Según la mamá de Zoe, ella les había sacado dos pasajes para la noche anterior a la entrega de diplomas de Exequiel para que ellos llegarán a tiempo pero cuando esa noche Tiago y Zoe llegaron al puerto dónde tenían que tomarse el buquebus, se llevaron la linda sorpresa de que zarpaba a las 10 de la mañana del día siguiente.
Teniendo que dormir en el puerto, no se quejaron ya que sabían que, de alguna forma, sus madres se tenían que desquitar de que se volvían antes.
Con muchas ganas de dormir, ambos pensaron que apenas tocaran un sillón de la sala de espera, iban a dormirse pero no fue así.
A los dos los mataba la intriga, la ansiedad y el presentimiento de que algo iba a salir mal pero, obviamente conociéndose, no querían asustar al otro por lo que no se dijeron nada.La vestimenta de la noche anterior terminó en la valija al otro día en el buque, se bañaron y se cambiaron para hacer más tiempo.
Zoe se maquilló el doble por las ojeras que tenía al no dormir por unas largas horas, sumándole las próximas ya que hasta la tarde no iba a poder tocar una cama.
—¿Ya no soportaban a sus mamás? —Se ríe el papá de Zoe, saludando al mejor amigo de su hija— Hola Chini, ¿Todo bien? —La abraza y pregunta al ver las caras de los dos.
—Perfecto. —Responden los dos a la vez.
Estaban a 20 minutos de llegar tarde a la entrega, la cuál la habían cambiado para la mañana, haciendo enojar a Exequiel ya que por ese cambio, no iba a poder ir a la entrega de diplomas de sus otros amigos.
—¿Qué onda? —Damián le pregunta señalando para atrás donde deberían estar todos lo que invitó Exequiel.
—¿No va a venir ella? —Pregunta Marcos, extrañado.
—Vamos a enfocarnos en esto mejor, ¿Si? —Exe se acomoda la camisa y mira al frente, causando que sus amigos se miren apenados entre ellos.
—Changuito, yo te tengo que decir algo después. —Avisa uno de sus compañeros que estaba sentado atrás y él asiente, sin pensar en lo que iba a venir.
La camioneta del papá de Zoe frenó enfrente al colegio donde estudiaban los juveniles de Boca y Tiago y Zoe se bajaron al instante.
—¿No vas a venir, no? —Le pregunta ella a su papá.
—¿Estás loca vos? Aparte estoy con Gino.
—Dame suerte, peladito. —Zoe le da un beso en la frente a su hermano menor, que estaba dormido en el huevito ubicado en la parte de atrás del auto.
Cierra las puertas de la camioneta, se echa una mirada de como estaba vestida y peinada para después entrelazar los brazos con su mejor amigo y entrar al colegio.
—Vení, te voy a presentar a tus futuros suegros. —Dice Tiago, sonriendo.
—Claramente nunca me imaginé conocerlos de la mano con vos.
—Si, igual se van a alegrar mucho más por verme a mí —Alardea su mejor amigo y ella se ríe hasta que llegan al lugar donde estaban los padres de Exequiel con más familiares—. ¿Cómo está mi otra mamá?
—¡Tiaguito! —La señora se da vuelta para abrazarlo con emoción, la cuál Zoe se sorprende y muchísimo.
—¡No sabía que venías, lunarcito! —El hombre también abraza a Tiago.
—Me lo voy a operar para que me dejes de joder con eso —Se ríe él, tapándose el lunar que tiene en la nariz—. Les presento a Zoe.
—Hola, linda —La mamá la saluda con dos besos—. Exe nos habló mucho de vos.
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Mi Pecado
RomanceViajes, partidos, entrenamientos y el chico perfecto del club de fútbol "River" que la familia acepta. Esa era la vida de Zoe. ¿Qué pasa cuando te das cuenta que la vida que tenés, la cambiarías por solamente estar con otra persona de un equipo riv...