Mi Pecado

9

ZOE.

La vuelta al aeropuerto fue muy silenciosa, los chicos estaban bastante desilucionados con el resultado del partido y yo decidí guardarme los comentarios graciosos que se me ocurrían, por las dudas.

Minutos después de que despegue el avión, Tiago se puso los auriculares y apoyó su cabeza en mi hombro para dormir junto con Leo, que del otro lado, escondía su cara en mi cuello.

No me quedaba otra posibilidad que dormirme yo también, no iba a tener a alguien para hablar en todo el viaje.
Antes de decidir dormirme, le saco foto a los que dormían a mis dos costados y, divertida, las comparto en mi perfil.

Al instante, alguien me responde por mensaje.

Exequiel

Respondió a tu historia.
Te hubieses quedado en Buenos Aires conmigo y la pasábamos mejor
—21:18

Mirá quién apareció
—21:19

Sino te hubiese traído a ver a River, más fácil
—21:20

Jajaj eso déjalo para tu noviecito
—21:20

Yo descendido no soy, hermosa
—21:20

Sonrió y miro para ambos lados, Leo estaba durmiendo pero Tiago estaba mirándome.

—Sos de lo que no hay, Zoe.

—No sabes la idea que se me ocurrió. —Le susurro ya que había varios durmiendo y la luces del avión estaban apagadas.

—¿Qué? ¿Hacer un trío superclásico?

—¡Ay Tiago! —Digo riéndome— Igual no estaría mal.

—Que hija de puta.

—No para, no era eso —Digo sacándome el auricular que compartía con él y levantándome un poquito para ver si Matías estaba dormido en el asiento de adelante—. Tenemos que hacer que alguien haga una joda, Matías no puede terminar el cumpleaños así.

—Eu, es verdad.

—Te la dejo picando, volvamos a dormir. —Susurro para darle la espalda y abrazar a Leo. Tiago también me da la espalda pero se recuesta encima mío, usandome de cama. Él si que sabe no ser mal tercio.

—¿Y a quién le decimos, Chini?—Me susurra, seguramente con los ojos cerrados.

—Yo me ocupo de invitar gente, vos conseguí la casa.

—Ah, que viva que sos —Se queja y se queda en silencio un rato—. Encima no creo que mamá me deje hacer otra joda tan seguida a la anterior.

Me quedé pensando en a quién le podíamos decir que haga una joda con solo horas de anticipación, hasta que me dormí y las 3 horas restantes que quedaban de viaje se me pasaron rápido. Todo es mejor durmiendo.

—Eu —Escucho la voz de Leo y como mueve a Tiago ya que estabamos pegados, más o menos—. Llegamos —Siento que el otro se levanta y Leo me acaricia la cara—. Zo, arriba.