Mi Pecado

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—¿Sos boludo, Cristian? —Exequiel entra rápido a la cabina y lo ve mirando por la ventana, riéndose.

—Se me escapó a mi —Jorge, el encargado de las luces del estadio, se ríe—. ¿Había que hacer una prueba, no?

—¡Si pero no con ella presente! —Se queja él— Igual creo que no se dió cuenta.

—El dineral que te debió haber salido esto, amigo.

—¡Ja!

—No le cuentes, Jorge —Exequiel lo señala—. Va a valer la pena, van a ver.

—Estaba media rara tu chica, alias la hijita del DT rival, ¿No te parece? —Cristian se cruza de brazos, mirándolo.

—¿Qué la miras, Culiao? —Él le pega en el hombro y su amigo lo mira, dándole a entender que hablaba de verdad— ¿Si, no?

—¿Qué te trajo en la bolsa?

—Muchachos, mi horario ya está terminando así que los dejo —Jorge los saluda y señala la cabina—. Cuando se vayan, cierren todo. —Dice y ambos asienten con la cabeza.

—Mira lo que es esta camisa, ni yo mismo sabía que me puede quedar bien esto. —Apoya la camisa sobre su pecho y mira a Cristian, quién está más que sorprendido.

—¿Sabes qué pasa? A vos no te alcanza para camisas así.

—Cerrá el pico, maldito —Ambos se ríen—. Siendo así de hermosa, no gana modelando, amasa fortuna directamente.

—Que enamorado está mi amigo—Cristian asiente con la cabeza mientras lo ve sentarse dónde antes estaba Jorge—. Te lleva de viaje, ahora te regala esta camisita... ¿Y vos? Quizás por eso está rara, la estás dejando estar un poco.

—¿Te parece que con esto la estoy dejando de lado? —Exequiel pregunta mientras extiende sus brazos, señalando la cabina del estadio de donde había salido el ruido de fuego artificial.

—Ojalá se te dé, hermano, pero tengo un mal presentimiento.
   
  
   
       

Zoe, acompañada de Aymará, llega finalmente a su casa y tira su cartera en una esquina de la entrada.
Divisa como Tiago ya estaba ubicado en el sillón de la sala, viendo la televisión con los hermanos de ella pero al escuchar ruido, se gira.

—Uy, que carita —Le dice su mejor amigo y ella camina rápidamente hasta él y lo abraza—. ¿Y Leo? Que raro que no le dijiste que venga.

—Otro que me va a dejar en cualquier momento —Se queja mientras escondía su rostro en el cuello de Tiago—. Seguramente está con esa tal Bárbara.

—Ay Chini, yo ya te dije que te iba a avisar cuando me iba. —Tiago le saca los pelos de la cara, los cuales ya se iban mojando con las lágrimas.

—Okey, gracias por hacerme acordar. Ahora los tres me van a dejar.

Matías se gira a ver a su prima, que acababa de sentarse en el sillón del costado.— Está de insoportable, no sabes, a nivel extremo y diciendo pelotudeces. —Le dice ella.

—¿Qué pasó con Exequiel? —Le pregunta su mejor amigo y Zoe se aleja un poco de él para limpiarse las lágrimas.

—Desde que llegamos del viaje está raro y desde ese día en el aeropuerto no lo ví hasta hoy —Cuenta ella y Tiago la mira, confundido—. Si, dirás "Qué pelotuda si lo vió hoy" pero nos vimos porque yo lo fui a ver sin avisarle.

—Alerta Chernobyl, alerta toxicidad. —Susurra Matías.

—Me encuentro con Cristian, él me dice que no me puede contar que está haciendo o donde está y escucho a Exequiel en el pasillo —Sigo contando y veo como va apareciendo el susto en la cara de Tiago—. Estaba con el señor de las luces del estadio, osea estaba tonteando y ni siquiera me habló.

—Pero Chini...

—¡Eso no es todo! Se asustó al verme, seguía estando raro, le dije que venga a dormir a casa para... Estar juntos cuando se haga su cumpleaños a las 12 y me dijo que no puede.

—No creo que Exequiel haya nacido a las doce en punto, así que no lo podías saludar. —Matías vuelve a cargosear por las creencias familiares sobre los cumpleaños, mientras se encoge de hombros y sigue mirando la televisión.

Como nunca, Zoe decide restarle importancia y seguir mirando a Tiago. Algo que les sorprende a los tres restantes en la sala— Y cuando Ayma me dice de venir a casa para cuidar a Gino, Exequiel no me dijo de quedarme un rato más como siempre —Vuelve a romper el llanto y ve como los otros tres la miran con sorpresa ya que esta versión de Zoe era irreconocible—. Me va a dejar en cualquier momento, ya se re cansó de mi.

—¿Y Leo? —Vuelve a preguntar Tiago, con cara de asustado mientras ella lo volvía a abrazar— Por favor, necesito refuerzos, en los años que nos conocemos nunca pasó esto.

—Es una extremista. Ese chico está pidiendo a gritos un poco de aire, privacidad y un poco de distancia de vos, Chini. Lo ahogas, no pueden hacer todos juntos.

—¡Matías!

—¡Gracias, eh! ¡Super sutil tu ayuda! —Ella grita, separándose de Tiago y mirándo mal a su hermano—. Me voy a bañar y a acostar.

—¿No vas a hacer nada que enoje a Exequiel y que lo haga venir acá? —Pregunta su prima, levantándose del sillón.

—No, ¿Para qué? —Repregunta Zoe mientras empezaba a caminar hasta su habitación, sonandose los mocos.

—Hoy te quedas a dormir y te la bancas, bastante hicimos con Teo estos días. —Matías señala a Tiago mientras bajaba la voz para que su hermana no lo escuche.

—Al menos podrías tener un poco de tacto al decirle las cosas, bruto.

—¡Es que ya ni sé como manejar la situación! Zoe antes era un dragón, prendía fuego todo por capricho y ahora... ¿Llora?

—Eso es verdad, nunca la vimos así —Concuerda Aymara pero a los segundos recapacita—. Igualmente podrías haber buscado otras palabras más sutiles, Matías. —Lo reta y su primo le dedica una mirada exhausta.

Después de un largo baño relajante, Zoe vuelve a su habitación con un gran dolor de cabeza a causa de haber estado llorado por largo tiempo.
Finalmente decide apagar todas las luces y acostarse pero antes de dormirse, abre un chat en su celular.

  

Leo.
 
 

Te quiero mucho y te extraño.
—23:45

Yo también, bombón.
—23:48

Esto es raro en vos.
—23:48

Te hackearon el celular?
Estás intentando denuevo el trío superclásico?
—23:48

Retiro lo dicho, te odio.
—23:50

Pasó algo? Está Tiago o Exequiel con vos?
—23:50

Está Tiago conmigo.
—23:51

Espero que mañana vengas conmigo al partido y no me abandones.
—23:52

Bueno, me quedo tranquilo que esté Tiago.
—23:53

Yo? abandonarte? Me rompiste el corazón y sigo al lado tuyo. Buenas noches, tu fiel guerrero.
—23:53

Basta de esos chistes hirientes. Buenas noches para vos también.
—23:54

Jajajsj te quiero, nos vemos mañana.
—23:55