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Diciembre no estaba siendo un buen mes para la vida de Zoe.
La rutina de su vida estaba cambiando completamente al egresarse de la secundaria y al no poder estar con los chicos que la hacían feliz: Leo y Exequiel.

La relación con Leandro había quedado tensa después de la entrega de diplomas de Zoe pero igualmente, trataban de llevarse bien después del viaje a Uruguay.

Todo lo contrario con Exequiel, el cual después de su entrega de diplomas, dejó Buenos Aires para volver a su pueblo natal con sus padres. Justo como lo hacía todos los años, pero había planeado con Zoe que este año no iba a ser así.

Los días pasaron, llegaron las fiestas de fin de año y la hija del DT de River, publicó una foto para mostrar el look que vistió para navidad.
Solo se había puesto un pantalón negro con un top del mismo color y acompañado de un blazer rojo pero igualmente, quería subir la foto para que sus amigos dejen de preocuparse por ella.

Últimamente les mandaban mensajes para saber cómo estaba, por qué no aparecía por el club, entre otras preguntas.
Zoe necesitaba su momento a solas ya que no era un buen mes para ella.

En navidad, al estar con su prima pensó que con estas fiestas iba a poder despejar su cabeza pero la encargada de indicarle lo contrario, fue la foto que había subido Exequiel con otra chica.

Fingiendo que todo estaba bien, finalizó la noche y al otro día volvió a esconderse en su habitación hasta el día de año nuevo.

—¿Chini donde está? —Se escucha a Tiago en el comedor, preguntándole a la mamá de Zoe. Minutos después, él ya estaba entrando a la habitación— ¡Ja! A tu mamá le podes mentir con que te estás preparando, pero a mi no. —Le dice al verla acostada y en pijama.

—¿Tan temprano tenías que llegar?

—Ni noción de la hora tenés, son las nueve de la noche —Él se tira de palomita a la cama y la abraza—. Ya pasó como una semana, no podés estar escondiendote para siempre.

—¿Cómo que no, Tiago? —Zoe se queja con su voz alterada de tanto llanto— Primero me deja, segundo se va a su pueblo cuando me dijo que no iba a ir y tercero ya tiene otra.

—¡Pero no digas boludeces! —Tiago niega con la cabeza— ¿Qué sabes? Quizás es una prima.

—¿Es una prima? —Le pregunta, ella sabiendo que la respuesta iba a ser negativa.

Después de un largo silencio, su mejor amigo cierra los ojos: lo que hace cada vez que me tiene que decir algo que no le iba a gustar.—Bueno, no lo es, pero...

—¡Pero nada! Pasó navidad con la... Chica esa y yo acá llorando —Se queja—. Encima el apodo que le puso en la foto, ¡Bobita! —Suelta una risa incrédula— ¿Quién te apoda como "bobita"? Nadie. Es el más grande "flaca date cuenta".

El "flaca date cuenta" va para vos, qué va a ser año nuevo y seguís tirada en la cama pensando en cosas que, quizás, ni son así.

—¿Vos lo llamaste o ya hablaste? —Pregunta Zoe, tapándome más con las sábanas y evadiendo lo que él le dijo.

—Si y no me atiende porque, seguramente, piensa que fui cómplice de lo de Uruguay —Responde para después suspirar—. Pero bueno, ahora arriba que hay que cambiarse.

—¡No, no! —Se queja cuando Tiago intenta levantarla de la cama— Aparte, Ciro este año no festeja año nuevo con nosotros y es más triste todavía.

—Pensá lateralmente, quizás te estoy haciendo levantarte porque te mentí y Exequiel está afuera.

—Ya quisiéramos que fuera cierto. —Responde Zoe, sintiendo como se le aguaban los ojos.

Mi PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora