Mi Pecado

21

ZOE.
 
 
—Un día tenés que venir a vernos —Escucho la voz de Exequiel apenas salgo de mi pieza—. Ahí vas a ver qué los de las inferiores de tu club son unos blanditos.

—"Blanditos" —Escucho la risa de mi papá y me freno en el lugar—. ¿Vos sabés lo que puede llegar a generar que te vaya a ver, encima de lo que ahora estas pasando con Zoe? ¡Me llenan de notas por un mes! —Asomo la cabeza para ver la cocina y veo como papá le hace montoncito y Exequiel se estaba cagando de risa.

¿Estoy soñando o qué pasó acá?
¿Desde cuándo tanta confianza?

—Buen día —Digo con mi voz ronca de recién levantada pero tranquila. Apenas aparezco veo como Exequiel agarra el celular rápido y mi papá se gira dándole la espalda—. ¿Tan temprano te ibas a levantar? —Me siento en los banquitos de la isla de la cocina y le agarro la mano a Exe.

—Cosas de la convivencia, ya vas a aprender que me levanto temprano —Me contesta él, guiñándome un ojo. Claramente sabía que no era de dormir mucho, ya había aprendido por las veces que estuvimos juntos pero papá no sabía—. Teo estaba desayunando así que le pedí que me abra, así iba a correr.

—Buen día, amor. —Papá me da un beso en la cabeza y pasa para el living... Con ropa deportiva también.

—¿Teo estaba despierto temprano? —Pregunto y él asiente— Ja, contate otro chiste —Me levanto y abro la heladera, saco la ensalada de frutas de mamá y antes de servirme, miro a papá—. ¿No estabas de vacaciones vos ya?

—Si, Chini, ¿Por qué?

—¿Entonces por qué estás vestido así?

—Uh Sis, me servís un poco. —Aparece Teo apenas papá trata de contestar, cuando ve que miro a mi hermano, se va para afuera.

—Si, amor. —Digo confundida, nos sirvo a ambos y me vuelvo a sentar al lado de Exequiel.

—No me miró mal, ¿Viste? —Me susurra y ambos miramos a mi hermanito caminar hasta donde estaba nuestro papá, cuando cierra la puerta, Exequiel me agarra de la cintura— Ahora si —Dice para darme un largo beso—. Buen día, Muña.

—Basta con ese apodo. —Me quejo y le pego un codazo haciendo que se ría.

—No te voy a ver por quién sabe cuánto tiempo, hay que aprovechar.

—¿Por qué no nos vamos a ver? —Pregunto llevándome una cucharada a la boca.

—Ahora me tengo que ir al gimnasio con los chicos —Me contestas mirando el reloj—, estos días termino de rendir y un poquito más tarde de eso vienen mis papás a Buenos Aires.

—¿Quiénes? —Pregunto, atragantandome con el jugo de la ensalada de frutas.

—Ay Muña, tampoco para tanto —Se ríe para acariciarme la espalda y hacer que se me pase la tos—. Acordate que yo también me egreso del colegio como vos... Y van a estar mis papás.

—Falta que me digas que tengo que llevar a mis papás para hacer reunión familiar.

—No, no —Niega con la cabeza sonriendo y yo le doy un pico, irresistible esa sonrisa—. Pero si quiero que estés vos.

—¿Zoe en el colegio de Boca? —Matías hace su aparición mañanera por la cocina cruzado de brazos— Estás equivocado.

—Em, sigamos hablando nosotros. —Llevo mi mano a la mandíbula de Exequiel y hago que me mire pero este se gira para volver la mirada a mi hermano.

—Bueno, quizás termina siendo hincha de Boca —Se encoge de hombros y Mati frunce el ceño—. ¿Por algo se empieza, no?

—Dos noviecitos trataron de hacerla de Vélez y de River, claramente no pudieron.