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ZOE.
 
 
—Si, llegamos bien pero no te contesté porque estaba durmiendo —Escucho la voz de recién levantado de Tiago—. No sé, yo te aviso, por ahora me quedo acá.

Me doy vuelta para verlo y él se ríe, seguramente por lo de siempre: Por lo fea que me levanto.

—¿Quién es? —Susurro y él me hace que haga silencio. Meto mi cabeza entre su brazo y su cuerpo para ver qué estaba hablando con la madre— ¡Hola, Jor!

—No estoy hablando con mi vieja, pelotuda —Tiago se ríe y me abraza pero antes cambia el celular de lado—. No, es Zoe. Dale, después hablamos.

—¿Que Jorgelina es? —Pregunto cuando veo que corta la llamada.

—¿Que te importa, wachina?

—¡Ay, que ganas de matarte! —Digo empezandole a hacer cosquillas y pasando una pierna encima de él para que no se escape.

—¡Paraaa! —Se queja y después de un largo tiempo lo suelto para ambos quedarnos en silencio mirando el techo— ¿Te vas a ir mañana para el partido de River?

—Seguramente si.

—¿Me haces el favor de pensar que vas a hacer en el viaje?

—¿Qué voy a hacer con qué? —Pregunto y Tiago me mira mal.

—Vos hace lo que quieras pero yo no te veo bien y no quiero ni que Leo, ni vos, ni Chango salgan mal.

—Vamos a desayunar mejor. —Digo levantándome de la cama, esquivando el tema.

Salimos de la pieza, desayunamos con Matías y Teo para después tirarnos al sillón, yo para usar el celular hasta esperar mi turno en la Playstation... Que termina siendo ningún turno porque estos chicos se sobrepasan de energía.

—Gordos, me voy a zumba. —Mamá aparece en el living con una cangurera con Gino encima.

—¿Sos joda? —Se ríe Mati.

—¿Que haces así, mamá? —Pregunto riéndome mientras la señalaba.

—Gino va a tener su primera clase de zumba.

—Ay pobre nene —Digo acercándome a ellos—. Muñequin, ¿Que te dejas hacer por esta mujer? —Le pregunto y mi hermanito se ríe, claramente no entendiendo.

—Envidiosos porque ustedes no pueden venir conmigo.

—Si, ma, lo que vos digas. —Teo se vuelve a acostar en el sillón.

Cuando mamá abandona la casa, abro el chat que tengo con Leandro y le mando una foto de Tiago haciéndome masajes en los pies.
 

   
 
Leo

Jajajsj Al fin tengo un reemplazo de masajista
—15:12

Hoy viene More a comer a casa, venís?
—15:12

Obvio! Duermo y voy
—15:15

O vení ahora, como quieras
—15:16
   
  
  
  
  
—Ni lo pienses —Tiago lee mi celular y ve como me levanto del sillón—. Vos te quedas acá.

—Dormiste conmigo y todo, ya bastante estuvimos juntos. —Digo para darle un beso en la frente.

—¿Qué pasa? —Pregunta Mati y yo le muestro el celular— No seas boluda que mañana tenemos que viajar.

Mi PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora