Mi Pecado

38

ZOE.
 
 
—¡Está abierto!

—¡Mamá, mamá! —Entro corriendo a la habitación y ella me mira raro— Necesito desfilar en uno de tus eventos.

—¿Qué? No, Chini.

—Dale Geraldine, por favor —Me subo a la cama para rogarle mientras ella miraba vestidos en su valija—. ¿Por qué no? Tengo cuerpo, mirá este durazno. —Digo para pegarme en mis pocos trabajados glúteos.

—¡Habla bien, Zoe!

—¡Te pago!

—Si, con mi propia plata me vas a pagar —Ella se ríe—. No, ya está todo cerrado y aunque quiera no te puedo meter en la pasarela, amor. Aparte, ¿Por qué tanta insistencia? —Me pregunta y yo me encojo de hombros.

—¡Llegamos! —Aymará abre la puerta de la habitación de un portazo.

—¿Zoe, qué hiciste mal? —Mamá me mira cruzandose de brazos. Claramente la entrada de su sobrina le había indicado que algo no venía bien en mi vida.

—¡Les dije que tenían que ir a mi habitación!

—Y mami, la ubicación en tiempo real me dice que estás aca. Supusimos que era tu habitación. —Flor me muestra su celular y yo me agarro de los pelos.

—Chini, se hizo de noche, va a venir tu papá y nos vas a tener que explicar a los dos. —Me advierte mamá.

—Yo te explico, Tía, está con los dos chicos denuevo. —Habla Ayma apoyándose en la puerta.

—¡Que pendeja! —Se queja mi progenitora y yo me muerdo los labios para no reírme— Encima te reís.

—Haceme entrar al desfile o estas vacaciones se desarman en dos segundos.

—Pero te digo que de verdad no puedo, hija.

—Bueno, me voy al bar a ahogar mis penas —Salto de la cama—. Lindas vacaciones y lindo cumpleaños voy a tener.

—Cuidenla que están sus hermanos por ahí. —Escucho como les dice a Ayma y a Flor cuando yo salgo de la pieza.

Por suerte, el bartender nos conocía y sabía que mañana era mi cumpleaños número 18. Por lo que me dió todo lo que le pedía.

—Dejá de tomar, dale. —Mi prima me saca de la barra y me lleva a la pista del hotel donde Flor estaba grabando videos para subir a sus redes sociales.

—¿Por qué en vez de hacerte amiga del bartender, te haces amiga del DJ? —Me pregunta mi amiga pero al segundo, se cambia la canción y las tres nos giramos— Ah bueno, yo tratando de buscar a tu hermano y el pendejo está en la cabina del DJ.

Me río al ver a Matías ahí arriba y me pongo a bailar con Aymará hasta que siento como unas manos pasan por mi cintura.
Sin ver quién era, sigo bailando hasta que veo como mis dos chicas acompañantes, me miraban sorprendidas. Me doy vuelta para ver a uno de los chicos que había visto, apenas habíamos llegado al hotel.

—Bastante problemas tengo como para meterme en otro, bombón. —Le sonrío para darle un beso en el cachete y hacer que se vaya.

Vuelvo mi vista a la cabina del DJ donde estaba Matías gritando hacia un sector, desvío mi mirada para ver cómo los demás estaban rodeados de chicas bailando y no en general.
Estaban bailandoles a ellos.

—Decime que estoy ciega y que Exequiel no está ahí. —Le agarro la cabeza a Flor para que mire al mismo lado.

—Exequiel está ahí, amiga.

—Prestame. —Le saco los anteojos de sol a mi prima, para empezar a caminar para ese lado.

—Pará, pará, ¿Qué haces?