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—¡Ni diez minutos me dejaron! —Se queja Exequiel.

—Tengo un olor que ni yo me lo banco. —El arquero se excusa para sentarse y quitarse los botines

—¿Ya se mintieron denuevo? —Cristian va a saludar a Zoe, riéndose y ambos lo empujan— Tremendo tener una gallina en el vestuario.

—Na, jodeme que sos la hija del DT de club River. —Dice otro de sus compañeros de equipo mientras se sacaba la camiseta.

—Bueno, Muña —Dandose cuenta que el equipo comenzaba a desvestirse, Exequiel la agarra de la mano y la lleva hasta la puerta—. Esperame acá afuera que ya salgo.—Dice para darle un beso.

Al instante que ella sale, comienzan a escucharse gritos en el vestuario.

—¡Miralo, no lo tenía celoso!

—¡Na, traela!

—¿Traela a quién? Desubicado.—Se queja Exe, entrando al vestuario y hace reír a Zoe.

Él se descambia rápido y se va a bañar, no sin antes decirle a un utilero si le podía lavar rápido el conjunto y ponerlo en el secarropas.
Para cuándo sale, ya estaba todo doblado en su taquilla, guarda el short en la mochila; se cambia y sale para ver a Zoe sentada en el piso.

—¿Te hice esperar mucho tiempo? —Se ríe para levantarla.

—Un poquito —Ella le sonríe y al ver que le daba la camiseta, abre los ojos, sorprendida—. ¿Qué?

—Ya sabes, es tuya —Exequiel se la da—. En realidad, te la iba a dar el primer partido qué viniste pero bueno... Al parecer, el destino quería que fuera acá en el templo.

—El templo —Repite Zoe, riendose de cómo se refería a la cancha, mientras se ponía la prenda de colores azul y amarillo—. ¿Cómo me queda? —Pregunta para dar una vuelta.

—Te queda pintada, Muña —Él la besa y la agarra de la mano para empezar a caminar—. Por favor no des otra vuelta así porque no llegas a ver el partido.

—¡Ay, Exequiel! —Se queja ella, riéndose y en los siguientes pasos, lo vuelve a hacer.

—Me vas a matar —Le dice para abrazarla de atrás mientras caminaban—. Por acá, vení.

—¿Eh? ¿A dónde vamos? —Pregunta ella, a la vez que subían por unas escaleras— No, pará, yo quiero ver el partido.

—Me parece que vos venías a la cancha más de hincha infiltrada que de hija del DT, imposible que te olvides como se llega a los palcos.

—¿Vos me querés matar? ¿Cómo que vamos a ir un palco?

—Hermosa, estás con un jugador de reserva —Exequiel se agranda y ella lo mira mal—. No mentira, avisé que venías. Otro de los beneficios de ser el querido de mi DT de reserva.

—¡Me tenés lo tenes que presentar a él, por dios! —Se emociona Zoe, debido a que era uno de sus jugadores favoritos cuando era chica. Mientras iban pasando por los palcos, ella quedaba asombrada por las diferentes celebridades que se estaba cruzando.

—Claramente yo no voy a tener tu misma emoción cuando me lleves a los palcos de tu club.—Dice Exequiel al entrar.

—Claramente van a ser sentimientos distintos —Se ríe ella y va directo a ver la cancha—. Me vuelvo loca —Dice admirando y buscando a sus amigos en la platea—. Mirá, allá está... ¿Qué haces? —Pregunta al darse vuelta y ver a Exequiel, sonriendo con el celular.

—Sacandote fotos.

—Diría "Ay, que tierno" pero ya sé que es para pasárselas a mi papá y a mis hermanos.

—Además de que va a ir directamente de fondo de pantalla —Él se acerca para besarla—. No sabes lo linda que te queda la camiseta y más con mi apellido atrás.

En el entretiempo, Zoe aprovecha para capturar distintas postales de la cancha y algunas de Exequiel y ella con la camiseta.
Decide subirlas a sus redes sociales y nota como sus amigos también estaban compartiendo fotos, siguiendo el chiste de que Exequiel había creado una nueva socia del club.

Por orgullo ella no quería admitirlo ya que visitaba esta cancha mucho antes de conocer a Exequiel. Le gustaba este club por lo diferente que era su hinchada y sentimiento.
  
Para sorpresa de los dos, toca la puerta una chica que formaba parte de las relaciones públicas del club. Ella traía una pequeña bolsa de regalo para Zoe con regalos de bienvenida.

La familia de Zoe tenía el partido perdido ya que el club Boca con la presencia de ella, se estaba garantizando una buena publicidad en contra de su club rival.
 
Su regalo favorito de la bolsa fue una pulsera con los colores azul y amarillo, la cuál lució mientras les sacaban fotos con Exequiel en el palco.
A ella le estaba comenzando a divertir más la movida de prensa sobre ella en el club Boca y lo iba a seguir haciendo mientras no se sobrepasen con su familia... y le den estos regalos.

  
 

Mi PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora