estaba sacando todas las fichas juntas.
—Y por como sos, hasta ya sé de qué signo sos.
—Ah, no me vengas con esa boludes de la astrología. —Digo riéndome y tapándome la cara.
—Te encantan los signos, Zoe. —Me susurra y yo me saco las manos de la cara.
—Vos me investigaste, no me jodas. —Lo vuelvo a señalar.
—¿Qué decís? Estás loca —Pregunta él riéndose mientras me acomoda mejor encima suyo.
—Si, boludo, me investigaste. No puede ser sino —Digo y Exequiel se queda en silencio, mirándome divertido—. ¡Ah, ya se! Me buscaste en una de esas cuentas fans de mi papá o de mis hermanos.
—Que locura que tenés en la cabeza.
—Si, estoy segurísima. ¿Querés apostar?
—Apuestas, me gusta. —Sonríe y me da besos cortos en el cuello.
—Paraaá, nene, hablo enserio.
—Bueno, dale —Él se separa y me mira—. ¿Si yo gano que me das?
—¿Y si yo gano que me darías? —Pregunto, sonriente, acercándome a su boca.
Exequiel niega con la cabeza, también sonriendo, y se acerca más para adueñarse de mi boca brutalmente hasta sentir el movimiento de la cerradura.
Ambos miramos hasta la puerta y yo salto de sus piernas para agarrar mi ropa de la alfombra y correr al baño.
—¿Que haces acá, chango? —Escucho la voz de Tiago y casi me descompongo.
¿Lo apodaban como "Chango"?
—Se me mojó la remera y subí para agarrarte el secador —Contesta Exequiel—. Aparte me duele un poco la cabeza ya.
—¿Querés que me quedé un rato con vos? —Escucho la voz de Tiago más cerca— O te doy algo para tomar, un ibuprofeno.
—No, no, ya se me va a pasar.
—No me cuesta nada, tengo unos acá en el baño.
—¡No, negro, enserio! —Escucho como grita Exequiel pero la puerta se abre igual, me corro para ponerme de cunclillas arriba del inodoro pero obviamente Tiago prende la luz para buscar lo que venía a buscar.
—Ah, no te la puedo creer —Dice al verme y sale del baño al instante—. ¿Dolor de cabeza te llamas ahora?
—Te lo podemos explicar —Exequiel levanta sus manos en modo de defensa—. ¿O no? —Me mira y yo salgo cruzada de brazos del baño, negando con la cabeza.
—Boludo, me dijiste que te ibas a acercar pero ¿Tan rápido? —Le pregunta Tiago y la cara del otro cambia.
—Tiempo, tiempo, ¿Cómo que "me dijiste"?
—¿Qué te pensas que estábamos hablando cuando te fuiste con Leo?
—Uh, no lo nombres. —Exequiel se tira el pelo para atrás y pone cara de orto.
—¿Vos tenés algo para decir más que eso? —Le pregunto.
—Exponiendo infieles es esto. —Tiago se cruza de brazos, sonriendo.
—Estabas re linda, culiada, ¿Que querés que haga? —Se excusa él y mi mejor amigo larga una carcajada— Aparte pará, yo te quería dar un beso nada más.
—¿Perdón? A los minutos me pusiste encima tuyo.
—Tiempo, tiempo, ¿Cogieron en mi cama?
—Me llama Marcos. —Exequiel muestra su celular y se levanta de la cama con la remera en la mano.
—Dale y encima me dejas sola en esta —Me quejo, él se acerca a darme un pico y sale de la pieza.
Nos quedamos en silencio con Tiago mirando la puerta hasta que él se da vuelta para verme.
—Yo no voy a decir nada, Chini, pero...
—¿Que suerte que no estaba en mis planes ponerme de novia, no? —Pregunto y él asiente riéndose.
—Con dos amigos míos, déjate de joder —Dice agarrándose de la cabeza—. Ayúdame a cambiarme las sábanas antes de que te mate.
—Yo te ayudo, mi jugador N°10. —Lo jodo y le doy un beso en la frente.
—Sali, salí —Me saca riéndose y saca las sábanas—. Para, pero el Chango es de Boca.
—¿Y? —Pregunto tirando las sábanas a la alfombra— Ni que me fuera a poner en algo serio.
—Chini, yo no te quiero decir nada pero...
—Basta, Tiago, muere acá.
🔵🔵
¿Tiago va a quedarse callado? Ustedes qué dicen?
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Mi Pecado
RomanceViajes, partidos, entrenamientos y el chico perfecto del club de fútbol "River" que la familia acepta. Esa era la vida de Zoe. ¿Qué pasa cuando te das cuenta que la vida que tenés, la cambiarías por solamente estar con otra persona de un equipo riv...