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ZOE.
 
 
—Papá me odia últimamente —Digo caminando con el bolso de mano arrastrándose por la alfombra del hotel—. ¿En qué cabeza cabe que vamos a dormir los 3 juntos en una habitación?

—Es acá, ¿A dónde vas? —Me pregunta Matías mientras veía como Teo abría la puerta con la tarjeta.

—Quiero tirarme una siestita. —Apenas entro me tiró a una de las camas.

Al final, el ridículo de Matías había entendido mal y no salíamos temprano a Rosario, me volví del departamento de Leo al pedo.
Terminamos saliendo recién a la 1 de la tarde y el viaje en micro fue de 6 horas las cuales no dormí mucho, me olvidé el marcador para dibujarme la raya.

—No, siesta no que papá dice que ya hay que bajar.

—¿¡Qué!? —Gritamos con Matías, ambos acostados boca abajo en las camas. Me doy vuelta y veo a Teo tecleando en el celular.

—Se, vamos con él para estar desde la entrada en calor.

—Al final, es mejor ver sus partidos por la televisión. —Me quejo, levantándome y agarrando las tarjetas para salir.

Apenas bajamos, vemos desde los vidrios del lobby como papá estaba en la puerta del micro haciéndonos señas para que salgamos.

—Te dije que bajen rapido, Teo —Dice él saludándolo y después abrazando a Mati—. No sabía que ibas a venir. —Me dice pasando un brazo por mis hombros mientras los guardias cerraban la puerta.

—Que conste que es por vos, nada más.—Lo señalo mientras subíamos las escaleritas al segundo piso del transporte.

—¡Vinieron los muñequitos!

—Uh miren quién vino, hoy perdemos —Dice uno de los jugadores y yo le hago fuck you para después ir a saludarlo—. ¿Que onda, Chini?

—Ahí andamos.

—Chino cada vez está más parecido a Mati. —Nacho, otro jugador, se fija en mis hermanos y el más grande le hace montoncito.

—Se me hace rarisimo que le digan Chino a Teo y no lo estén cagando a pedos. —Digo y todos se ríen, haciendo que mi papá niegue con la cabeza.

Después de ser el showcito de los jugadores, llegamos a la cancha y cada uno se fue para su lado.
Las horas restantes se me pasaron volando al igual que el partido porque no me podía sacar de la cabeza la foto de Exequiel con esa piba.

¿Por qué me importaba tanto?

Esto me pasaba por jugar a dos puntas, rapidísimo me volvió el karma.
Igualmente no iba a parar hasta remediarlo, ¿Quién es esa piba para que suba una historia con ella antes que conmigo?

—Como odio salir a buscar el micro cuando juegan de visitante. —Digo mientras salimos entre varios a las afueras de la cancha.

—Tomá. —Matias me da su camperón y me pone la capucha.

—Para bro, ni que fuéramos los hermanos Caniggia.

Él se ríe y me agarra de la mano para guiarme. Hasta este pendejo tenía más calle que yo.
Teo se nos había perdido denuevo pero seguramente estaba esperando a mi papá en la conferencia de prensa.

—Uh, mirá, están los del programa que siempre te agarran para hacer notas.

—No, dale, vayamonos rápido.

—Dale, Chini, no tenemos una nota juntos en el programa. —Me tironea del brazo y empiezo a caminar. Esto no me daba buena espina.

Con Matu pasamos por el pasillo y vemos como un flash de cámara se prende.

—Los hijos del DT —Dice el locutor, Matías lo saluda y yo solo sonrió—. Matías, Zoe y... Me estaría faltando uno.

—Perdimos a Teo —Me río y me encojo de hombros—. Como siempre.

—No somos buenos niñeros.

—Bueno igualmente, Chino se salvaría en esta nota —Acota el del programa mientras busca en su celular y nosotros ponemos cara de confundidos—. Anduvimos con la lupa y encontramos algunas cosas —Dice para dar vuelta el celular y mostrar una foto de Matías con una chica—. ¿Quién es?

—Aaah —Se ríe mi hermano—, es una amiga nada más.

—¿Seguro? —Pregunta y Matu asiente con la cabeza— ¿Vos que decís, Zoe?

—Si él dice que es la amiga, le creemos.—Digo para acomodarme el camperón.

—Entonces vamos a ver si te creemos a vos —El relator vuelve a buscar en su teléfono—. Por que encontramos a este chico...

—No te la puedo creer. —Me tapo la cara después de ver la pantalla.

—Leandro de inferiores en River —Dice él y nosotros nos reímos—. ¿Qué onda?

—No, nada comprometedor, normal.

—Y tiene que ser normal porque es amigo mío. —Se queja Matías y hasta los cámaras se ríen.

—Mejor entonces porque hubiese sido incómodo mostrar lo siguiente: Partido de inferiores, vos hablando con uno de Boca... ¿Sabe de esto el DT de River?

Un vídeo de las tribunas de inferiores aparece en la pantalla, éramos Exequiel y yo hablando bastante cerca del otro, además de estar riéndonos.

—Ni yo sabía de esto. —Mi hermano se acerca para mirar el celular.

—Es un amigo de Tiago, mi mejor amigo —Explico, tratando de no verme nerviosa—. Él recién salía de jugar y bueno, me cayó bien y nos quedamos viendo el partido.

—Tenemos por un lado uno de River y por el otro uno de Boca, ¿Podríamos titular esto como "Amor en tiempos de superclásico"? —Pregunta y nos volvemos a reír.

—Ustedes siempre encuentran algo para preguntarme que me hace abandonar la nota. —Digo señalandolos mientras ellos se morían a carcajadas.

—¿Está chequeado que no dijo que no?—Pregunta Matías y yo me pongo la capucha del camperón para saludar a la cámara, despidiéndome.

—¡Pórtense bien, Muñequitos!

—Yo no te la puedo creer —Me dice mi hermano mientras íbamos al micro—. ¿Es ese no?

—¿Eh?

—Con razón Leo estaba re enojado después de ese partido, era por vos hablando con ese.

—Andá a saber, Matu.

—No te hagas, seguro te lo presentó Tiago porque bastante rarito anda también.

—Si, fue una locura—Nos cruzamos con Teo y papá en los pasillos—. ¿Ustedes vieron como lo dimos vuelta al partido? —Pregunta y nosotros asentimos riendo, saludándolos.

—Una locura va a ser cuando te mate, dejá de desaparecer de la nada. —Matías intenta pegarle en la cabeza a Teo pero papá lo abraza para llevárselo.

Convivencia entre caníbales.

Mi PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora