Mi Pecado

32

ZOE.
  
  
—¿Tenés todavía mi pijama? —Le pregunto a Leo apenas entramos a la habitación y me siento en su cama.

—No pará, pará —Él niega con la cabeza y se pone un short de River—. Porque vos me mareas y yo no entiendo nada.

—No hay nada que entender más que Exequiel piensa que estuvimos juntos en Uruguay y no me habló más —Le explico y él sonríe con ganas de reírse—. Se fue de Buenos Aires hasta dónde vive él y estuvo subiendo fotos con una chica.

—Ah bueeeno —Dice riéndose.

—Entonces yo estaba en casa con Tiago y con Matias. Se ve que Exequiel lo llamó o hablaron y Tiago me engañó llevándome al aeropuerto —Hablo mientras Leo me pasaba mi pijama—. Tan simple como eso.

—Pero... Vos no tenés que estar acá igual —Él se sienta en su cama.

—Si, ya sé, perdón —Digo abrazándolo—. Pero sabes que cuando me enojo no quiero estar en casa.

—Como si no te conociera.

—¿Te desperté con el mensaje, no? —Pregunto acariciándole la cara y él asiente— Pobrecito el torito.

Leandro abre la cama, yo me acuesto del lado de la pared y me tapo mientras él buscaba el control del aire acondicionado. Lo enciende y después se acuesta al lado mío.

—¿Pondrías la alarma para las ocho? —Me dice mientras apoyaba sus brazos sobre su abdomen y miraba hacía el techo.

—Espera que le estoy diciendo a mamá que me arme un bolso con el vestido, los maquillajes y se los dé a mi papá mañana —Contesto mientras tecleaba en el celular y veo como él me mira confundido—. ¿Nos podemos cambiar acá después de venir del club?

—¿Nos?

—Ah si —Me río incómoda—. Mañana es la fiesta 15 de Cami. ¿La que es hermana de Aymará? Mi prima.

—Si Chini, las conozco —Leo se ríe.

—Bueno ¿Tenés un traje para ponerte?

—Si, creo que tengo —Dice mirando su placard—. Pará, esto no me huele bien.

—Ay Leo, va a estar mi familia nada más —Me quejo—. Bueno también va a estar Tiago, pero no quiero estar con él, ya sabes que estoy peleada.

—Bueno dale, vamos a dormir —Me contesta, acomodándose para darme la espalda y yo me río—. ¿Qué pasa ahora?

—No, es que, me vino un dejavú —Digo conteniendome la risa—. Perdón, eh, pero... ¿Desde cuándo dormís en short?

—Dale, no me la hagas más difícil. —Él se ríe para darse vuelta y mirarme.

—Mira que no muerdo, eh.

—Mejor no respondo —Me dice mientras se sacaba el short—. Ah, liberación —Susurra para volver a darme la espalda.

—Mínimo déjame abrazarte —Me quejo y él suspira, agarrándome un brazo y pasándolo por alrededor suyo para que lo abrace—. Ahora sí.

—¿Qué haces cuando no dormís con alguien?

—Almohadas o duermo con mis hermanos.

—No podes ser tan intensa, Zoe.

—Uy perdón, "chico que duerme siempre acompañado" —Lo jodo y él se ríe.

—No, no duermo siempre acompañado. Yo sé dormir solo, no me molesta.

—Dormite mejor, antes de que te pegue por haberme dicho intensa —Digo para pegar mi cara a su espalda y empezar a dormirme sintiendo su tranquila respiración.