ZOE
Termino de almorzar rápido y aviso en la mesa que iba a empacar las cosas que me faltaban de mi pieza.
Digo el típico "buen provecho" y cruzo todo el jardín de casa a paso apresurado porque me estaba faltando el aire.Poggi no perdió oportunidad de clavarme la mirada en cuanto me iba y agradecí que no haya aparecido por mi pieza en un largo rato.
En mi armario tenía más buzos de Leandro y de Tiago que míos. Exequiel ya se había llevado su ropa de acá asi que fue más fácil guardar las prendas que quedaban mías.
Entendí que algunas cosas le tenía que devolver a Leandro pero a Tiago no le iba a devolver nada.
Necesitaba esos buzos conmigo y más ahora que se fue al otro lado del mapa.Corto la cinta que aseguraba la última caja y la pateo a un rincón. Me doy vuelta para mirar el armario semi vacio y sonrió, la pequeña Zoe estaba creciendo y se estaba mudando ¿Quién lo iba a decir?
—¿Se te venció el contrato en tu casa? —Escucho atrás mío y sin darme vuelta, cierro los ojos. Era Poggi.
—No, decido irme por cuenta propia —Le respondo y me giro a mirarlo—. Algún día había que crecer.
Él sonríe y asiente mientras guarda sus manos en los bolsillos delanteros de su jean. Sabía vestirse muy bien para cualquier ocasión, eso sumaba puntos.
Siento como la tensión comienza a inundar la pieza y me muevo incómoda en el lugar.
Veo como una caja se está por caer de mi cama y corro a agarrarla, Poggi tiene el mismo reflejo por lo que nuestros brazos se cruzan.Empujo con bronca la caja lo más lejos del borde posible y muerdo el interior de mi mejilla cuando lo veo mirándome de muy cerca.
—Te creía una chica más suelta y confiada, Zoe. —Me susurra debido a la cercanía que teníamos.
—Lo soy. —Respondo incorporandome y ambos quedamos parados enfrentados.
—¿Entonces por qué cada vez que aparezco te vas o buscas tener a alguien de apoyo? —Me pregunta y me quedo callada— Ocurrió en River, ocurrió hoy en el almuerzo también pero por suerte, puedo hablar con vos ahora. A solas.
—No me di cuenta —Miento, negando con la cabeza—. Simplemente, las cosas se dieron así.
Mentira, mentira, mentira. Cuánto más lejos tenga a este ojitos claros iba a ser mejor para mi y para todo mi entorno.
—Bien, hagamos como que te creo —Se ríe y se relame los labios, yo desvío la mirada a propósito—. Vine para recordarte que hoy hay partido y tu papá me dijo que te venga a preguntar si venías.
Primero Tiago me ponía aprueba con Poggi y ahora mi papá, ¿Qué les pasa?
—No creo, tengo cosas que hacer —Respondo y veo como Matías pasa por segunda vez por mi puerta para ver que hacia este chico conmigo. Me río y por primera vez, miro a los ojos al hijo del amigo de mi papá—. ¿Te puedo dar un consejo?
—Obvio.
—No des pasos en falso y fijate hacia donde o hacia quién vas, no vaya a ser que te lleves una sorpresita. —Le digo refiriéndome a la bronca que le tenían mis hermanos y Leandro. Poggi estaba queriendo llevarse el premio mayor, que en la vida de mis hermanos éramos mi papá y yo. Era más que claro que en cuestion de horas o días, alguno le iba a hacer pagar derecho de piso.
Así somos en esta familia, vivimos poniendo a prueba a la gente.
Levanto una caja y le echo una última mirada a su pelo: despeinado casual, como me gustaba a mi.
Largo un suspiro, viendo como se quedaba confundido ante lo que le dije y salgo de la pieza.
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Mi Pecado
RomanceViajes, partidos, entrenamientos y el chico perfecto del club de fútbol "River" que la familia acepta. Esa era la vida de Zoe. ¿Qué pasa cuando te das cuenta que la vida que tenés, la cambiarías por solamente estar con otra persona de un equipo riv...